Contenido creado por María Noel Dominguez

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Los desafìos

Científico checo abordó los desafíos que enfrenta el cannabis medicinal

Con el objetivo de promover actividades orientadas a fortalecer las capacidades nacionales de investigación científica y desarrollo tecnológico sobre el uso medicinal del cannabis, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) organizaron una conferencia que tuvo como expositor al reconocido científico checo Lumír Hanuš.

18.11.2019 20:27

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2019-11-18T20:27:00-03:00
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Hanuš, químico analítico líder en la investigación del cannabis medicinal a nivel mundial, ofreció una charla titulada "¿Qué es lo que sabemos sobre el tratamiento con cannabis?", en la que realizó una breve reseña sobre los usos que ha tenido el cannabis en diferentes culturas a lo largo de miles de años y enumeró los avances en materia bioquímica de la planta y las investigaciones vinculadas con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano, su estructura, funcionamiento y tipos de receptores.

El científico explicó que hasta julio de 2019, en todo el mundo se habían identificado 1424 compuestos presentes en el cannabis. De ellos 144 ya fueron aislados, son típicos de esta planta, y no están presentes en ninguna otra. Agregó que a diferencia de lo que se creía anteriormente, se ha comprobado que no existe un genotipo de cannabis medicinal y otro recreativo, sino que la combinación de los componentes cannabinoides de las distintas variedades son los que brindan diferentes resultados para el tratamiento de varias enfermedades.

Por otra parte, señaló que el cannabis es una planta que ofrece una composición química compleja y variada, por lo que resulta esencial continuar investigando sobre los distintos quimiotipos para conocer cuáles utilizar para tratar las diversas patologías. En ese sentido, se refirió a un estudio realizado in vitro con células de cáncer de mama, de próstata y colon, y células sanas en el que se usaron tres quimiotipos de cannabis. La primera cepa tenía un alto nivel de THC y las otras dos tenían además una elevada cantidad de CBD, contando con la misma proporción de THC y CBD.

Los resultados de la investigación arrojaron que dos de las tres cepas utilizadas curaron las células de cáncer de mama, de colon y de próstata que fueron cultivadas para el estudio. Contrariamente, la tercera cepa no fue efectiva. Por otro lado, la aplicación de los tres quimiotipos de cannabis a las células sanas, no generó daño alguno en ninguno de los casos.

"La primera cepa, que tenía un nivel elevado de THC fue efectiva, mientras que las otras dos que tenían además mayor cantidad de CBD, contando con una proporción igual de ambos componentes, solo una curó las células de cáncer. Esto nos habla de la vital importancia que tienen los quimiotipos", expresó.

"Los grandes problemas actuales vinculados con la investigación y el uso medicinal del cannabis son, por un lado, que sigue siendo estigmatizado y persiste cierto miedo a trabajar con él. Además, todavía no hemos logrado la suficiente estandarización. Por otra parte, en muchos países nos encontramos con que el cannabis es legal, pero el conocimiento todavía no ha llegado al nivel que necesitamos. Aún tenemos que investigar mucho para que resulte una medicina eficiente", manifestó.

El experto dedicó parte de su exposición a destacar la importancia de evitar que el estigma que aún persiste sobre los efectos psicoactivos del cannabis se interponga en el camino del uso medicinal y puso especial énfasis en la necesidad de continuar investigando en su utilización y efectividad en distintas enfermedades, como ciertos tipos de epilepsia.

Hanuš presentó un estudio que desarrolló junto a su equipo de trabajo y que involucró la participación de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) que compartían la característica de presentar un comportamiento muy agresivo.

"Cuando se les administró cannabis, hubo enormes mejoras en los pequeños que participaron en relación a su agresividad, que en más del 60% de los casos disminuyó considerablemente", ilustró.

A modo de cierre, habló sobre una de las investigaciones que está llevando adelante en Asana Bio Group, una empresa israelí especializada en tratamientos a base de cannabinoides en el campo de la salud de la mujer. Allí se encuentra trabajando sobre las actividades biológicas de los endocannabinoides en los órganos reproductores femeninos. "Sabemos que el cannabis puede tratar varias enfermedades y patologías vinculadas con el sistema reproductor femenino. Estamos en etapas tempranas de investigación, pero vamos por buen camino", sostuvo.

Con más de 40 años de investigación en el campo, Hanuš se formó en la Facultad de Ciencias de la Universidad Palacký de Olomouc, República Checa, donde obtuvo un máster y un doctorado en Ciencias y fue profesor de química orgánica. Además, participó en investigaciones en la Academia de Ciencias Checa, así como de la Universidad de Mississippi, Estados Unidos.

En 1989 Hanuš fue invitado por el investigador israelí de cannabis Raphael Mechoulam a continuar su trabajo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel. Allí, en 1992, junto al farmacólogo molecular estadounidense William Anthony Devane, aisló y describió por primera vez la estructura de la anandamida, un neurotransmisor cannabinoide endógeno.