Durante años, los titulares han advertido sobre robots que están robando empleos, la automatización que está destruyendo carreras profesionales y la inteligencia artificial (IA) que crea un futuro incierto para las generaciones más jóvenes. Pero si les preguntas a los becarios de la Generación Z que se incorporarán al mercado laboral en 2025, la historia es muy distinta.

Según una nueva encuesta a más de 1100 becarios de KPMG en Estados Unidos, la Generación Z no ve la IA como una amenaza inminente. En cambio, la ven como una herramienta poderosa que utilizan con confianza para mejorar su rendimiento. Si bien la mitad de los encuestados espera que aproximadamente el 20 % de sus trabajos se automaticen una vez que comiencen a trabajar a tiempo completo, el 92 % cree que puede adaptarse. Lo que buscan en sus empleadores no es protección frente a la tecnología, sino mentoría, estabilidad y un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal.

“La Generación Z está aprovechando la IA”, afirmó Derek Thomas, socio nacional a cargo de Adquisición de Talento Universitario en KPMG US. “Mientras que otras generaciones aún debaten si usarla, la Generación Z está explorando formas nuevas y creativas de utilizar la IA para aumentar la eficiencia en su vida diaria y mejorar su desempeño laboral”.

En una entrevista con Fortune , Thomas comentó que ha visto cómo, con la integración de la IA en los flujos de trabajo de los jóvenes, «algunas de esas tareas rutinarias que hacían antes ahora se pueden automatizar, y las cosas que simplemente no requerían mucha reflexión, los procesos más rutinarios, ahora se realizan mediante la tecnología». Los nuevos empleados, a menudo de la Generación Z, están llegando a un punto en el que pueden abordar problemas más grandes y profundos, y usar un pensamiento más crítico que lo esperado anteriormente. Están «profundizando en el aspecto analítico, el lado más arriesgado y complejo de las cosas, en una etapa más temprana de su carrera de lo que yo probablemente lo habría hecho en mis inicios».

Experimental digitalmente, pero cauteloso

La encuesta, realizada en julio de 2025, muestra que la comodidad de la Generación Z con la IA destaca notablemente en comparación con sus compañeros de mayor edad en el ámbito laboral. El 60 % de los becarios se describieron como más experimentadores con las herramientas de IA que otras generaciones, aplicándolas no solo a proyectos académicos y laborales, sino también a tareas personales. Casi nueve de cada diez ya utilizan IA generativa al menos una o dos veces por semana.

Aun así, la confianza no significa una confianza ciega. Al preguntarles sobre los riesgos, los becarios señalaron primero la dependencia excesiva: el miedo a perder la creatividad y el pensamiento crítico en el proceso. La desinformación y el sesgo algorítmico le siguieron de cerca como preocupaciones. Esta mezcla de entusiasmo y cautela distingue a esta generación: desean dominar las nuevas tecnologías, pero no se rinden ante ellas.

Esa tensión se extiende también a la educación. Solo el 8% dijo que sus universidades fomentaban firmemente el uso de herramientas de IA, mientras que más de la mitad informó que las escuelas permitían la IA bajo pautas estructuradas. Para la Generación Z, el mensaje es claro: la IA es valiosa, pero los límites y el equilibrio importan. EY , el rival de KPMG entre las 4 grandes, llegó a conclusiones similares en su propia encuesta exhaustiva a la Generación Z. Son la " generación pragmática ", escribieron Marcie Merriman y  Zak Dychtwald , abordando los "hitos tradicionales de la vida" con una especie de "escepticismo razonado" que surge al ver muchos mitos desmentidos en sus años de formación.

