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Una persona autodidacta es curiosa, siempre se pregunta por qué y trata de descubrir las respuestas por su cuenta. Además tiene la capacidad de aprender una habilidad de forma autónoma a través del esfuerzo, el estudio y la práctica. Y si lo piensa, todos conocen a alguien que aprendió a tocar un instrumento, desarrolló una profesión o asimiló un nuevo idioma por su cuenta, sin la ayuda de ningún maestro.
"El autoaprendizaje tiene numerosos beneficios, como la eficiencia en el establecimiento y el cumplimiento de objetivos, mayor creatividad, versatilidad académica, profesional y ventaja competitiva. Una de las principales características del autoaprendizaje es la motivación, tener ganas de buscar conocimiento" dijo Natália Remoto Tsuji Germano, gerente del sector pedagógico de Kumon y con más de 15 años de experiencia en el campo de la educación.
"Además, el autoaprendizaje puede aportar otras innumerables ventajas, como la independencia personal, una mayor eficiencia, estimular la creatividad, desarrollar el potencial e incluso nuevas posibilidades profesionales", explica.
A lo largo de la historia, algunas personas autodidactas se han hecho famosas, como Alberto Santos Dumont, inventor del avión y reloj pulsera, y Albert Einstein, ganador del Premio Nobel de Física en 1921. Einstein llegó a ser visto como un estudiante que no iría muy lejos. En la universidad falló y sin embargo desarrolló teorías que revolucionaron la ciencia.
Cada niño tiene un deseo de desarrollarse en sí mismo y un gran potencial para hacerlo. Responder a este deseo de los niños y hacer que se desarrollen al máximo no solo los hará felices, sino que también tendrá relevancia para la sociedad en general.
"Aquellos que desarrollan el autoaprendizaje no conocen límites y pueden dominar muchas materias. Por lo tanto, alentar al niño y al adulto a descubrir solo cómo resolver los ejercicios, es muy beneficioso. Al resolver las actividades, gana confianza en su potencial, desarrollo y progreso" completó Remoto Tsuji Germano.
