Las Bancas de Quinielas sellan un acuerdo con Manantiales para prevenir la ludopatía

Las Bancas de Quinielas del Uruguay presentaron el jueves 11 de diciembre un acuerdo con Fundación Manantiales que busca reforzar la prevención y el acompañamiento frente a la ludopatía, especialmente la que crece en entornos digitales. No se trató solo de una firma, sino de un mensaje político, sanitario y educativo en un momento en que el país se prepara para discutir la regulación del juego online.

La gerenta general de la Banca de Montevideo, Sandra Conde, enmarcó esta alianza dentro de una política que lleva más de una década certificada en el máximo nivel de la World Lottery Association. Recordó que La banca fue “la primera organización de juego en alcanzar el nivel más alto de responsabilidad en toda América del Sur y Central” y que hoy la asociación mundial sigue ubicando a Uruguay “como referente para las demás loterías del mundo”.

Para Conde, esa posición obliga a que las decisiones estratégicas también bajen al día a día: “El juego responsable no es un sello, es algo que atraviesa desde la toma de decisiones hasta la operación cotidiana”, dijo, antes de explicar que el convenio con Fundación Manantiales incluye tres ejes: un fondo becario solidario para personas que necesiten tratamiento, la producción de ocho videos de sensibilización, especialmente dirigidos a familias con adolescentes; y una plataforma educativa digital destinada a docentes, directores de centros educativos, entrenadores deportivos y cualquier actor que tenga incidencia directa en esas franjas etarias que hoy están “tan vulnerables”.

Sandra Conde. Foto: Javier Noceti

Conde subrayó que esa plataforma será de alcance nacional y permitirá que quienes trabajan en la educación y en el deporte puedan formarse como agentes prevencionistas. “No se trata solo de detectar un problema: se trata de intervenir a tiempo para que no escale”, explicó ante autoridades nacionales, legisladores y representantes del Ministerio de Salud Pública.

El presidente de Las Bancas, Roberto Palermo, profundizó en el sentido del acuerdo. Agradeció la presencia de organismos reguladores, gremios y organizaciones sociales, y definió el anuncio como “un paso profundamente significativo”, porque integra dentro del ecosistema del juego regulado la mirada clínica y preventiva de una institución con más de 30 años de trayectoria.

Foto: Javier Noceti

Sobre Manantiales, destacó que su trabajo “respaldado por miles de historias de recuperación y por el reconocimiento de organismos como la OEA, la OMS y la Unesco aporta credibilidad profesional y sensibilidad humana”, en un momento en el que, según sus palabras, el país necesita ambas cosas.

Palermo dedicó parte de su intervención a contextualizar el rol del Estado. Señaló que, si bien los mercados son eficientes para muchas actividades, el juego “no puede quedar librado simplemente a la lógica comercial, porque el juego es una actividad que puede entrañar daño a la población, y por tanto el Estado debe regular, controlar y cuidar”, expresó.

Roberto Palermo. Foto: Javier Noceti

En esa línea, insistió en que “abrir sin controles genera problemas y regular con responsabilidad genera soluciones”, citando los casos europeos donde la liberalización derivó en retrocesos: el Reino Unido endureciendo normas, España restringiendo la publicidad e Italia cerrando casi por completo la promoción de apuestas. También recordó el modelo de Noruega, al que definió como “el único país realmente comparable con Uruguay”, con una plataforma única estatal que redujo la ludopatía a menos del 1%.

El presidente dedicó varios minutos a una reflexión sobre filosofía política e historia, desde Hobbes a Locke, para explicar que la regulación del juego debe mantener un equilibrio entre libertad y protección. “El cuidado del apostador es tan importante como la oferta misma de juego. Ese es un principio que Uruguay ha defendido desde hace más de un siglo, cuando en 1882 se prohibieron todos los juegos, salvo los autorizados para funcionar como válvula de escape a un impulso humano que existe desde tiempos remotos: el impulso lúdico”, subrayó.

Desde Fundación Manantiales, su representante Nidia Bentancor reiteró la magnitud del problema: “La ludopatía digital es un fenómeno en crecimiento que impacta en familias, en el trabajo y en proyectos de vida”, dijo, remarcando que detrás de cada estadística hay personas que necesitan acompañamiento. Contó que la institución lleva 32 años trabajando en prevención y tratamiento de adicciones, con más de 7.100 personas recuperadas y más de 2.000 talleres dictados en centros educativos y empresas.

Nidia Bentancor. Foto: Javier Noceti

A nivel internacional, recordó que la ONG tiene estatus consultivo ante la OEA y ha sido seleccionada por Naciones Unidas para implementar programas de prevención en ámbitos laborales y educativos.

Bentancor explicó que uno de los puntos centrales del plan es comprender la vulnerabilidad adolescente. Ese concepto se profundizó en un video en el cual el licenciado Adrián Dall Asta, director de Orientación Familiar de Manantiales, explicó que durante la adolescencia “las áreas emocionales vinculadas al placer, la novedad y la excitación están en pleno auge”, lo que lleva a actuar primero y pensar después.

“No es irresponsabilidad: es biología”, sostuvo Dall Asta. Según el especialista, cuando ese sistema neurológico se cruza con plataformas diseñadas para recompensar la inmediatez, se genera “un cóctel peligroso”. Cada pequeña ganancia dispara dopamina, pero cuando se pierde, “el cerebro ya se acostumbró” y pide más. “El adolescente no juega solo con dinero; juega con su sistema nervioso”, advirtió. Y remarcó un concepto clave: la impulsividad es el puente entre la gratificación inmediata y la adicción. “Por eso los padres deben enseñar a introducir la pausa”.

Al cerrar la conferencia, Palermo volvió sobre la dimensión ética del acuerdo. “No es solo una firma: es una declaración de principios. Hablamos de personas, de familias, de vidas que pueden fortalecerse o quebrarse según las decisiones que tomemos como sociedad”, subrayó. Destacó que el país está ante un debate que involucra salud pública, transparencia, innovación tecnológica y responsabilidad social, y que como sector concesionario del Estado “no solo tenemos derecho a participar; tenemos la obligación de hacerlo con visión de futuro”.

Foto: Javier Noceti

El presidente valoró especialmente la idea de Manantiales de crear un entramado social de personas formadas en prevención: “Una red que incluya profesores de educación física, docentes, entrenadores, directores de clubes, académicos, legisladores, policías e integrantes del sistema judicial. Esa plataforma puede convertirse en una contención real ante el desarrollo de esta adicción”, enfatizó.

Palermo cerró la presentación recordando que prevenir, educar y acompañar es parte del camino. Que el juego es inevitablemente humano, pero la protección siempre debe ser una política. Citando a Charles de Gaulle, señaló: “La grandeza se mide por el servicio que hagamos a la nación”, y en esa línea de servicio a la comunidad es a la que Las Bancas de Quinielas del Uruguay siguen apostando.

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