Thomas dijo que es una perspectiva interesante y, en su experiencia, ha visto a la Generación Z querer ver evidencia antes de comprometerse con un enfoque determinado. "Por ejemplo, ir a la oficina y mostrarles ese beneficio". Dijo que ha visto una actitud entre la Generación Z como: "Bueno, me estás diciendo que será bueno para mí, pero ¿de verdad lo es?". Cuanto más puedan los líderes mostrarles cuáles serán los beneficios, más confianza tendrán en que no están haciendo algo solo por hacerlo. Sin duda, este es un gran cambio para la Generación X y los millennials mayores, de quienes se esperaba que estuvieran en la oficina todos los días desde las 8:30 o 9:00 a. m., sin excusas.

Una rebelión de 9 a 5

Quizás la diferencia más notable entre la Generación Z y las generaciones anteriores no sea su relación con la tecnología, sino su visión del lugar de trabajo. Los horarios tradicionales de 9 a 5, un pilar de la vida corporativa durante décadas, no forman parte de su futuro ideal. Casi la mitad de los becarios encuestados afirmó que la eliminación de las rígidas estructuras de jornada laboral era su principal deseo.

¿Qué desean más que nada? Equilibrio. El equilibrio entre la vida laboral y personal se posicionó como la principal prioridad al considerar empleos a tiempo completo, superando al salario. Los becarios expresaron su preocupación sobre cuándo, o si, sería aceptable alejarse de sus escritorios, revelando cómo las normas laborales aún imponen presiones sutiles. Muchos también quieren que los empleadores reduzcan los requisitos obligatorios de video durante las reuniones virtuales y que prioricen el bienestar más que las generaciones anteriores.

Thomas afirmó en la encuesta que la Generación Z busca "grandes carreras con un equilibrio real... Y aquí está la ironía: la generación más conectada digitalmente de la historia sabe que la verdadera magia profesional se da en persona. Quieren mentores, no solo gerentes, y están aprendiendo experimentando y observando las interacciones en persona".

Thomas resumió la actitud que observa en los trabajadores de la Generación Z: "¿Puedo tener flexibilidad para realizar el trabajo, siempre y cuando muestre los resultados que necesitan?". Explicó que esto implica un intercambio, ya que la flexibilidad no significa llegar a las 5:00 a. m. cuando no hay nadie en la oficina. Una vez que se resuelve esa negociación, añadió: "Ha sido sorprendentemente más fácil conseguir que los jóvenes vengan a la oficina con más frecuencia y quieran estar más involucrados que algunos de los que llevan más tiempo en la empresa, así que me ha sorprendido gratamente ver que realmente desean interactuar en persona".

Los beneficios de bienestar son fundamentales en esa ecuación. El bienestar financiero encabezó la lista de programas de apoyo deseados, seguido de las ventajas flexibles de bienestar y los beneficios familiares. Para una generación que creció en un contexto de volatilidad económica, la salud financiera y la seguridad a largo plazo son factores muy importantes.

Mentoría sobre máquinas

Otra revelación notable de la encuesta: a pesar de ser nativos digitales, la Generación Z muestra una fuerte preferencia por el aprendizaje presencial sobre cualquier modalidad tecnológica. Los becarios afirmaron que la mentoría presencial, el intercambio de conocimientos entre pares y los proyectos prácticos eran las formas más efectivas de aprender.

Irónicamente, los videos de formato corto y el aprendizaje adaptativo impulsado por IA (formatos diseñados para atraer a estudiantes de ritmo rápido) se ubicaron entre los menos preferidos.

La encuesta también destaca la importancia de la cultura de oficina en su desarrollo. Los encuestados consideraron que las interacciones en persona eran las más útiles para adaptarse a las normas laborales, ya sea observando a los gerentes en reuniones o compartiendo conversaciones informales durante el almuerzo. Estas interacciones no solo generaron confianza, sino que también forjaron vínculos personales: la mayoría afirmó haber forjado cinco o más amistades genuinas con compañeros en prácticas este verano. Gallup ha encontrado apoyo en encuestas recientes, destacando que la Generación Z se perfila como la generación menos entusiasmada con el teletrabajo.

