“El valor de aprender. Perspectivas globales sobre educación financiera”, el nuevo informe global de Santander, señala que seis de cada diez uruguayos se sienten confiados en la administración de sus finanzas. A nivel mundial, el 61% de las personas encuestadas afirma tener un conocimiento muy amplio o bastante amplio sobre finanzas, mientras que en el relevamiento realizado en Uruguay ese porcentaje desciende al 41%, lo que ya marca una diferencia relevante entre la percepción local y la global.

Esta investigación se presenta en un contexto en el que distintos actores han reconocido la necesidad de impulsar una mayor educación financiera en la población uruguaya. Actualmente, el Parlamento estudia un proyecto de ley que propone incorporar la educación financiera como materia obligatoria en todos los niveles del sistema educativo, desde primaria hasta la universidad, y crear además un programa específico para adultos por fuera de ese ámbito formal. Al mismo tiempo, el informe muestra que un 84% de los uruguayos consultados no recuerda haber recibido educación financiera en el sistema educativo, frente a un 14% que sí lo hace, lo que evidencia la distancia entre la importancia que se le otorga al tema y la formación efectivamente recibida.

La necesidad de fortalecer estos contenidos se observa con claridad en la brecha entre la alfabetización financiera declarada y la real. Aunque a nivel mundial el 61% de los participantes dice tener un conocimiento amplio sobre finanzas y en Uruguay lo hace el 41%, cuando se profundiza en conceptos específicos el panorama cambia. Ante una pregunta concreta sobre inflación, solo el 32% de los encuestados en todos los países respondió correctamente y en el caso de Uruguay la cifra se reduce al 26%. Estos datos permiten comparar la seguridad subjetiva de las personas respecto a la administración de su dinero con las herramientas efectivas con las que cuentan para comprender fenómenos económicos básicos.

El informe también recoge las principales ambiciones financieras de la población. Casi la mitad de quienes participaron en la investigación mencionó como objetivo principal alcanzar un nivel de estabilidad económica tal que les permita no preocuparse por el dinero en el día a día. Las siguientes respuestas más frecuentes se vinculan con metas muy concretas que forman parte de la vida cotidiana, como el ahorro para realizar viajes y el pago de deudas, lo que refuerza la idea de que una mejor formación financiera puede tener impacto directo en proyectos personales y familiares.

En 2024, Banco Santander reforzó su compromiso histórico con la educación financiera, un eje central de su enfoque para promover el bienestar y la inclusión financiera. Desde 2012, la institución desarrolla programas destinados a ayudar a las personas a gestionar sus finanzas, comprender riesgos como el fraude y construir resiliencia frente a los desafíos económicos. Estas iniciativas se adaptan a las necesidades locales de todos los mercados principales donde opera el banco y se alinean con los principios de la Red Internacional de Educación Financiera de la OCDE. Se pone especial foco en grupos como jóvenes, emprendedores, personas mayores y personas en situación de vulnerabilidad y solo en el último año más de cuatro millones de personas en el mundo participaron en actividades y contenidos de educación financiera impulsados por Santander.

En Uruguay, el banco también lleva adelante diversas acciones en esta línea a través de su Programa de Educación Financiera. En ese marco, voluntarios de la institución brindan charlas presenciales y virtuales sobre temas clave como hábitos de ahorro y crédito, planificación financiera para familias y pequeñas empresas, ciberseguridad y competencias para el trabajo. Más de 541 personas ya participaron en estas instancias de formación, que buscan acercar conceptos prácticos y herramientas concretas a distintos públicos en todo el país.

A esas propuestas se suma una iniciativa especialmente pensada para la infancia, que apunta a incorporar la educación financiera desde edades tempranas. Mediante un libro elaborado junto con voluntarios del banco y la Asociación Casa Ronald McDonald, se introduce a los niños en conceptos como el ahorro, la planificación y el uso responsable del dinero de manera didáctica y accesible. La idea es que los más pequeños comiencen a familiarizarse con estos temas a través de historias y recursos pensados para su etapa de desarrollo, de modo que el aprendizaje se integre de forma natural a su entorno.

“Consideramos que nuestro nuevo informe es de gran valor, puesto que nos permite delinear con más precisión nuestras acciones, que apuntan a una mayor educación financiera. De esta forma, desde Santander Uruguay renovamos nuestra determinación de trabajar sobre esta problemática, buscando promover el bienestar económico de toda la población uruguaya”, sostuvo Gustavo Trelles, Country Head de Santander Uruguay. Ese compromiso se apoya en la trayectoria del banco en el país, donde opera desde 1982 con un modelo de banca universal a través de todos sus canales y se ha consolidado como el principal banco privado, con una cuota de mercado en el entorno del 30% en la banca privada.

En la actualidad, Santander Uruguay atiende a más de 500.000 clientes y tiene un rol protagónico en el mercado de tarjetas, en el que ofrece beneficios adicionales en más de doscientas marcas, además de contar con más de cuarenta centros de atención al cliente distribuidos en todo el territorio nacional. Este posicionamiento fue reconocido recientemente cuando la prestigiosa publicación financiera Euromoney distinguió a la institución como Mejor Banco de Uruguay, lo que refuerza su papel como actor relevante en el desarrollo del sistema financiero local y en iniciativas que apuntan a mejorar la formación económica de la población.

El informe de Santander analiza las actitudes, creencias y conocimientos sobre educación financiera de 20.000 personas en diez mercados donde el banco está presente. En esa muestra se observa que la educación financiera ocupa el segundo lugar en importancia, después de las matemáticas, en la lista de asignaturas educativas consideradas prioritarias. En el caso de Uruguay, además, queda por detrás de las lenguas extranjeras. Entre quienes no recuerdan haber recibido formación en este tema en el sistema educativo de los países relevados, el 84% expresa que le hubiera gustado contar con ella y, para suplir esa carencia, las redes sociales se consolidan como fuente de información, ya que uno de cada cinco encuestados en esos diez países afirma que recurriría a esos canales para buscar recursos sobre finanzas.

En Uruguay, sin embargo, todavía predominan otras vías de consulta a la hora de informarse sobre finanzas personales. Un 39% de las personas encuestadas indica que recurriría a un asesor o especialista financiero, un 36% lo haría a organizaciones que proveen productos financieros y un 26% buscaría orientación en familiares. Estos datos, sumados al resto de los hallazgos del informe, refuerzan la relevancia de seguir profundizando en programas de educación y acompañamiento que acerquen herramientas a la ciudadanía para tomar decisiones mejor informadas sobre su dinero.