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Adizes: “Si no desarrollamos el corazón, el futuro de la humanidad puede ser peligroso”

El experto en cambio organizacional analizó los desafíos de la inteligencia artificial y opinó sobre la guerra entre Israel y Hamás.

01.12.2023 19:30

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2023-12-01T19:30:00-03:00
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Por Gonzalo Charquero

Ichak Adizes (86 años) estuvo esta semana por primera vez en Montevideo, donde expuso en el marco del GX30, organizado por GeneXus.

Adizes es el creador de una metodología que busca brindar herramientas para que empresas y gobiernos lleven adelante procesos de cambio acelerado sin conflicto. Fue por años profesor en la Universidad de California (UCLA) y en Stanford, entre otros centros especializados en formación de ejecutivos.

En el marco del encuentro GeneXus, el consultor y fundador del Instituto Adizes —que ha recibido 21 doctorados honoris causa— dialogó con Montevideo Portal sobre los desafíos de la inteligencia artificial para la sociedad y las empresas.

Desde su punto de vista, el desarrollo del cerebro más potente del que se tenga conocimiento pone en peligro a la humanidad y, en ese contexto, ve en las emociones la clave para superar ese desafío.

Adizes es, además, entre otras cosas, sobreviviente del Holocausto. Consultado sobre la guerra entre Israel y Hamás, el consultor alerta también sobre la potencialidad global de la disputa, aunque no tiene una visión optimista sobre una solución a ese conflicto.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

Usted es el creador de una metodología de cambio organizacional. En su charla de este martes, al referirse a los cambios y sus amenazas, Nicolás Jodal habló de la relevancia de plantearse la frase “Why not?” [¿Por qué no?]. ¿Qué implicancia diría que tiene este enunciado en el ámbito de una organización?

Mira, no se puede parar el camino. No puedes quedarte atrás porque el mundo está cambiando, y si no estás cambiando con el mundo, te quedas atrás y serás obsoleto. Pero cambiar implica un reto muy grande. Cuando hay cambio, hay problemas y hay desintegración. Porque todo el mundo es un sistema. Un país es un sistema. Un matrimonio es un sistema. Una empresa es un sistema. Un sistema por definición tiene subsistemas. En las compañías de mercadotecnia se cambia muy rápido. Antes era un poquito más lento. Cambiar capital humano y la cultura lleva mucho más tiempo. El cambio causa desintegración. Y, cuanto más rápido es el cambio, más rápido es la desintegración. Le está pasando a Estados Unidos hoy, con el cambio que tiene en tecnología, internet, inteligencia artificial, hay una desintegración enorme. Y esto causa problemas políticos y sociales.

¿Cómo percibe que las empresas conviven hoy en día con la inteligencia artificial?

Esto causa desintegración. Eso ya es un problema bastante grande. Y hay otro problema que es muy peligroso. Todos aquí están hablando que Uruguay debe cambiar para crecer. Pero cuando tienes cambio, tienes problemas. Hoy aquí no hay muchos problemas. Todo está calmo, todos se sienten muy bien. El reto que debemos tener es cómo cambiar el estándar de vida sin impactar en la calidad de vida. Aquí tienen una calidad de vida bastante buena. Se puede cambiar, pero que llegar a trabajar en el auto te lleve dos horas, y eso es mucho más estrés. ¿Cómo cambiar sin amenazar la calidad de vida? Cuando hay cambio se debe integrar, no perder la integración.

Esos son los dolores del crecimiento.

No se debe perder la integración. La integración de las personas, la integración de la empresa, la integración del matrimonio. Países que tienen mucho cambio, tienen muchos divorcios. Entonces, con el cambio se rompen cosas. El reto es cómo no perder la calidad de vida [cuando hay cambio], y esto es lo que se debe cuidar.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

¿A nivel de las empresas ve alguna forma de internalizar lo que implica la inteligencia artificial?

Primero estaban los chimpancés. Ahí el más fuerte era el líder. Después vamos caminando… En la Edad de Piedra, el ganador era el líder. Después, en la era de la agricultura, el que tenía más vacas y más tierras era el líder. Después vino la revolución industrial, y hoy vivimos en la era del cerebro. Las compañías de transporte del mundo no tienen ni un músculo, ni un coche. ¿Uber qué tiene? Computadoras y formación. Ahí está el cerebro. Esto va a cambiar. ¿Qué es el futuro? Con la inteligencia artificial, ya no usas más el cerebro. Todo está cambiando, todo está en peligro.

¿Dónde está el futuro?

No vamos a necesitar más el cerebro con la inteligencia artificial. ¿Qué pasa? Si en el futuro nosotros no desarrollamos el corazón, y tenemos solamente músculos y cerebro, esto era la Alemania nazi. Tenía cerebro, tenía músculos, pero no tenía corazón. El futuro de la humanidad está en peligro. Estamos desarrollando el cerebro más fuerte que puede haber con la inteligencia artificial. Es más fuerte que las personas, pero no tiene corazón.

¿Para usted la clave pasa entonces por la inteligencia emocional?

Si no desarrollamos eso, la inteligencia emocional, el corazón, el futuro de la humanidad puede ser bastante peligroso.

El último tema que quería consultarle está referido a la coyuntura política global, y teniendo en cuenta que usted es un sobreviviente del Holocausto. ¿Qué reflexión tiene sobre la guerra desatada entre Israel y Hamás? ¿Cómo lo ve?

Es una tragedia. Tenemos dos nacionalidades que pelean por la misma tierra. Los palestinos, por razones legítimas, no quieren dejar su tierra. Y los judíos dicen que es su tierra, y que no quieren estar por todo el mundo amenazados. ¿Y qué pasa? Los dos pueblos quieren la misma tierra. Y Hamás quiere que todos salgan de esa tierra. “From the river to the sea, Palestine will be free”, ¿qué quiere decir? Que no haya más judíos en esa tierra. Que los van a matar a todos. De verdad, literalmente. ¿Cómo se puede solucionar eso entre dos países? Si los palestinos estuvieran de acuerdo en dejar a Israel donde está, pero no están de acuerdo. Y ahí está el problema.

No ve entonces una salida próxima.

La salida es muy difícil. La salida debe venir desde afuera. Las fuerzas de arriba —Rusia, China, Estados Unidos y Europa— deben captar esto. Pero ellos no tienen interés en resolverlo. Por eso es una situación muy grave y muy peligrosa. Muy pero muy peligrosa. Israel tiene bombas nucleares. Ay, Dios, que no usen. Porque, si las usan, estamos en un problema global. Ahí estamos. La situación es muy peligrosa.

Por Gonzalo Charquero