Contenido creado por Inés Nogueiras

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Nuevo fármaco para tratar la anemia en Enfermedad Renal Crónica

LA ANEMIA AFECTA A PACIENTES RENALES CRÓNICOS

En 2007 se produjo un hito para el combate de la anemia en pacientes con Enfermedad Renal Crónica: la aparición de un fármaco que superó las limitaciones de los tratamientos actuales. La droga, cuya nombre comercial es Mircera, se lanzó en 2008 en el mercado uruguayo.

29.07.2008

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2008-07-29T16:46:00-03:00
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La anemia en pacientes con Enfermedad Renal Crónica es la que genera un mayor número de hospitalizaciones y mortalidad, al asociarse la anemia a otras complicaciones.

En Uruguay, estudios realizados en poblaciones en riesgo revelaron una alta prevalencia de la anemia en personas en pre diálisis y en diálisis. Según datos del Programa de Salud Renal, del universo de personas que ingresaron a diálisis, el 80% tenía anemia

En 2007 se produjo un hito para el combate de esta enfermedad con la aparición de un fármaco que superó las limitaciones de los tratamientos actuales.

La droga, cuya nombre comercial es Mircera, se lanzó en 2008 en el mercado uruguayo luego de que su eficacia y seguridad fue comprobada por medio de un programa clínico sin precedentes.

 

Generalidades sobre la anemia

La anemia –que se produce cuando hay cantidad de glóbulos rojos por debajo de lo normal- está entre las dolencias más comunes que afectan a los seres humanos.

Se padece anemia cuando la sangre no está transportando el suficiente oxígeno al resto del cuerpo.
La causa más común de la anemia es no tener suficiente hierro. El cuerpo necesita del hierro para producir hemoglobina (Hb), que es el componente de los glóbulos rojos encargado de transportar oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.

A los fines prácticos, la anemia se define como una reducción de la concentración de Hb inferior a 11 gramos por decilitro.

Anemia renal

La anemia en pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la que genera mayores índices de mortalidad y hospitalizaciones dado que, fundamentalmente, agrava complicaciones de la esfera cardiovascular (cardiopatíaisquémica e insuficiencia cardíaca).

Descompensa esas patologías que son muy frecuentes en personas con ERC.
Cuando no se corrige la anemia en este tipo de pacientes, empeoran todos los parámetros de calidad de vida.

La anemia renal es uno de los motivos de una incompleta rehabilitación física y sociolaboral; el paciente resiente más los problemas con el trabajo y otras actividades diarias.

Las personas con anemia renal importante tienden a estar en cama, moverse poco; se cansan ante el mínimo esfuerzo; por eso se dice que la fatiga es el síntoma más informado, pero el que se recupera mejor a partir de un efectivo tratamiento.
Tratar de elevar la calidad de vida en la medida de lo posible implica considerar aspectos emocionales, sociales, físicos y mentales del paciente.

Por otra parte, la anemia en la ERC es la que genera el mayor impacto económico para el Estado y la sociedad en su conjunto.

Representa un problema de atención médica e infraestructura que demanda múltiples intervenciones de salud y disponibilidad de un equipo multidisciplinario.

La anemia es uno de los problemas más frecuentes en los pacientes en diálisis y/o con transplantes; estos tratamientos sustitutivos para la insuficiencia renal involucran recursos económicos y tecnológicos más elevados.

Una pequeña porción de la población utiliza un porcentaje muy alto de los costos de la salud, por lo que se torna importante que los recursos que paga la sociedad sean utilizados con máxima eficiencia.

En ese marco, resulta gravitante la adopción de políticas preventivas, orientadas a evitar que la mayor cantidad de personas que tienen enfermedad renal no lleguen a la etapa de los tratamientos sustitutivos.

La anemia por ERC obedece a múltiples causas, pero la principal es la carencia de eritropoyetina, una hormona necesaria en el proceso de producción de glóbulos rojos.

Se afirma que es una carencia relativa, ya que el riñón enfermo no es capaz de producir toda la eritropoyetina que la persona necesita.

La anemia por ERC tiene la misma prevalencia en mujeres y hombres y es en general invalidante.

