La escena es fácil de imaginar. Un fin de semana, la caja de un restaurante que empieza a llenarse, un hotel con varios huéspedes haciendo check in al mismo tiempo, un local de indumentaria con una fila que avanza a medias. El clima cambia según algo muy simple: el cobro sale rápido o se tranca. La terminal de pago responde al instante u obliga a repetir pasos.

En ese tramo corto en el cual el cliente guarda la tarjeta o el celular y decide si vuelve o no vuelve, la terminal como mero instrumento aceptador de pagos pasó a ser un commodity. Hoy la experiencia, tanto para el comercio como para el usuario, pasa por todo aquello que una terminal permite hacer, más allá del cobro. Cada vez se acerca más a la categoría de cerebro operativo del negocio, porque ordena los pagos, eficientiza tiempos y define el humor de los clientes. 

Los pagos electrónicos en Uruguay están entrando en una nueva etapa. Ya no se trata solo de tener un POS en el mostrador, sino de cómo ese dispositivo ayuda a trabajar mejor, vender más y reducir la fricción en cada cobro. En este sentido, las terminales con sistema operativo Android empiezan a convertirse en la nueva normalidad y el país ya cuenta con una de las redes más avanzadas de la región. 

En ese contexto, Fiserv presentó un conjunto de novedades pensado para cambiar la experiencia de pago tanto para los comercios como para sus clientes. La primera pieza de ese cambio es la nueva aplicación Android que corre por las terminales inteligentes. El diseño renovado acelera las transacciones y suma un nivel de seguridad alineado con la norma PCI PTS v6, el estándar más exigente de la industria

En un mercado en el que la digitalización dejó de ser promesa y se volvió práctica diaria, estos detalles sostienen algo más profundo que una simple actualización tecnológica. Fiserv, en Uruguay, procesó más de 18 millones de transacciones por mes durante el tercer trimestre del año y, en diciembre, esa cifra puede superar los 22 millones. Ese volumen revela que el sistema de pagos ya es parte de la infraestructura del país. Si se detiene, aunque sea por poco tiempo, lo siente toda la economía. Por eso la velocidad ya no es un lujo, es una necesidad

“Hoy el tiempo y la seguridad son condiciones no negociables dentro de un proceso de compra y definen si el cliente vuelve a elegir o no ese comercio. La idea es garantizar esos dos aspectos, pero también fidelizar al usuario”, afirma Franco Moccia, country manager de Fiserv en Uruguay. Sobre esa lógica se construye una segunda capa de innovación: la aplicación incorpora soporte para Pix, el sistema de transferencias instantáneas de Brasil, que ya es aceptado en Uruguay y abre nuevas oportunidades para los comercios que reciben turistas. 

Foto: cedida a Montevideo Portal

Foto: cedida a Montevideo Portal

El contraste regional ayuda a entender el movimiento. En varios países de la región el código QR se convirtió en símbolo de inclusión financiera y avanzó en espacios donde la informalidad era la regla. Uruguay siguió un camino diferente. La tarjeta de débito se consolidó como herramienta central y la adopción masiva de pagos contactless convirtió el gesto de apoyar el plástico en la terminal en una escena habitual. El QR, incipiente y con grandes oportunidades de mayor amplificación, funciona como complemento de las tarjetas, no como reemplazo, en detrimento del uso del efectivo. Fiserv opera en ese terreno híbrido y su propuesta para el comercio no es elegir un bando en la disputa tecnológica, sino ofrecer un menú completo de opciones que se ordena en un mismo dispositivo

Otra función clave de la nueva aplicación es la posibilidad de trabajar con preautorizaciones, que Fiserv liberará en los primeros días de enero. La herramienta resulta especialmente útil en hotelería, gastronomía, alquiler de autos y servicios médicos privados. Un hotel puede asegurar fondos al momento del check in sin concretar el cobro definitivo hasta el final de la estadía. Un centro médico puede reservar el monto de un procedimiento sin exigir el pago en el acto. Para el comercio eso significa previsibilidad y menor exposición al fraude o a cancelaciones de último momento. Para el cliente, la tranquilidad de saber que el servicio queda cubierto sin perder control sobre el gasto. 

