Para celebrar sus 40 años en Uruguay, Banco Santander organizó un evento que contó con la participación especial del responsable regional de Sudamérica de la institución bancaria, Carlos Rey, clientes y socios comerciales, autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas, del Banco Central del Uruguay (BCU), representantes de la academia, entre otros asistentes.

En el evento, que tuvo lugar en el Hotel Sofitel Carrasco, se desarrolló el foro “Uruguay: la oportunidad de la estabilidad. Una historia sólida como base del crecimiento”, que contó con la participación de los ex ministros de Economía, Ricardo Zerbino, Ignacio de Posadas, Luis Mosca y Mario Bergara.

En la apertura, Gustavo Trelles, Country Head de Santander Uruguay, adelantó que la región sudamericana “seguramente sea la más rentable del grupo este año. Se manejan las operaciones de Brasil, Chile, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay. Es una región muy importante del negocio”.

En tanto, Rey dijo que Uruguay es “una parte clave de la historia” de Santander. “América representa un tercio de los beneficios del grupo, con 66 millones de clientes”, señaló. Por otra parte, recordó las inversiones realizadas en los últimos años en el país, con la adquisición de Creditel, Crédito de la Casa y Paganza. “Vamos a seguir apostando al país y a la sociedad, invirtiendo de manera constante. Nuestra presencia es muy local y profunda, ya que estamos íntimamente vinculados con los países donde tenemos operaciones”, expresó.

En el panel, Ignacio de Posadas, quien fue ministro de Economía entre 1992 y 1995, se refirió al inicio del plan para bajar la inflación del 100% a un dígito. “Llevamos una agenda de cambios ambiciosa, pero había medidas proproteccionistas fuertes. El gobierno libraba una batalla constante en materia de precios y salarios”, recordó.

Uno de los frentes más complicados para el mandato liderado por Luis Alberto Lacalle fue el salarial. “El Poder Ejecutivo se retiró de la negociación tripartita, y fue una medida acertada. Los presagios de catástrofes que pasarían no se cumplieron”, señaló. Además, insistió en que el camino que siguió el gobierno “fue ecléctico, porque el talante del presidente y la realidad no daban para realizar los cambios con un shock”.

Por su parte, Luis Mosca, ministro entre 1995 y 2000, recordó cómo fue seguir un plan de estabilidad del gobierno anterior y llegar a la inflación de un dígito. “Hubo un ahorro, pero se debía solventar la transición de la reforma de la seguridad social, que en ese entonces implicaba un gasto del 14% del producto”, recordó. También destacó la importancia de dos desmonopolizaciones que se dieron en el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti:  la del crédito hipotecario y la de generación de energía, que “dieron lugar a transformaciones posteriores”.

De cara al futuro, Mosca remarcó que la agenda de reformas “tiene que lograr que Uruguay sea más competitivo”. Sostuvo que el acceso a los mercados internacionales y lograr una mayor autonomía en el relacionamiento comercial externo es “la clave para los tratados a los que se vaya a adherir el país”.

En tanto, Mario Bergara, ministro entre los años 2013 y 2015, y presidente del BCU en dos períodos (2008-2013 y 2015-2018), se refirió al trabajo para mantener una estabilidad macro y cuidar los equilibrios. “En 1982, cuando se instaló Santander, estábamos en una crisis del sistema bancario y del dólar. La atención de la banca pública no se regía por las reglas de la privada, y eso llevó a que los niveles de morosidad del Banco República (BROU) fueran el doble que en los privados”, señaló. Recordó la reforma del sistema financiero que contribuyó a la estabilidad del país durante la crisis de 2008. “En Uruguay estábamos tranquilos porque teníamos herramientas para estar preparados”, expresó.

En cuanto a los desafíos del futuro, Bergara expresó que las nuevas formas de hacer negocios en la virtualidad requieren “actualizaciones sobre la ciberseguridad y el mundo cibernético, porque los delitos que ocurren en el mundo físico pasan a esta nueva realidad”.

Luego fue el turno de Ricardo Zerbino, titular de la cartera de Economía y Finanzas entre 1985 y 1990, quien analizó los desafíos del primer gobierno tras el retorno democrático en 1985. “Heredamos una situación compleja. Cuando asumimos el mandato, el BCU no tenía reservas internacionales. Tuvimos la necesidad de restituir a 10 mil funcionarios públicos que fueron cesados en dictadura, y además los sindicatos estaban prohibidos, y nosotros les dimos participación”, explicó.

Sin embargo, recordó que en el período hubo “miradas hacia el futuro. Tuvimos dos leyes importantes: la forestal, que tuvo un impulso enorme en el país con las inversiones de plantas de pulpa de celulosa, y la ley de zonas francas”. Analizó que Uruguay vive “un momento de gran prestigio internacional”, pese a que debe “cuidar la competitividad y atraer inversión extranjera para crear nuevos empleos”.

En el cierre, Trelles agradeció al grupo por seguir apostando al país. “No dejamos de recibir comentarios positivos de Uruguay. En una América Latina compleja, se puede decir que estamos en un país solvente institucional y políticamente, y eso nos da confianza y tranquilidad”, expresó.

En este sentido, recordó que Santander lleva US$ 700 millones invertidos en Uruguay, y ha generado 1.500 empleos en los cinco verticales de negocio: banco, financiera, seguros, administradoras de crédito y de fondos. “En los últimos tres años el grupo compró cuatro empresas y esa es una demostración de la confianza depositada”, resumió.

Por último, agradeció a quienes “hicieron posible la construcción de esta institucionalidad, sin distinción de partidos políticos, a los ex ejecutivos del banco, clientes, y a los equipos actuales que generan la credibilidad para que el equipo de Santander esté apoyando a este país”.