Por César Bianchi
@Chechobianchi
Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti
Parece ser otro Pedro Bordaberry (64). De hecho, él mismo se encarga de marcar las diferencias con aquel legislador que era un duro opositor y que lideró comisiones investigadoras e interpeló ministros frentistas, o aquel ministro comprometido de otrora. Esta nueva versión, dice, se caracterizará por no medir costos electorales —más que políticos—, por hablar “sin cassette” y apoyar buenas ideas, no importa de dónde vengan.
Las alusiones al expresidente Jorge Batlle llegan solas: dice que el país tiene una matriz batllista, de Luis Batlle Berres, pero que debería estar marcado por la impronta del hijo de este, Jorge Batlle. Hace hincapié en “cantar la justa”, afirma que “la vaca les gana” y apunta a apostar al futuro, a la competencia entre públicos y privados, a desregular más el Estado. Esta entrevista tuvo que ser actualizada con un mensaje posterior de WhatsApp, tras un dardo del hijo de Jorge Batlle, Raúl Batlle, quien le espetó con elocuencia: “Estás cada día más parecido a tu padre que al mío”. Bordaberry le contestó con un lacónico: “Rezo por él”.
De por qué no fue precandidato, pero luego se dejó convencer para volver a la arena política, de por qué reivindica la “política tradicional” —¿en detrimento de la nueva política de Andrés Ojeda?—, para qué se reunió con el presidente electo, Yamandú Orsi, y qué prioridades asumirá en su agenda legislativa va esta charla en el Café Brasilero.
El 6 de agosto de este año hiciste público tu regreso a la arena política, para ser candidato al Senado por el Partido Colorado. ¿Por qué volver a la política, y por qué en ese momento, pasadas las elecciones internas?
Fue una cosa rara. Yo tenía un pasaje para viajar al exterior, donde viven mis hijos, para 20 días antes de la elección interna. Vinieron varios a proponerme ser candidato a las internas. Incluso alguna propuesta tuve con una suerte de candidatura única, cosa que no podían hacer porque no existen las candidaturas únicas, pero sí vinieron de varios sectores. Yo había pasado por campañas presidenciales y no quería volver a pasar por eso. Las campañas presidenciales son de mucho desgaste personal, familiar, pero sobre todo de mucha confrontación.
A esta altura en mi vida lo que yo quiero es disfrutar de lo que hago —y no es un cliché—, porque me doy cuenta de que cuando lo disfruto lo hago bien. Cuando miro para atrás en mi carrera política, disfruté mucho cuando fui ministro (ministro de Turismo, también de Industria), sentí que era útil y que hacía, que podía aportar. Disfruté mucho mi última etapa en el Senado, cuando dije que no iba a volver a ser candidato a presidente. Me saqué la mochila de lo políticamente correcto de arriba y empecé a “cantar la justa”, como hacía Jorge Batlle. Y la verdad es que sentí que lo disfrutaba, y que la gente sintonizaba con esa forma de hacer política. Hasta que me dije: “¿Cómo no lo hice antes?”.
¿Te referís a no medir costos políticos?
No medir costos electorales, diría yo. No pensar en lo políticamente correcto. Lo disfruté. Meterme de vuelta en la parte esa de la candidatura presidencial, me parecía que no. Después pasó el tema presidencial y vinieron a verme tres grupos grandes del partido, el de [Tabaré] Viera y [Germán] Coutinho, el de [Gabriel] Gurméndez y algunos de Ciudadanos con Walter Verri, con [Robert] Bouvier, con Nibia Reisch y otros más, a decirme por qué no abríamos una lista al Senado. Me lo planteé y dije: “¿Por qué no? Podría hacer un buen aporte”. Pero les dije dos o tres condiciones que hemos mantenido, desde que tomamos la decisión en agosto.
