En la avenida Fernández Crespo esquina Paysandú, la nueva sede corporativa de ASEO se inauguró como un punto de llegada, pero sobre todo como un punto de partida. Para su director, Walter Rowinski, la jornada marcó “un hito histórico para ASEO”, porque condensa más de dos décadas de crecimiento y una convicción cada vez más clara: modernizar el facility service en Uruguay, sin perder el foco en las personas.
La sede fue diseñada precisamente para eso: para ser el corazón de una cultura que combina modernización, sustentabilidad y cercanía. Rowinski lo resume así: “Refleja nuestros valores porque impulsa la innovación y el bienestar. La experiencia del colaborador mejora, y eso repercute directamente en la de nuestros clientes”, destacó.
Foto: Ronchi Peña
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Ese espíritu también se vio plasmado en la propia dinámica del evento, que incluyó una charla de la economista Laura Raffo sobre inteligencia artificial y las transformaciones de negocio. Luego, hubo un momento que capturó la atención de los invitados y los focos de las cámaras: la presentación en vivo delprimer robot autónomo de higiene profesional para grandes superficies en Uruguay. Este producto innovador funciona como símbolo de la nueva etapa de ASEO.
Laura Raffo. Foto: Ronchi Peña
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“Es el primer robot 100% autónomo del país en el rubro. Una vez configurado, realiza rutas de limpieza de forma independiente, ajustando trayectorias mediante sensores, cámaras y mapeo inteligente”, explicó Rowinski mientras el equipo se movía y demostraba todas sus posibilidades de uso.
El dispositivo permite monitorear su desempeño en tiempo real y optimizar recursos, algo que para la empresa no es un detalle técnico, sino un salto en la forma de entender la operación.
“Esperamos que marque un avance significativo en la profesionalización del sector. La innovación no reemplaza personas: fortalece el trabajo humano”, recalcó.
Esa convicción es central en la estrategia de ASEO. “La automatización ya está transformando el rubro, pero no para desplazar roles. Libera a los colaboradores de tareas repetitivas y los acerca a un trabajo más especializado, más detallista y más valioso para el cliente”, explicó el director. Por eso, la empresa habla de “innovación con latido”: tecnología al servicio de las personas, no al revés.
La nueva sede acompaña ese enfoque con un centro de capacitación propio, pensado para que cada integrante pueda aprender, practicar y certificarse en nuevas herramientas. “La evolución tecnológica solo es posible si va de la mano del desarrollo humano”, insistió el director.
Foto: Ronchi Peña
A esta transformación interna se le suma un cambio estructural en sostenibilidad. Paneles solares, sistemas de bajo consumo, maquinaria eléctrica, productos biodegradables y gestión eficiente de recursos forman parte de una estrategia transversal. La digitalización también impulsa procesos más precisos: “Desde la trazabilidad de tareas hasta el mantenimiento, la tecnología nos permite ser más proactivos. No es un fin: es un medio para brindar un servicio mejor”, agregó.
Cuando se le pidió a Rowinski que sintetizara esta nueva etapa de ASEO en una sola palabra, no lo dudó: evolución. “Porque no nos adaptamos: evolucionamos. En infraestructura, tecnología, sostenibilidad y, sobre todo, en humanidad. El futuro se construye cada día, con visión, compromiso y propósito”, concluyó.
Foto: Ronchi Peña
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