“Lecciones” y “ampliar control”: impacto del caso de fondos ganaderos en regulación de BCU

El Banco Central del Uruguay (BCU) presentó en el Parlamento su propuesta de cambios regulatorios “a partir de las lecciones del caso de las inversiones ganaderas”, según dijo el presidente de la institución, Guillermo Tolosa, ante senadores de la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca.

“La esencia es ampliar el perímetro regulatorio y de control, con el objetivo último de promover la canalización del ahorro de los uruguayos hacia inversiones productivas con mayor protección para el inversor minorista, sin sofocar la viabilidad o el crecimiento económico”, resumió el presidente del BCU. 

Tolosa indicó que “el elemento clave” consiste en realizar “un cambio en el perímetro” de la carta orgánica del BCU para establecer que la entidad “controlará y reglamentará a aquellas personas físicas o jurídicas que independientemente de su giro comercial convoquen a la inversión o reciban financiamiento del público en general mediante lo que la ley definiría como una operación financiera”.

“Antes solo si el objeto de la empresa eran las colocaciones financieras, caían dentro del perímetro; con este cambio las operaciones financieras, aun de empresas de giro real, pasarían a ser parte del perímetro, con lo que se captaría a las empresas correspondientes a los mal llamados fondos ganaderos”, dijo Tolosa.

“¿Cómo mejorar las protecciones para el inversor? Al incluir en el perímetro del Banco Central a quienes convocan a la inversión o reciben financiamiento mediante la realización de operaciones financieras, los futuros inversores, con la nueva propuesta, pasan a quedar amparados por las protecciones existentes, por quienes ahora invierten en el mercado formal de valores”, sumó.

Según sostuvo Tolosa, el Banco Central contará con facultades “para intervenir en la publicidad de quienes convoquen al ahorro público para la realización de operaciones financieras con el objetivo de evitar que mensajes engañosos o confusos lleguen a un público no especializado”.

Desde la cúpula del BCU también proponen “reforzar la potestad de la Superintendencia de Servicios Financieros para realizar actividades inspectivas” cuando exista algún indicio —incluso sobre actores no registrados— de que están realizando una actividad que debería estar bajo control del regulador.