“No sé dónde está escrito y no sé desde cuándo uno tiene que pedir permiso para reunirse con otros políticos en Uruguay. Hace cinco años, cuando me fui, me reunía con políticos de todos los partidos”
Una: trabajar unidos. Dos: disfrutarlo, lo cual no quiere decir no tomárselo en serio. Y hacer lo correcto. Y si vos ves la conferencia de prensa del 6 de agosto, yo dije: “Vengo a servir y no a ser servido. Uruguay es una democracia fuerte en que todos los partidos tienen programas y dentro de esos programas tienen cosas en común. Voy a trabajar en las coincidencias en esos programas, y no en las diferencias”. Y también dije: “Voy a decir lo que pienso y a hacer lo que digo”. Y la verdad que salió bien: 13 diputados y dos senadores, la bancada más grande del partido. Voy a seguir así.
¿“Seguir así” cómo?
Tratando de buscar las partes buenas, construir, ayudar.
Tu reunión y la de dirigentes allegados (Gurméndez, Viera) con el presidente electo Yamandú Orsi y el futuro secretario de Presidencia, Pacha Sánchez, no cayó bien en algunos dirigentes colorados. Robert Silva pareció ser el más molesto. De hecho, ameritaron una respuesta tuya en una columna en El País donde te referiste a algunos amantes de “hacer la plancha”. ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué se dan estas rencillas a pocos días de la derrota?
Es una pregunta para quien inició las rencillas. Yo me reuní con Orsi, me reuní con Delgado, me reuní con Mieres.
Con la diferencia de que Delgado y Mieres son socios de la coalición, y Orsi estaba en la vereda de enfrente, era el candidato a vencer.
Pero yo me reuní con Mieres, con Delgado y con Orsi. Parece ser que para algunos yo me puedo reunir con Delgado y con Mieres y no me puedo reunir con Orsi. No sé dónde está escrito y no sé desde cuándo uno tiene que pedir permiso para reunirse con otros políticos en Uruguay. Hace cinco años, cuando me fui, me reunía con políticos de todos los partidos y, si lo buscás, vas a ver que me reunía con todos y reivindico eso.
¿Y con qué intenciones eran y son esas reuniones? ¿Procurando qué?
Esas reuniones fueron para decir: “Acá hay un sector del Partido Colorado, la Lista 10, que va a trabajar en las coincidencias y no en las diferencias y va a buscar las mismas”. Se lo dijimos a Delgado, se lo dijimos a Mieres, se lo dijimos a Orsi. Eso no significa dejar de ser una oposición dura cuando tenga que serlo. En el único lugar donde aclaré eso fue en el Frente Amplio. Cuando salí, aclaré: “Yo soy oposición, que nadie se confunda”. Y se lo aclaré a Yamandú y al Pacha: “Miren que yo voy a seguir siendo el opositor duro que fui siempre. Cuando algo esté mal lo voy a señalar. Lo que no quiere decir que no sea también un opositor leal, que cuando haya algo que sea bueno, pelee por eso que es bueno”.
Es increíble que se esté discutiendo si alguien tiene derecho a reunirse con otro. Si mirás para atrás, antes de ser candidato por primera vez, Tabaré Vázquez convocó a la plaza Independencia en lo que él llamó el Nunca Más. Algunos le pedían que dijera “Nunca más al terrorismo de Estado”. Y Tabaré Vázquez les dijo: “Nunca más a lo que Uruguay vivió, nunca más que alguien levante un fusil uruguayo contra otro”. Y yo fui a la plaza Independencia y le di un abrazo a Tabaré.
Reivindico que, si estoy de acuerdo en algo, hacerlo. Después me pasó que cuando el gobierno de Mujica, hubo cargos, adjudicación de cargos a la oposición. A nosotros nos tocaron seis, siete u ocho cargos (no me acuerdo). En un momento Mujica dijo: “Están todos atornillados”. Nosotros fuimos y les tiramos los cargos. Porque algunos dicen: “Ah, no, cuando hace esto es por los cargos”. Pará, pará un poquito. Nunca perseguí los cargos. Yo ya tengo los cargos que quiero. Son los 15 cargos que me dio el pueblo. Y lo que me corresponde por esos 15 cargos es lo que voy a pelear.
¿Fuiste en representación del Partido Colorado a esa reunión con Orsi y Sánchez?
