Con el paso de los años el trabajo ha cobrado nuevos significados en la vida de las personas y son cada vez más los que han abandonado el llamado "piloto automático" y el concepto de "sacrificio" buscando estar más presentes en el día a día, ser protagonistas y colaborar con la empresa poniendo en la balanza la gratificación y la motivación personal.

Estas conclusiones parten de un estudio realizado en Argentina por Kimberly-Clark, empresa líder en productos para la higiene y el cuidado personal, en el marco de la promoción del concepto "Vivir Presente" que lleva adelante con el objetivo de impulsar a que las personas lleven una vida más conectada a nivel personal y con su entorno, familia y amigos.

"Hoy queremos que el trabajo nos dé plenitud y bienestar, porque si yo contribuyo, entonces siento que sirvo para algo y eso me da felicidad", afirma Paula Molinari, fundadora y presidente de WHALECOM, consultora líder en Latinoamérica en gestión del cambio y desarrollo de organizaciones e individuos.
De acuerdo a los resultados del informe, los individuos mezclan la dimensión personal con la laboral. El sentido de propósito y la pasión retroalimentan el estar presentes en lo laboral. El propósito definido acerca de lo que se hace, de lo que le interesa, del porqué, encuentra el disfrute en la tarea que realiza, se involucra y logra ser protagonista.

En esta tendencia, la "nueva presencia" implica otros ritmos y tiempos, una participación activa donde las nuevas tecnologías cumplen un rol muy importante. El "estar disponible" comienza a ser casi tan importante como estar presente.

En este mundo laboral de participación y disponibilidad, la tecnología se convierte en una "aliada". El 79% de los encuestados afirmó que ayuda a "estar presente" laboralmente, más allá de los límites de horas y espacio. A su vez, un 68% coincide que esa presencia sin límites implica desarrollar una mayor autonomía y autogestión.

En este caso el rol de la tecnología es disruptivo, porque se considera que la inmediatez hace mucho más sentido y genera más sensación de "estar" que la propia presencia física.

Sin embargo, surgen algunas nuevas versiones contrapuestas. Para un 71% estar disponibles para dar respuestas aún fuera del horario y lugar de trabajo, demanda una mayor exigencia y presión que antes.
Por otro lado, hay diferencias sobre el concepto de "estar presente" en hombres y mujeres. Las mujeres tienen cada vez más demanda de multiplicidad de roles en donde "estar presente" y disponible y lo hace desde lo emocional, mientras que el hombre mantiene su presencia más asociada al hacer, resolver, aportar desde un rol de proveedor.

En ese marco de cambios, el rol del jefe también se ha ido modificando con el paso del tiempo. En la actualidad, se prefiere y elige un modelo de rol de cercanía y de interconexión, vinculado con entender qué le pasa al otro íntegramente desde lo laboral y lo personal.

"El rol antiguo del jefe se relacionaba con hacer cumplir los objetivos, hoy tiene muchísimas más exigencias que antes: es registro del otro además de acompañamiento para alcanzar resultados, catalizador de aprendizajes y transformaciones", apunta Molinari.

De acuerdo con el estudio, 6 de cada 10 estima que hoy en día se espera mucha más cercanía de un jefe que hace 25 años atrás. Tiene lugar una mayor búsqueda de liderazgo con foco en el desarrollo y disfrute de los empleados, con una dosis de empatía y humanidad. Un jefe presente es empático, con múltiples gestos, que busca además la autonomía de los empleados.

Así, las claves para estar presentes en lo laboral tienen que ver cada vez más con el conectar los gustos con la posibilidad de colaborar con otros, hacer aportes y encontrar un propósito en la tarea.