“Cañonazos de frente a casas”: periodista sobre salvas en funeral de Juan A. Ramírez

Este lunes se llevaron a cabo las honras fúnebres al doctor Juan Andrés Ramírez, quien fuera legislador, ministro del Interior y decano de la Facultad de Derecho.

En la mañana se llevó a cabo el velorio con honores de Estado en el Palacio Legislativo. Luego, al mediodía, el cortejo fúnebre partió hacia el Cementerio Central, donde se llevó a cabo el funeral.

Sobre la plaza pública Atenas, entre la rambla y la mencionada necrópolis, las Fuerzas Armadas dispusieron cañones para disparar las salvas que el protocolo establece en tales ocasiones.

En redes sociales, el periodista Daniel Figares publicó un video de los disparos y fue crítico al respecto. No porque considerara que Ramírez no merecía tal reconocimiento, sino por la forma en la que se dispuso el armamento utilizado.

“Cañonazos militares de salva por la muerte de Juan Andrés Ramírez: en la rambla, de frente a los domicilios y con gente caminando por las aceras”, describió el comunicador, en un texto que acompaño con un emoji de “facepalm”, que evidencia sarcasmo y decepción.

El video, grabado desde una ventana frente a la plaza, permite ver cómo las piezas de artillería apuntan efectivamente hacia la acera opuesta. Obviamente, los disparos no comportaban riesgo alguno, más allá del estruendo y la humareda. Sin embargo, es comprensible que alguien pueda sentirse disgustado si ve a soldados apuntando artillería hacia su casa. Y disparando.

De acuerdo con el reglamento de ceremonial y protocolo del Ejército, aprobado por el Decreto N.º 339/003 del 19/08/2003 artículo 1, las salvas de cañones en funerales de Estado consisten en “el fuego efectuado por piezas de artillería con cartuchos de fogueo, a cadencia de un disparo cada cinco segundos”.