No. Yo aclaré: “Yo vengo por el sector de la lista 10”. Se lo aclaré en la salida a la prensa, y se los aclaré a los tres políticos con los que me reuní: Mieres, Delgado y Orsi.
¿De qué se habló? ¿De qué hablaron con Orsi?
En primer lugar, lo felicitamos. En el caso de Mieres y Delgado hablé de cómo “marchamos”. No marchó solo Delgado, marchamos todos. Y con Orsi, lo que te decía: “Somos la lista 10, un sector con 13 diputados y dos senadores. Estamos acá para trabajar. Nos vamos a encontrar los próximos cinco años. Voy a ser oposición. Voy a seguir siendo una oposición dura. Pero como ustedes saben, voy a ser una oposición leal”.
¿No hablaron de temas puntuales?
Nosotros le dijimos que queríamos trabajar en el tema de la lucha contra el narcotráfico, que teníamos una propuesta que nos parecía interesante y que creemos que ese podría ser un buen aporte. En definitiva, luchar contra el narcotráfico no es una cuestión de blancos, colorados o frenteamplistas.
¿Por qué ganó Orsi? O la otra cara de la misma moneda: ¿por qué perdieron Delgado y la coalición?
Ojalá lo supiera. Yo te puedo decir lo que, quizás, hice mal yo en la campaña. Yo en la campaña a octubre presenté muchas propuestas. Diez propuestas de esto, diez propuestas de esto otro. Cantidad de propuestas en cantidad de áreas del país. En la campaña del balotaje me dediqué más que a hablar de propuestas —porque había un solo candidato y no era ni de mi partido—, hablé mucho más de lo que se hizo que sobre aquello que se iba a hacer. Me parece que es algo que nos pasó a todos, pero a nosotros en especial.
“Me parece que a los electores tenés que hablarles no de lo que pasó, sino de lo que va a pasar. Y me parece que nos faltó hablarles más del futuro, los sueños, la utopía a perseguir”
Empezamos a decir: “Se recuperaron 100.000 puestos de trabajo, se recuperó el salario real, se paró el crecimiento del delito, mirá qué bien se manejó la pandemia”. Me parece que a los electores tenés que hablarles no de lo que pasó, sino de lo que va a pasar. Y me parece que nos faltó hablarles más del futuro, los sueños, la utopía a perseguir.
Hace cinco años, a fines de 2019, se señaló a Daniel Martínez como el padre de la derrota del FA. ¿Pensás que Delgado, que en definitiva era la cara que representaba a la coalición, se dedicó más a cuestionar al Frente Amplio que a anunciar las propuestas de ese famoso “segundo piso de transformaciones”?
Yo estoy en el fútbol, como sabés. Yo no voy al vestuario después de los partidos, salvo cuando perdemos. Y cuando voy al vestuario cuando perdemos no es para echarle culpa a un jugador que se equivocó, es para darle ánimo, para que se levante rápido, para que se recupere. Me parece que echarle culpas no hace bien. Y salir ahora a echarle la culpa a un jugador me parece que es equivocado. O al técnico, o al golero, al 9. Ahora nosotros no tenemos que estar buscando si este jugador jugó bien o el entrenador hizo tal cosa.
Pero este es un momento de autocrítica, ¿no?
Sí, sí. Tenemos que ver qué es lo que hicimos mal, sin poner el nombre del responsable. Creo que nos faltaron propuestas, hablar más del futuro. Es raro porque siento que tuvimos muy buena llegada en Montevideo y Canelones, donde se mantuvo casi la votación de octubre. Y donde parece que no llegamos tan bien es en el interior, que es donde se supone que era nuestro fuerte. Hay que ver cómo hacés el trabajo territorial…
El Frente tomó debida nota de esa falta de cercanía con el interior en 2019, y lo corrigió para estas elecciones…
Nosotros tenemos que tomar debida nota de eso, entonces. También, eso estuvo muy marcado en los departamentos limítrofes con Argentina (en Salto y Paysandú fue muy claro), y algunos con el Brasil. El tema de afectación habría que analizarlo. El covid demostró una realidad en esos departamentos que quizás estaba media olvidada. Al no poder ir al otro lado, apareció una especie de pequeña industria, un comercio local que reveló un cierto crecimiento, que se pulverizó cuando se pudo volver a cruzar, en especial porque era un desastre la diferencia cambiaria. Entonces, quizás habría que ver eso en esas zonas, ver cómo impactó.
