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¿Heterosexualidad? No existe tal cosa, según un estudio llevado a cabo en EEUU

Los autores afirman que -aunque la mayoría no lo admita- los cuerpos “reaccionan positivamente” al sexo, más allá de géneros.

27.09.2018 11:22

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2018-09-27T11:22:00-03:00
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Montevideo Portal

El estudio, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, subraya que la sexualidad humana es compleja, fluida e imposible de circunscribir en las típicas convenciones sociales y culturales de género, que define a los individuos como heterosexuales, homosexuales, bisexuales o cualquier otra etiqueta.

"Estamos tratando de llegar a lo que las personas realmente son, y no quedé para nada sorprendido", afirma Ritch Savin-Williams, uno de los autores de la investigación, en declaraciones a la revista canadiense Vice. "A veces caminan en una dirección, aunque crean que deben mostrar que marchan en otro, lago que no es bueno", añade Savin-Williams, quien es director del Laboratorio de Sexo y Género en el Departamento de Desarrollo Humano de la Universidad Cornell.

El investigador no se mostró extrañado por los resultados, especialmente a la luz de una sociedad aferrada a la idea de que el individuo tiene que encajar en una determinada orientación, sin ambigüedades. Pero en la práctica, al medir los efectos fisiológicos de la pornografía en mujeres y hombres, la investigación de Savin-William constató que los cuerpos de ellas y ellos reaccionaban positivamente al ver actos sexuales, heterosexuales u homosexuales.

"Tiene que ver con la energía erótica, con que la persona se sienta libre para ser activada por uno u otro género, apreciando la consciencia del placer", explica la psicóloga Cristina Mira Santos en declaraciones citadas por el periódico lisboeta Diário de Notícias. Entonces ¿Por qué insistimos a la fuerza en un ‘casillero' y no en los otros? "Si soy mujer y disfruté del contacto con otra mujer ¿por qué no encarar esa experiencia como cualquier otra, con alguien del sexo opuesto?", pregunta.

Y con los varones es lo mismo, subraya la profesional. La lógica que impera es la de que el sexo sirve para procrear, pero sentir placer y tener hijos son cosas distintas. "Si concebimos la separación entre aparato reproductor y sexual, con órganos comunes pero funciones diferentes ¿por qué un hombre no podría sentirse atraído por alguien del mismo sexo, sólo por placer?"

Preguntas como las de Mira Santos fueron tema de un sondeo llevado a cabo por la compañía Victoria Milan, una plataforma de encuentros para personas en pareja que buscan aventuras discretas. A juzgar por los números -obtenidos en una muestra de 1.300 personas de ambos sexos en varios países, 87% de los hombres admiten que algunas de sus fantasías sexuales más comunes incluyen a sus amigos del mismo sexo.

De acuerdo con la encuesta, 59% de los hombres y 65% de las mujeres han sentido atracción sexual por su mejor amigo del mismo sexo. Preguntando más a fondo, sólo el 28% de los varones estaría dispuesto a llevar esa atracción a los hechos, cifra que sube a 45% en el caso de las mujeres.

"La atracción sexual por personas que forman parte de nuestras vidas es natural, especialmente si tenemos una relación cercana con ellas. Sean o no de nuestro mismo sexo, los amigos han sido siempre una fuente inagotable de fantasías", explica el ejecutivo de medios Sigurd Vedal, director de Victoria Milan.

"Los hombres heterosexuales están siempre menos dispuestos a admitir abiertamente que fantasean con otros hombres, en este caso un mejor amigo, pero muchos de los que buscan una aventura en Victoria Milan se registran para encontrar hombres con los que experimentar", agrega Vedal.

Para Savin-William, el hecho de que los hombres se muestren tan retraídos en comparación con las mujeres, se debe a una tendencia social general a rotularlos, juzgarlos y tratarlos con particular dureza, que en ocasiones roza la repugnancia. Por eso continúa trabajando en una fórmula que denomina "mayormente heterosexual", con la intención de desbloquear mentalidades.

"Siempre reconocimos la existencia de mujeres mayormente heterosexuales, es decir, mujeres que son sobre todo hetero, pero si aparece la mujer adecuada, experimentan también con ella", detalla el científico.

Dado que no se trata de un fenómeno exclusivamente femenino -como su propia investigación habría demostrado- no tendría sentido dejar a los hombres al margen, asegura.

"Yo también pienso que, en una sociedad más abierta, muchos de nosotros no sentiríamos atraídos por personas de ambos sexos", admite el psiquiatra y sexólogo luso Júlio Machado Vaz, destacando que esto no quiere decir que seamos necesariamente bisexuales o andemos a los saltos entre fases más o menos hetero, gay o bi, algo que -afirma- no es verdad.

Para el autor de la investigación, es muy cierta aquella frase de que los ojos son el espejo del alma. "Básicamente, lo que hicimos en el estudio fue evaluar la orientación sexual de alguien viendo si sus ojos se dilataban o no, algo que nadie puede controlar", cuenta Savin William. Para el científico, la misión última de su proyecto es determinar la sexualidad sin fiarse lo que cada uno dice de sí mismo: las palabras sólo estorban.

"Otro modo de hacerlo era analizar la respuesta genital al estímulo, pero eso sería un poco invasivo", concluye.

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