"El vidrio es un material muy reciclable, pero que en Uruguay hoy en día tiene dificultades para su valorización. Por eso apostamos a la búsqueda de nuevas soluciones", explicó Gabriela Cibils, responsable de Relaciones Institucionales, Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de FNC.

A partir de una propuesta de Arenas de Vidrio, ambas empresas articularon ideas con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, y a inicios de 2020, se solicitó un estudio para profundizar en los antecedentes internacionales de las aplicaciones del vidrio como sustitución de áridos para su uso en la industria de la construcción y para evaluar su replicabilidad en el país.

Arenas de Vidrio procesó las muestras de material y coordinó las primeras pruebas con Grupo Bitafal, que puso a disposición su laboratorio y su expertise para desarrollar mezclas que reemplacen arena por vidrio, mientras que FNC colaboró con el suministro de información, acompañamiento técnico, material para los ensayos y logística de transporte. Este proceso llevó más de dos años de investigación y pruebas, hasta materializarse finalmente en un producto terminado.

"Bitafal realizó pruebas con distintas granulometrías, pensando en distintas aplicaciones para diferentes productos. La conclusión es que en general el vidrio puede reemplazar a la arena de forma segura en un cierto porcentaje de sustitución, sin presentar problemas de resistencia ni alterar el aspecto visual. Tiene algunas ventajas en cuanto a su uso en mezclas en frío y a la mejor resistencia al deslizamiento del pavimento", explicó Cibils.

Recientemente se realizó el primer tramo experimental de asfaltado en la ciudad de Trinidad, en la calle Inés Durán, con el apoyo de la Intendencia de Flores. Además, se está probando el material en otras aplicaciones como rellenos, base de fijación de tuberías y mezclas con cemento para productos como baldosas, pisos, adoquines.

La responsable de las Relaciones Institucionales de FNC, dijo que este la empresa continuará trabajando en busca de una operación más sustentable, lo que implica mejorar la circularidad de sus envases, promoviendo la retornabilidad y apoyando el desarrollo de emprendimientos locales de valorización de los descartables.

"Somos una compañía que está cumpliendo 155 años en Uruguay, y queremos seguir apoyando el desarrollo del país y de su gente. Estamos pensado en los próximos 100 años y para ello es necesario que la sustentabilidad económica, social y ambiental sea parte central de nuestro negocio, incorporada en la manera de hacer las cosas en el día a día", concluyó.