Yo sentí que había un gran reclamo de políticas de frontera, cuando yo iba a esos lugares. Quizás ahí, ya llegando a lo minúsculo, quizás sea algo para trabajar. Vos de repente ves que viene la diferencia cambiaria, la gente empieza a ir al otro lado a comprar. No es de un día para el otro, va acelerándose. Entonces, cuando ves que está el problema y lo hacen acá, lo estudian, pasan tres o cuatro meses antes de tomar una decisión. Entonces, no sé si no debería ser más automático el tema de los combustibles, el tema de una cantidad de cosas. No esperar a que suceda.
El martes 3 dijiste en Desayunos informales que no te gustaban esos políticos modernos que están sentados en el sillón y hacen política “poniendo ‘me gusta’ y dando retuits”, y agregaste una frase que me llamó la atención. Dijiste: “Yo reivindico la política tradicional”. Me sonó como una postura clara frente a la “nueva política” que enarbola el candidato de tu partido en las elecciones nacionales…
Yo no estaba pensando en el candidato de mi partido [Andrés Ojeda] en ese momento. Mirá, nosotros sacamos a Maxi Campo, diputado en Tacuarembó con 30 años, y es una alegría enorme. En esta nueva bancada hay una cantidad de gente joven: Paula de Armas, 29, el gordo [Walter] Cervini, segunda vez que es diputado, 39 años, Carlos Rydstrom, 31, y puedo seguir. En la campaña yo hice un acto en Tacuarembó, me fui hasta Durazno, volví, pasé por Tacuarembó al día siguiente, me fui a Ansina, volví de Ansina, pasé por Tacuarembó de vuelta, me fui a San Gregorio de Polanco, me fui a Paso de los Toros. Y ganó por 400 votos Maxi Campo como diputado. Recorrí cada rincón. Increíblemente, me querían llevar a Caraguatá. Les dije: “Bo, no me da el tiempo, faltan 10 días para la elección”. Ganamos en todos lados, menos en Caraguatá.
“La gente piensa que vos tirado de tu casa dándole me gusta y retuit, o metiendo un comentario en redes, estás haciendo política. Y yo creo que eso es necesario. Pero no te olvides de lo otro: recorrer los territorios”
Entonces, cuando digo que reivindico la forma tradicional no es que digo que esté mal el tema del WhatsApp y las redes sociales. Eso está bien, pero, además, eso de las recorridas. Porque si no, la gente piensa que vos tirado de tu casa dándole me gusta y retuit, o metiendo un comentario en redes, estás haciendo política. Y yo creo que eso es necesario. Pero no te olvides de lo otro: recorrer los territorios. Haber recorrido el territorio nos dio 13 diputados, contra dos de Ojeda y dos de Silva.
Y ahora que la campaña pasó, y Ojeda ya no es tu candidato —son ambos senadores electos—, ¿cómo ves eso de “la nueva política”, el spot del gimnasio y el culto a su figura?
No quiero ni juzgarlo ni expresar opinión sobre eso. Lo dije en la campaña: cada uno elige la forma de trabajar. Mi forma de trabajar es ir a los lugares cercanos a la gente recorriendo con los dirigentes, proponiendo, buscando coincidencias y tratando de controlar todo lo que hay que hacer. Y laburando mucho. Reivindico las ocho horas. Reivindico las ocho horas los cinco días de la semana, los 30 días del mes en el Palacio [Legislativo] laburando. Reivindico que tenemos que hacer eso.
¿Qué va a pasar con la coalición republicana ahora? Ya hubo cortocircuitos públicos a la interna de los distintos socios: hubo un cruce de acusaciones entre los blancos Nicolás Olivera y Sebastián Da Silva, Carmelo Vidalín se ofreció para el gobierno entrante y lo criticaron duramente, la interna de Cabildo Abierto está caldeada, a vos te cruzaron otros colorados por tu reunión con Orsi...
