Este diciembre, Coca-Cola Uruguay, junto a su socio embotellador Coca-Cola Femsa y Grupo Disco Uruguay, vuelve a transformar Montevideo en un escenario navideño único con una nueva edición de la “Aventura mágica de la Navidad”, una propuesta inmersiva pensada para que las familias vivan de cerca la fantasía y el espíritu de estas fechas. La clásica experiencia navideña regresa con espacios diseñados para que grandes y chicos compartan un momento diferente, en el que la decoración, la música y las actividades refuerzan el clima festivo. 

“Cada año es una emoción enorme ver la alegría en la cara de los niños que nos visitan y la energía con la que viven esta experiencia. Desde la compañía, esta actividad es una invitación a reconectarnos, a compartir tiempo de calidad en familia y renovar el espíritu navideño”, expresó Carolina Pastorino, gerenta de Marketing de Coca-Cola Femsa Uruguay. A su vez, María Victoria Castagnino, directora de Marketing de Coca-Cola en Argentina y Uruguay, subrayó que la iniciativa busca “transmitir la magia de la Navidad, despertando el espíritu festivo a través de una actividad que invita a la conexión y compartir un lindo encuentro con nuestros seres queridos”, porque para la compañía el verdadero sentido de estas fechas está en fortalecer los vínculos y llenar de alegría a través de pequeños actos y detalles.

Guiados por un recorrido sensorial, los visitantes se adentran en diferentes espacios temáticos llenos de fantasía que culminan con la esperada visita a la Casa de Papá Noel. Antes del ingreso principal, hay un área especialmente dedicada a los más chicos, donde pueden escribirle la carta a Papá Noel, dibujar, pintar y sacarse fotos con fondos navideños, mientras los adultos aguardan su turno. De esta manera, desde el comienzo de la experiencia se genera un clima lúdico y participativo que acompaña a los niños hasta el final del recorrido.

Foto: cedida a Montevideo Portal

Dentro del circuito, la propuesta incluye un túnel sensorial con luces, texturas y sonidos, que prepara a los visitantes para el siguiente tramo: el Espacio Inmersivo de Navidad. Allí, los niños deben reunir los elementos del “Espíritu Navideño”, la “Magia de Verdad” y la “Felicidad de Compartir” a través de juegos y dinámicas interactivas, que refuerzan la idea de que la Navidad se construye entre todos. Luego se accede a la Mesa Mágica de Navidad, una instancia que combina sorpresas y estímulos audiovisuales, para finalmente llegar al momento más esperado: la foto con Papá Noel, que se entrega impresa con un marco navideño de Coca-Cola como recuerdo de la jornada.

La experiencia se puede disfrutar con la compra de seis botellas mayores a 1 litro de las marcas participantes —Coca-Cola Original, Coca-Cola Zero Azúcares, Coca-Cola Light, Sprite, Sprite Sin Azúcar, Fanta Naranja y Schweppes— en cualquiera de las sucursales de Disco, Devoto y Geant. Con esa compra, los clientes reciben una entrada válida para cuatro personas (dos adultos y dos menores) para vivir la Aventura Mágica de la Navidad y conocer a Papá Noel. Además, quienes adquieran productos de Coca-Cola Zero Azúcares podrán encontrar el Golden Ticket, que permite ganar la bebida gratis para las fiestas, sumando un incentivo extra para participar de la propuesta.

Foto: cedida a Montevideo Portal

La actividad se desarrollará hasta el martes 23 de diciembre en Disco Fresh Market Av. Italia. El horario de funcionamiento será de lunes a viernes de 17:00 a 21:00 horas, mientras que los sábados y domingos abrirá de 15:00 a 21:00 horas. Los martes, con excepción del 23 de diciembre, la entrada será gratuita, lo que brinda una oportunidad adicional para que más familias se acerquen a disfrutar de la propuesta.

Esta iniciativa forma parte de la campaña navideña global de Coca-Cola, pensada para invitar a los consumidores a refrescar su espíritu navideño durante el período festivo y promover que las fiestas estén llenas de momentos inspiradores para todos. Con su campaña “Toma una Coca-Cola. Vive el Espíritu Navideño”, la compañía busca inspirar la conexión humana, convirtiendo el frenesí y el ajetreo de la temporada en instancias de pausa, en las que las personas puedan experimentar la verdadera alegría con cada sorbo y compartirla con quienes tienen cerca.