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"Crueles, inhumanos y degradantes": la UE apunta contra Malasia por azotar a lesbianas

Dos mujeres fueron condenadas por tratar de mantener relaciones homosexuales en violación de las estrictas leyes islámicas aplicadas a musulmanes en el país.

06.09.2018 09:33

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2018-09-06T09:33:00-03:00
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La Unión Europea (UE) calificó hoy de "crueles, inhumanos y degradantes" los azotes que recibieron dos lesbianas en Malasia el pasado lunes tras ser condenadas por tratar de mantener relaciones homosexuales en violación de las estrictas leyes islámicas aplicadas solo a la población musulmana del país.

"Los azotes, una forma de castigo corporal, es una práctica cruel, inhumana y degradante. La naturaleza pública del castigo ha sido un factor humillante y degradante adicional para las dos mujeres", aseguró en un comunicado la portavoz de la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.

Añadió que esa pena constituye "una violación de sus derechos humanos y una forma de tortura".

Asimismo, precisó que las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) están protegidas bajo leyes internacionales de derechos humanos y convenciones internacionales.

"Los derechos humanos de las personas LGBTI necesitan estar garantizados y protegidos de acuerdo con las obligaciones internacionales de Malasia. En ese contexto, damos la bienvenida a la declaración del primer ministro, Mahathir Mohamad, el 5 de septiembre en representación del Gobierno malayo", indicó la portavoz.

El primer ministro reprobó el castigo con azotes impuesto por un tribunal islámico a dos mujeres por mantener relaciones sexuales y defendió que habría sido mejor mostrar compasión y darles consejo.

La federación de Malasia tiene un sistema jurídico dual por el cual algunas materias, como las vinculadas al Islam, son legisladas por los diferentes gobiernos estatales.

En más de la mitad de los catorce estados del país, las autoridades locales imponen castigos corporales regidos por la Sharia o ley islámica y cuentan con una especie de policía de la moral, conocidos como "Jawi".

EFE