Lo primero que tiene que hacer cada partido, previamente, es revisar y corregir dentro del partido y adelanto mi opinión: Yo quiero la coalición. Lo primero que tiene que hacer cada partido es decir: “yo quiero seguir” o “no quiero seguir”.
Manini Ríos no está muy convencido de seguir en la coalición…
Bueno, por eso. Los que quieran seguir, que sigan. Y con las condiciones que quieran poner para seguir. “Sí, quiero seguir, así, de tal forma”. Si me preguntás a mí, yo quiero seguir con coalición republicana en los 19 departamentos en las departamentales. No en algunas. Me parece que eso tiene que ser así. Otros dirán: “Quiero seguir con coalición en tres departamentos” o “en ninguno” o “en las municipales no”. Yo quiero tenerlo así.
Primero planteás a la interna tu partido, después se sientan los partidos y lo conversan. Si, a partir de esos momentos, estamos de acuerdo en seguir adelante, ahí habría que darle algún tipo de cosa orgánica, si es que se quiere. Lo que no podés hacer es empezar por el final y decir: “Que siga la coalición republicana, quedate quietito ahí que vamos a seguir”. Vos no podés pretender que alguien te acompañe si no escuchás su opinión. El proceso de discusión interna y de análisis es fundamental para poder avanzar a una etapa o a otra. Y es lo que corresponde ahora, de cara a las departamentales.
Y es un escenario nuevo el que viene, porque fue una coalición sui generis, formada con cinco partidos, para gobernar el país. Ahora es una incógnita ver cómo va a funcionar en la oposición.
Nos debemos escuchar al otro para ver cómo la ven los demás. Y sobre todo cuando vos tenés esas cosas colectivas, tenés que mostrar mucha generosidad. Nosotros podemos decir: “Pará, nosotros somos el segundo más grande; vamos a tener más cosas que ustedes o vamos a opinar más que ustedes”. No, no, no, porque el otro socio dirá: “¿Entonces para qué estoy acá? ¿Para hacer lo que vos me decís?”.
Eso, de hecho, sucedió cuando Ojeda dijo: “Nosotros ahora vamos a ser cogobierno” y Mieres no le gustó nada. Le señaló su falta de experiencia política…
Yo lo aclaré en el momento. Dije que la coalición era con el Partido Independiente, con Cabildo y con el Partido Constitucional Ambientalista. En el mismo momento, escuché eso y dije que eso no dejaba fuera a los demás. Y él, por suerte, dijo que no estaba dejando a nadie fuera en eso, que sería un “cogobierno” de cinco y no de dos.
¿Está en disputa el liderazgo del Partido Colorado? Porque si bien el candidato del partido fue Ojeda, y tú no fuiste precandidato, luego sí fuiste candidato al Senado y tuviste la lista más votada de la fuerza política.
Yo nunca me planteé las cosas en términos de liderazgo, ni siquiera cuando obtuve el 75% de los votos. El Partido Colorado no tiene presidente. El Partido Nacional tiene presidente, el Frente Amplio tiene presidente, el Partido Independiente tiene presidente. El Partido Colorado tiene secretario general del Comité Ejecutivo. Y eso es una definición más profunda de lo que parece. ¿Eso qué significa? Que lo importante es el Comité Ejecutivo Nacional, que tiene un secretario.
Hay una editorial de Batlle y Ordóñez en El Día, creo que fue en el 1915 o 16, donde decía: “El Partido Colorado no tiene jefe, es jefe de sí mismo”. Eso debe venir del tema del colegiado, pero eso está ahí. Empezar a hablar de liderazgos, a mí me suena a exclusión. “Yo soy el líder y los demás me acatan”. No, no… Nosotros en el grupo de la Lista 10 lo practicamos, lo decidimos entre todos. Escuchar te ayuda a ser mejor.