Detrás de esa funcionalidad aparece un tema que suele quedar en segundo plano. El cambio tecnológico en medios de pago convive con un cambio paralelo en las técnicas de fraude. Cada mejora pensada para simplificar la vida del usuario genera, casi al mismo tiempo, una nueva forma de intentarlo vulnerar. En ese escenario, la seguridad exige trabajo permanente. Una red grande ofrece más herramientas para proteger a los comercios. El pequeño comercio uruguayo se apoya en la experiencia acumulada en otros mercados donde Fiserv procesa millones de transacciones y bloquea intentos de fraude a diario. La información global se convierte en protección local.

Las innovaciones de software llegan acompañadas también por nuevos dispositivos físicos. A la ya conocida familia de pinpads Lane se suman las terminales RX5000 y RX7000. La RX5000, compacta y robusta, está pensada para comercios con alto volumen de operaciones en espacios reducidos, desde una panadería de barrio hasta un pequeño local de comida rápida. La RX7000 incorpora una pantalla táctil de cinco pulgadas y media, y cámaras para lectura de códigos QR. Es una terminal ideal para supermercados, grandes tiendas y cadenas hoteleras, comercios donde cada segundo en la caja se multiplica por miles de clientes. 

Ambos modelos operan con Android 11, cuentan con procesadores de alto rendimiento y cumplen con los estándares de seguridad más estrictos. “Traer terminales Android de última generación al mercado uruguayo significa innovación, vanguardia y atención a las necesidades de los comercios, en línea con la estrategia global de Fiserv de ofrecer siempre el mejor dispositivo disponible”, sostiene Moccia. 

La otra pieza del ecosistema es Express POS, un sistema integral que combina facturación electrónica, gestión de inventario, administración de ventas y control de promociones. La primera experiencia en Uruguay se dio con Chinamarket, que integró el cobro con tarjeta y la emisión de facturas en un solo paso. El resultado fue una operativa más ágil, menos errores de caja y una lectura más clara del negocio. 

Foto: cedida a Montevideo Portal

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Pero Express POS no se entiende solo como una mejora en la caja física. Forma parte de un desplazamiento más amplio del comercio hacia entornos digitales. No es una plataforma de ecommerce, sino un sistema de punto de venta y facturación electrónica al que se puede acceder tanto desde las terminales móviles como desde un navegador web

El ecommerce crece a un ritmo mayor que el comercio tradicional y desdibuja la frontera entre local y mercado. Un emprendimiento pequeño puede vender fuera de su barrio, de su ciudad e incluso de su país. En ese escenario, un sistema que integra cobro, stock y promociones deja de ser un accesorio y pasa a ser la condición para no quedar rezagado en una competencia que ya no se juega únicamente frente al mostrador. 

“Muchos pequeños y medianos negocios enfrentaban desafíos en la facturación, el control de stock o la fidelización de clientes. Express POS vino a cubrir esos vacíos con una solución todo en uno que los hace más competitivos y eficientes”, resume Moccia. 

La modernización incluye un cambio en la forma de atender a los comercios. Fiserv está en proceso de incorporar WhatsApp como canal de atención al cliente. Para un comerciante que organiza su rutina a través del celular, hablar con la empresa que procesa sus pagos en el mismo espacio donde coordina con proveedores, empleados y clientes tiene una lógica evidente. El nuevo canal no reemplaza a los existentes, los complementa. La cercanía deja de ser un gesto y pasa a integrarse al sistema de servicio. 

Con más de cincuenta mil comercios adheridos y la red de terminales más amplia del país, Fiserv consolida su liderazgo en Uruguay. En un entorno donde el efectivo pierde centralidad y la digitalización se convierte en norma, la advertencia es sencilla y al mismo tiempo contundente. Un comercio que no cuenta con terminales seguras y actualizadas se expone a mayores riesgos de fraude y contracargos. Un comercio que no ofrece métodos modernos de pago, como contactless o Pix, puede perder ventas y clientes que simplemente buscan pagar como lo hacen en el resto de su vida cotidiana. 

El mensaje final de Moccia sintetiza esa apuesta. Fiserv es una empresa global que combina conocimiento internacional y experiencia local y asume el compromiso de acompañar a cada comercio con soluciones seguras, innovadoras y cercanas. En un mercado que ya opera con parámetros propios de países más grandes, esa combinación de escala y proximidad define buena parte del partido que se juega hoy en los medios de pago. Y en la práctica diaria se ve en algo muy concreto. Menos colas, mejor control del negocio, promociones que funcionan y una terminal que se gana, día a día, el lugar de cerebro silencioso del comercio.