Un hoax o bulo es una falsedad articulada de manera deliberada para que sea percibida como verdad, algo que en las redes sociales se ha hecho moneda corriente, pero viene de antiguo.

El bulo de la leche "recauchutada" circula desde hace más de una década en todo el mundo, y sigue la premisa básica requerida para que sea creída: muestra un elemento verdadero para sostener una mentira.

En el caso de la leche, el hoax hacía referencia a ciertos números impresos en la parte de debajo de las cajas de cartón, y pretendía hacer creer que indicaban cuántas veces esa leche había caducado, regresado a la planta de elaboración para reciclarse y salir de nuevo a la venta.

Los números realmente existen, pero corresponden a las bobinas utilizadas en el proceso de fabricación del envase, y sirven luego para rastrear cada tetra brik en el mercado.

En las últimas horas circuló por WhastApp una versión vernácula de ese viejo embuste, haciendo referencia a una numeración presente en las bolsas de leche Conaprole, y con la misma fórmula: a mayor número, mayor recorrido tendría esa leche.

Por ello, Conaprole emitió un comunicado donde aclara que "el número y letra que están marcados hacen referencia a la máquina y la boca que envasa dicho producto, y no a un supuesto reproceso como menciona el audio", y advierte que la compañía "tomará los recaudos legales correspondientes ante esta situación".

Otro bulo tan difundido como el de la leche plantea una situación similar con tubos de dentífrico, atribuyendo a las marcas de colores en el borde del envase una correspondencia con ciertas sustancias perniciosas.