Un cáncer de mama, dos operaciones y una extracción de útero. Su hija comentó: “Su historia clínica da un poquito de miedo, como leer una novela de terror”. A los 93, la anciana Iñaxi Lasa se alistó en un centro deportivo y demostró que la edad no es excusa para no hacer ejercicio.

Conforme al paso de los meses, el hijo de Iñaxi la animó a dar el siguiente paso: usar redes sociales. Madre e hijo acuden todos los días a entrenar, incluso los fines de semana. El tiempo es exacto: dos horas por día todas las mañanas.

Entre serie y serie, el hombre filma a su madre haciendo diversos ejercicios. Para la anciana, la rutina deportiva es clave para despejar la mente y poder afrontar la última etapa de su vida sin mayores sobresaltos de salud. “Es la clave para vivir más tiempo”, dijo.

Cuando era joven, afrontó un cáncer de mama y lo logró superar sin mayores secuelas. A los 90 años se cayó dos veces y se quebró la cadera, por lo que debió ser operada; de ambas instancias salió bien.

Antes los médicos le habían practicado una extracción del útero (histerectomía), la que también logró superar pese a que la recuperación fue más “trabajosa”. “Como solución a todo encontré el deporte. Me llena de alegría, de vitalidad y pasó en un tramo de mi vida donde eso no es justamente lo que suele abundar”, dijo Iñaxi.

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