Cuando empezamos, yo quería hacer tres listas y hacer sublema y hacer la sumatoria del Senado. Viera, Cervini, Gurméndez y Coutinho vinieron y me dijeron: “Vamos a perjudicar el trabajo y a los candidatos a diputados. Puede ser que tengamos un senador más, un senador menos, pero al que hace el esfuerzo lo vamos a perjudicar. Mejor ir a una sola lista”. Y yo hubiera cometido un error si no los escuchaba. Ellos se ríen porque dicen que son “el sindicato”. Hicimos una sola lista y tenían razón. En los hechos, tenemos 13 diputados y no era lo que yo quería.
Es compartido, es colectivo. En la política es muy importante eso porque en la política el convencimiento del otro, la convicción del que está trabajando contigo de que “este es el camino”; es fundamental. No se impone, se convence.
¿En qué temas pondrás énfasis como legislador? En el combate al narcotráfico y ¿en qué más?
En la seguridad, en el combate al narcotráfico, seguro. En la rehabilitación de los presos. Crear un Instituto de Rehabilitación fuera del Ministerio del Interior me parece fundamental. También en la desregulación. He escuchado cosas que ha dicho [el futuro ministro de Economía, Gabriel] Oddone que me parece que están buenas. Es mucho lo que está haciendo [Federico] Sturzenegger en Argentina. En el macro del Uruguay, no hay discusión. Oddone, Azucena [Arbeleche], [Isaac] Alfie, puede ser que tengan algún matiz, algún énfasis distinto, pero están de acuerdo en lo macro.
El partido se tiene que jugar en el micro. Y la microeconomía es la desregulación. Este gobierno no avanzó en la desregulación todo lo que tenía que haber avanzado. En eso le quiero meter. En Uruguay se da una situación rara: los gobiernos de centroderecha hacen política de centroizquierda, y los gobiernos de centroizquierda hacen política de centroderecha.
“Yo nunca me planteé las cosas en términos de liderazgo, ni siquiera cuando obtuve el 75% de los votos. El Partido Colorado no tiene presidente”
Mirá el gobierno de Lacalle Pou: fue liberal en lo económico como me gusta a mí, ¿no? Tendría que haber ido mucho más, tendría que haber regulado más. Fue, sí, socialdemócrata, y está bien. Cambió la forma de que trabaja el Mides, el Plan Avanzar en los asentamientos, los hospitales, ambulancias en los pueblos, la pandemia bien atendida. Pero fue un gobierno que, en la previa, decíamos: “Estos son los liberales de centroderecha”. Y ahora, todavía no asumió el nuevo gobierno, y dicen: “Vamos a mantener los 65 años para la jubilación”.
Bueno, Orsi dice otra cosa…
Dice: “Le vamos a dar al de 60 la posibilidad de jubilarse” y, cuando lo haga, vamos a tener un perjuicio. Entonces, en realidad, es un “sí, pero no”. Porque saben que desfinancia el sistema. Lo sabe Oddone, lo sabe Orsi, lo sabemos todos. Lo tenés solucionado, ¿lo vas a romper? ¿Y cómo lo vas a arreglar? ¿Vas a poner impuestos para arreglarlo? No, no puede. ¿Vas a desregular? ¿Vas a apostar al crecimiento de la economía, al cuidado de la macroeconomía y a la reinserción del Uruguay?
Oddone hace años que afirma que Uruguay debe crecer más, económicamente. Debe crecer a un ritmo más acelerado.
¿Y cómo se crece? El discurso del gobierno de centroizquierda o izquierda que asume es de centroderecha y la gestión del gobierno de derecha o centroderecha ha sido muy de centroizquierda.
¿Y qué lectura hacés de eso? ¿Que las ideologías están desdibujadas? ¿Que gana el pragmatismo?
No. Que muchas veces vos, cuando sos de un signo, podés hacer cosas que querés hacer y que el otro no, porque lo criticarían. La última gran reforma de la educación fue de Germán Rama y las escuelas de tiempo completo ya nadie las cuestiona, pero cuando él las trajo, el Frente Amplio se opuso. Los centros regionales de profesores, etcétera.
