MICROWD, fintech social española, invierte en Uruguay para impulsar el negocio de mujeres emprendedoras, brindando un microcrédito que les permita invertir en su empresa ofreciendo también acceso a formaciones, herramientas digitales, redes de mentorías y consultorías de negocio.
Esta social española busca acelerar el desarrollo de distintas comunidades apostando por la inclusión financiera de mujeres extraordinarias. Desde hace más de 6 años viene trabajando con mujeres emprendedoras, habiendo apoyado ya a más de 6000 mujeres en Perú, Nicaragua, México y Costa Rica.
Siguiendo una filosofía de generación de rentabilidad e impacto, MICROWD hace uso de la tecnología para conectar a inversores a nivel global con mujeres emprendedoras que quieren impulsar o invertir en un negocio. Actuando de la mano de ONGs internacionalmente reconocidas como Cáritas o AEDES, MICROWD trata de ofrecer productos y servicios financieros que se adapten a las necesidades de la población tradicionalmente excluida del sistema bancario.
Ahora desembarcó en Uruguay, buscando generar alianzas para poder ampliar su huella en América Latina.
+ 800 inversores sociales han decidido confiar
+ 7500 créditos concedidos
El problema
El principal problema a hacer frente es el de exclusión financiera, porque aún hay más de 1700 millones de personas desbancarizadas a nivel mundial, de las cuales el 35% son mujeres. La falta de acceso a servicios financieros, y en particular al crédito, impiden el desarrollo económico de comunidades, limitando su capacidad para emprender o invertir en sus negocios. En la región donde tiene lugar nuestro proyecto, Latinoamérica, aún nos encontramos con que el 46% de la población no tiene ni siquiera una cuenta bancaria. Esto supone un estancamiento económico que hace que el 30% de la población aun siga viviendo en condiciones de pobreza. Además, cabe resaltar que las zonas en las que operamos, muchos clientes sí que tienen acceso a créditos, pero solamente a través de financiadores informales como usureros, que cargan unos intereses prohibitivos, que solo contribuyen a sumir aún más en la pobreza a las personas que se ven forzadas a recurrir a sus servicios.
HISTORIA DE MICROWD
Nuestra historia comienza en 2013 cuando, nuestro fundador y CEO, decide emprender una aventura que muchos pueden calificar como arriesgada. La aventura consiste en confiar. Confiar en mujeres a las que tiene la oportunidad de conocer durante su estancia en Nicaragua. Decide ayudarlas a financiar sus proyectos empresariales, dándoles préstamos con sus propios ahorros y con los de su familia y amigos. Lo que le empuja a confiar en ellas es que detecta que estas mujeres son trabajadoras, honestas, ambiciosas, pero, sobre todo, que tienen una gran voluntad por mejorar sus vidas y las de sus familias.
Después de 3 años concediendo microcréditos a mujeres, los frutos de este piloto comienzan a verse: las mujeres están aumentando sus ingresos, son capaces de hacer crecer sus negocios y contratar a más gente, algunas mejoran sus casas, son capaces de invertir en educación o en salud, mejorando así la calidad de vida de sus familias y mejorando sus comunidades. El impacto social es visible, pero, además, otra cosa se hace latente: las mujeres son capaces de repagar los préstamos con un interés que hace que esta iniciativa pueda convertirse en una empresa sostenible, capaz de generar retornos financieros para seguir creciendo y seguir llegando a más mujeres.
Por ello, se decide constituir Microwd, una empresa española dedicada a conectar inversores europeos con mujeres emprendedoras. Se comienza operando a través de ADENOCH, una asociación que trabaja por el desarrollo de las comunidades rurales nicaragüenses. En 2017, un grupo de inversores deciden unirse al proyecto, y lo hacen motivados por el potencial impacto que Microwd puede tener, pero también porque ven en Microwd una empresa capaz de generar beneficios. Así, Microwd continúa creciendo, expandiendo sus operaciones a Perú y logrando firmar acuerdos de colaboración con otras tres organizaciones de desarrollo. En 2019 Microwd decide impulsar la creación de vehículos propios de inversión en terreno. De esta manera, se crea una Cooperativa de Ahorro y Crédito en Perú, una Institución Microfinanciera (IMF) en Nicaragua, y una SOFOM en México. Hoy, Microwd sigue creciendo, haciendo frente a nuevos retos y manteniéndose fiel a su misión inicial de acelerar el desarrollo a través de servicios financieros.
