La Cinemateca Uruguaya cuestionó al gobierno de Yamandú Orsi por no haber ajustado el presupuesto que el Estado le otorga, a pesar de haber pedido que se ajustara por IPC, ya que “permanece incambiado desde hace una década”. La filmoteca criticó la Ley de Presupuesto que presentó el ministro Gabriel Oddone.

La asociación civil, que funciona desde hace 73 años y se autofinancia en un 93,8% y depende en un 6,2% de los gobiernos, recordó que en el resto del mundo las cinematecas “son instituciones públicas”. En ese sentido, cuestionó que el presupuesto del nuevo gobierno “no contempla corrección alguna para el próximo quinquenio”.

“El cuento empieza así: un presidente profesor de historia, un ministro de Educación y Cultura profesor de historia y un ministro de Economía hijo de eminentes historiadores entran al Monumento Histórico Nacional que guarda las imágenes de la Paz de 1904, el entierro de José Batlle y Ordóñez, el hundimiento del Graf Spee...”, narra un comunicado divulgado por la asociación civil.

Según dijeron desde Cinemateca, la respuesta oficial que recibieron fue que “la única esperanza de que ese apoyo ínfimo con el que cuenta Cinemateca se reajuste es ‘tirar de la piola en el Parlamento’”.

“Y aquí estamos, rodeados de metáforas textiles, tratando de alargar la sábana corta o tirar de la piola correcta para lograr la pretensión más básica: que un aporte que se mantiene en valores de 2015 se ajuste a los de 2025, porque así se han ajustado los servicios, los salarios, los alquileres y todo lo que los particulares no podemos alegar sábanas cortas para dejar de pagar”, afirmó.

La organización sostiene que “no es que Cinemateca le pida ayuda al Estado, sino al revés: es Cinemateca la que ayuda al Estado, tomando para sí una función que normalmente es pública, pidiéndole, únicamente, que colabore con una cantidad mínima de su presupuesto”. “Tan mínima que Cinemateca no está dispuesta a reconocer válido el argumento económico para negársela, considerando lo insignificante que resulta en el presupuesto nacional”, dice la misiva.

Según la organización, apoyar este tipo de instituciones “es una decisión que involucra el interés de defender una actividad de notorio valor público y tener la voluntad política de buscar algún lugar donde el Estado esté gastando un poco de más para corregir lo que se aporta a un lugar donde el Estado flagrantemente está gastando mucho de menos”.

“Cinemateca Uruguaya ha atravesado la censura, la persecución política, la crisis económica, la pandemia y un grave intento de avasallarla y arrebatarle su capital simbólico dispersando sus colecciones y expropiándole el fruto de décadas de trabajo”, afirmó.

En ese sentido, la asociación civil sostuvo que “el reconocimiento a la labor de la Cinemateca está ausente del Presupuesto Nacional —a diferencia de lo que sucede con el teatro independiente, que con justicia cuenta con una asignación expresa— y el apoyo a nuestra institución depende de que el Ministerio de Educación y Cultura honre el convenio vigente y lo renueve —sin ajuste, como nos han anunciado— a lo largo de los próximos cinco años”.

Cinemateca mostró su “decepción ante la respuesta del Poder Ejecutivo ante un pedido de ajuste que, de otorgarse, representaría un aumento del 0,06% en la afectación del presupuesto del Ministerio de Educación y Cultura, así como expresar su esperanza de que el Poder Legislativo subsane esta situación”.

La asociación civil sostuvo que la decisión del gobierno tiene como consecuencia “erradicarla del Presupuesto Nacional y, además, condenarla a otros cinco años de recorte presupuestal”, que “significa no solamente poner en riesgo su frágil sustentabilidad, sino obligarla a detener las inversiones que se vienen realizando en el archivo fílmico y las previstas para la digitalización del patrimonio”.