Estabilidad en un mercado incierto

Aunque a menudo se estereotipa a la Generación Z como inquieta o cambiante, la encuesta revela otra historia. Casi el 60 % afirmó que espera pasar la mayor parte de su carrera profesional en una o dos empresas, ascendiendo profesionalmente mediante la adquisición de experiencia, en lugar de cambiar constantemente de empleador. Otro 35 % prevé permanecer en un mismo sector y cambiar de puesto con el tiempo, mientras que el 27 % afirma que priorizará el propósito profesional por encima de las trayectorias profesionales tradicionales.

Sea cual sea la trayectoria, la estabilidad es una gran amenaza. Estas preferencias reflejan las presiones económicas con las que creció la Generación Z: recesiones globales, shocks inflacionarios y oleadas de despidos en diversos sectores. La seguridad y las oportunidades de crecimiento superan el atractivo de la reinvención constante.

“La Generación Z busca profundizar, no expandirse”, dijo Thomas. “Buscan empleadores que inviertan en su crecimiento, ofrezcan trabajo con propósito y brinden la estabilidad necesaria para construir carreras profesionales significativas a largo plazo”.

Luchando contra las etiquetas y moldeando la cultura

La identidad cultural sigue siendo un factor clave para esta generación. Al preguntarles sobre la creación de entornos de trabajo inclusivos, el respeto a las diferentes perspectivas ocupó el primer lugar, seguido de la adaptación a diversos estilos de trabajo. Sin embargo, su mayor desafío en entornos de trabajo digitales fue decidir cuánta personalidad revelar en línea, una señal reveladora para una generación a menudo criticada por compartir demasiado en redes sociales.

Uno de los mensajes más claros de la encuesta es que la Generación Z quiere redefinir los estereotipos que se les atribuyen. Casi la mitad de los encuestados afirmó que la percepción de su generación como "perezosa o desmotivada" era la etiqueta que más deseaban eliminar.

Ese estereotipo contradice cada vez más los datos de las encuestas y los comportamientos que los empleadores ya observan. La Generación Z es experta en tecnología, proactiva en cuanto al bienestar, con un propósito profesional definido y centrada en aprender de las interacciones humanas reales. Puede que no se adapten a las estructuras rígidas de décadas pasadas, pero les motiva construir vidas con propósito, estables y equilibradas.

Thomas compartió que él mismo tuvo que superar ese tipo de prejuicio antes de reconocer que lo que él consideraba una reticencia a trabajar duro se debía en realidad a que la generación Z se sentía mucho más cómoda poniendo límites con él que él a esa edad. "No crecí sabiendo que podía establecer límites, que estaba bien sentarme y tratar de encontrar ese equilibrio", dijo, elogiando lo que él considera un "grupo de personas realmente innovadoras".

La propuesta de la Generación Z

Para los empleadores, esta investigación es más que una instantánea generacional. Las empresas que consideran la IA únicamente como un sustituto para reducir costos se arriesgan a alienar a una generación que la ve como una mejora. Las organizaciones que se aferran a horarios de trabajo rígidos o invierten poco en mentoría pueden perder la oportunidad de retener a algunos de los talentos más adaptables que se incorporan al mercado laboral.

La Generación Z no pide menos trabajo. Pide un trabajo más inteligente, más flexible y más sostenible: un trabajo que les permita crecer como profesionales sin sacrificar su bienestar.

“Esta generación busca carreras que impulsen sus ambiciones sin agotarlas”, concluyó Thomas. “La Generación Z se entrega por completo al trabajo y espera que sus empleadores apoyen cada aspecto de esa ecuación. Se trata de construir una vida plena, no solo una carrera exitosa”.

En definitiva, Thomas declaró a Fortune que el trabajo sigue siendo trabajo y nada triunfa tanto como el éxito. Les dice a los nuevos empleados que cuanto mejor se desempeñen, mayor será su ansiada flexibilidad. "Les recalcamos la importancia de demostrar que pueden hacer el trabajo y que se puede confiar en ellos". Eso suena a algo completamente anticuado: una sólida ética laboral.

Esta historia apareció originalmente en Fortune.com