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Desafío regional

Roche Press Day 2025: expertos llaman a descentralizar la salud para reducir inequidades

El encuentro reunió a referentes regionales que coincidieron en la importancia de acercar diagnósticos y tratamientos al territorio.

24.10.2025 15:00

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2025-10-24T15:00:00-03:00
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Llevar la salud más cerca es uno de los grandes desafíos de América Latina. En la región, más de 55 millones de personas deben viajar más de media hora para atenderse, lo que incrementa costos y retrasa diagnósticos. En el Roche Press Day 2025, especialistas coincidieron en que descentralizar la atención y acercar los tratamientos al territorio es clave para reducir inequidades y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Uruguay, al igual que sus países vecinos, enfrenta un punto de inflexión sanitario: la concentración de servicios complejos en las capitales dificulta el acceso oportuno en el interior, encarece los traslados y favorece diagnósticos tardíos. El encuentro —que reunió a representantes del ámbito académico, público y privado— puso sobre la mesa la necesidad de acercar la atención a las comunidades mediante innovación clínica, reorganización de servicios y prevención sostenida, con foco en la equidad territorial.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más de 55 millones de latinoamericanos deben desplazarse más de 30 minutos para llegar a un centro de salud. En Uruguay, ese desafío se traduce en garantizar un acceso de calidad en ciudades intermedias y localidades del interior, reduciendo tiempos de espera y costos de bolsillo. “La descentralización es una herramienta concreta para mejorar resultados clínicos y devolver tiempo a las personas; cuando el servicio está cerca, la adherencia al tratamiento mejora y los sistemas usan mejor sus recursos”, afirmó Melissa Delgado, directora de Asuntos Corporativos para Centroamérica y el Caribe de Roche.

Un ejemplo de ese cambio es el paso de tratamientos intravenosos a formulaciones subcutáneas, que pueden administrarse en centros locales. En el caso del cáncer de mama HER2+, este ajuste reduce los tiempos de aplicación de 150 minutos a solo 5 u 8 minutos, con descensos de hasta un 80% en costos operativos. Esta innovación también se observa en áreas como la oftalmología y la esclerosis múltiple. Para los pacientes del interior uruguayo, evitar viajes largos a Montevideo significa menos interrupciones laborales y una mayor adherencia a los tratamientos.

El componente económico también fue eje del debate. Las enfermedades crónicas no transmisibles representan el 77% de las muertes en la región y presionan la sostenibilidad de los sistemas. Estudios citados durante el encuentro muestran que por cada dólar invertido en salud, el retorno social puede oscilar entre 2 y 4 dólares en productividad y bienestar, un argumento central para priorizar la prevención y el manejo integral a nivel territorial.

Entre 2017 y 2023, un análisis del Instituto WIFOR sobre innovaciones en América Latina estimó un valor económico positivo superior a 168 millones de dólares y una ganancia de 6.600 años de vida con calidad (QALYs). En contraste, para el período 2024–2027, sin mayor inversión, la región podría perder 1,4 millones de años de vida saludable y acumular una carga socioeconómica del orden de 34.900 millones de dólares. Esto refuerza la urgencia de adoptar modelos de atención más eficientes y sostenibles.

“Invertir en innovación y salud no es un gasto, es la mejor inversión que podemos hacer como sociedad. Un tratamiento novedoso permite a las personas vivir más y mejor, aportando a sus familias, comunidades y a la economía. La inacción, por el contrario, tiene un costo altísimo que no podemos permitirnos”, destacó Benjamín Caballero, gerente general de Roche Uruguay.

La dimensión social también tuvo su lugar. En América Latina, el 32,4% del gasto en salud proviene del bolsillo de las personas, lo que empuja a millones a la pobreza. Reducir derivaciones mediante atención local ayuda a amortiguar ese impacto y a liberar capacidad en los hospitales de referencia. Integrar redes territoriales, protocolos claros y terapias de administración local puede ser decisivo para acortar brechas entre el sistema público y el mutual.

El encuentro concluyó con un mensaje común: descentralizar para estar más cerca no es solo reorganizar servicios, sino coordinar políticas, presupuestos y capacidades con metas medibles. Para Uruguay, avanzar en esta dirección implica sostener la prevención, ampliar la cobertura efectiva en el interior y evaluar tecnologías según su valor social. La transformación del sistema requiere cooperación entre el Estado, la academia, los equipos clínicos y la comunidad.