Cuando el Frente Amplio estuvo en el gobierno privatizó la generación de energía eléctrica en el Uruguay. La energía eléctrica la hacía la UTE y el FA, siguiendo esbozos que había hecho el gobierno nuestro con el mercado energético —yo era ministro de Industria y Energía en ese momento— aceleró en la privatización de la generación de energía eléctrica. Les dijo a los privados: “Usted invierta, ponga un molino, genere y yo le aseguro un precio”. El Estado le financió el negocio de generación de energía eléctrica a los privados. Bravo, fue muy bueno, ¡pero si lo hubiéramos hecho nosotros era un escándalo tremendo!
“En Uruguay se da una situación rara: los gobiernos de centroderecha hacen política de centroizquierda, y los gobiernos de centroizquierda hacen política de centroderecha”
¿Entonces qué tengo que hacer? ¿Yo tengo que decirle al Frente Amplio: “Como estás proponiendo desregular, hacer crecer la economía, yo voy a estar en contra tuyo porque vos no podés hacerlo, lo tengo que hacer yo”? O cuando el FA privatizó la energía eléctrica, ¿yo tendría que haberle dicho: “Estuviste mal en privatizarla?” No, ¡estuviste muy bien! ¡Bienvenido al mundo capitalista en el que yo creo!
¿Y dónde quedan las ideologías con todo esto?
Al final del día me parece que el Uruguay está marcado por una matriz muy batllista, de Luis Batlle Berres, no batllista de Jorge Batlle. Y, en realidad, la matriz que nos tiene que marcar es la matriz de Jorge Batlle. Esto es: empresas públicas y privadas en competencia, apertura al mundo más allá del Mercosur, “la vaca les gana”, la innovación y el futuro… Esa es la matriz. Después, nadie en su sano juicio piensa hoy que el comunismo es solución. ¿Por qué? Porque tenemos el mejor de los argumentos: el mundo probó. Y también creo que nadie piensa que el liberalismo absoluto del mercado salvaje sea solución. Hoy el mundo tiene otros desafíos y otras agendas.
Hablando de Jorge Batlle, te dedicó un duro comentario su hijo, Raúl Batlle. Vos habías dicho que el cuestionamiento por tu reunión con Orsi era “una pelotudez”. Y el hijo de Jorge Batlle te contestó en la red social X: “Pedro, la verdad que no me quería meter en esta ‘pelotudez’ que armaste, pero no me queda otra. Estás cada día más parecido a tu padre que al mío”. ¿Qué tenés para decir?
Rezo por él. Esa es toda mi respuesta.
Sos, desde hace unos años, el CEO del Grupo City en Uruguay, como gerenciador de Montevideo City Torque. En febrero asumirás tu banca en el Senado. ¿Seguirás en el Grupo City?
Lo que acordé es que íbamos a tener una charla y la voy a tener. No lo sé… Obviamente que no hay impedimento, pero voy a ver… Uno asume compromisos con otras personas y tampoco puede dejar a la otra persona en banda. Te digo lo que hice en el 2009 cuando estuve en la misma situación. Yo era abogado y era socio de un estudio jurídico, uno de los más importantes de acá. Vendí mi participación y no ejercí nunca más la abogacía. Ahora, lo analizaré, lo voy a conversar con ellos…
En tu entorno familiar, ¿hay expectativa por tu regreso a la política, o te dicen: “Estás loco, ¿para qué te vas a meter en este lío”?
Mirá, en la empresa esta [el Grupo City] tengo muchas llamadas por Zoom. Estamos a cuatro o cinco horas de diferencia, entonces, a las 6 de la mañana acá son las 11 de allá, y a las 13 son las 18 de allá. Entonces, laburo desde muy temprano, 5 o 6 de la mañana, pero a las 13:30 o 14 ya no tengo trabajo, con lo cual a las 14 o 15 ya estaba en mi casa. Y mi señora un día me dijo: “¿Por qué no volvés a la política, si no tenés nada que hacer en la tarde?”.
¿Sos feliz?
Disfruto lo que hago y busco la felicidad cada día.
Por César Bianchi
@Chechobianchi
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]