Corresponde precisar que muchos de los síntomas y signos de la anemia resultan de una reducción en la capacidad de la sangre para el transporte de oxígeno. Los síntomas y signos, que son semejantes en casi todas las formas de la anemia, son:

- cansancio, fatiga y laxitud
- falta de aire
- mareo y/o dolor de cabeza
- palpitaciones, la persona se queja de sentir sus latidos cardíacos
- palidez de las palmas de la mano y debajo de las uñas

Estudios clínicos

El impacto estadístico de la anemia renal en Uruguay puede observarse en estudios clínicos epidemiológicos (observacionales y retrospectivos) realizados en miles de pacientes con ERC.

Los resultados estadísticos derivan de datos procedentes del Registro Uruguayo de Diálisis (Diciembre de 2006) y del Programa de Salud Renal (Mayo 2007), los más actualizados en la materia.

El Registro integra a todos los pacientes uruguayos que están en diálisis y el Programa tiene como objetivo detectar la enfermedad renal crónica lo más tempranamente posible.

Está orientado a la población con mayor riesgo, como ser diabéticos, hipertensos y personas mayores de 65 años.

Precisamente, de los estudios efectuados con esta población –ya sea en diálisis o antes de diálisis- (GRAFICA 1) que tienen una Hb menor a 11 gramos por decilitro (es decir que tienen anemia), se verificó lo siguiente


El 35% de 255 personas (más de la tercera parte) con ERC en estadío IV y V presentaban anemia, con sólo la quinta parte de la función renal en actividad normal.
Estos datos revelan la prevalencia de la anemia en la población en el momento de ingresar a diálisis.

De 406 personas que ingresaron a diálisis, el 80% tenía anemia, lo mismo que el 59% de los pacientes que ya estaban en diálisis (ya sea hemodiálisis o diálisis peritoneal).


Estos datos mostraron la alta prevalencia de la anemia en la población en pre diálisis y en diálisis, pero sobre todo al momento de ingresar a diálisis, aun pese a la aceptable accesibilidad a la medicación específica (eritropoyetina) y al buen entrenamiento de los equipos tratantes.

Precisamente, la prevalencia tan alta de anemia en etapas de insuficiencia renal antes del ingreso a diálisis genera riesgos de morbilidad y mortalidad, al asociarse la anemia a otras complicaciones

Por su parte, de un estudio realizado en 2004 por DOPPS (Diálisis Outcomes and Practice Patterns Study) en EEUU, Canadá y varios países europeos en 7.998 pacientes en diálisis, se observó que el riesgo de hospitalización aumenta cuando la Hb es inferior a 11 gramos por decilitro.

En mismo estudio realizado por otro grupo de investigadores analizó que la tasa de mortalidad aumenta el doble cuando la Hb es menor a 10 gramos por decilitro, o sea que un gramo de Hb más bajo implica un riesgo significativo mayor de mortalidad en poblaciones de personas en diálisis.

Asimismo, un estudio retrospectivo realizado en Francia en 2004 reveló que en pacientes con anemia, el aumento de la Hb se asocia con la mejora de los parámetros de calidad de vida, así como con la actividad física, actividad social y la función cerebral (cognitiva).


CERA: un antes y un después para el tratamiento de la anemia renal.

En 2007 se produjo un hito en el tratamiento de la anemia en pacientes con ERC, con la aparición en el mercado del Metoxi-polietilenglicol-epoetina beta, el primer Activador Continuo del Receptor de la Eritropoyetina (CERA).

El nombre comercial de este primer activador es Mircera, un fármaco producido por Laboratorios Roche que supera las limitaciones de los tratamientos actuales en pacientes con anemia por ERC.

Mircera comenzó a ser comercializado en Uruguay a partir del segundo semestre de 2008.

Propiedades de Mircera.

La eficacia y seguridad de Mircera ha sido comprobada por intermedio del mayor programa clínico jamás emprendido para un tratamiento farmacológico de la anemia relacionada con la ERC

El programa constó de 10 estudios multicéntricos, en los que participaron más de 2.700 pacientes de 29 países.

La propiedad principal de Mircera es que se administra con menor frecuencia, una sola vez por mes vía intravenosa o subcutánea y sin modificar la dosis, otorgándole al paciente mayor comodidad y menor dolor.

Con ello se logra mantener los niveles estables de Hb, superando la anemia.. Usando el tratamiento anterior (Epo), el paciente debía recibir la administración tres veces por semana. De esta forma con Mircera, el paciente pasa a inyectarse tan solo 12 veces al año en lugar de 156, mejorando sustancialmente su calidad de vida.

Mircera reduce casi totalmente la fatiga al restablecer a niveles normales la hemoglobina y oxigenar el cuerpo
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