Un avance sin precedentes en medicina regenerativa podría transformar la vida de millones de personas que padecen artrosis, una enfermedad crónica y degenerativa que afecta a una de cada cinco personas adultas en el planeta. Investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron una forma de revertir el daño en el cartílago articular y regenerar el tejido dañado, sin necesidad de células madre ni procedimientos invasivos.
El estudio, publicado en la revista Science, demostró en modelos animales —y en muestras humanas— que es posible recuperar el cartílago afectado al inhibir una proteína clave llamada 15-PGDH, relacionada con el envejecimiento y la degradación tisular.
“Es una manera nueva de regenerar tejido adulto y tiene un potencial clínico significativo para tratar la artrosis debida a la edad o a lesiones”, afirmó la doctora Helen Blau, líder del equipo.
Un cambio de paradigma en el tratamiento de la artrosis
Actualmente, los tratamientos disponibles solo alivian síntomas o recurren al reemplazo articular, con altos costos y riesgo de complicaciones. No existe aún una terapia farmacológica capaz de detener ni revertir el deterioro del cartílago, un tejido que no se regenera naturalmente.
El equipo de Stanford logró regeneración funcional del cartílago al aplicar un fármaco inhibidor de 15-PGDH en ratones envejecidos y en modelos con lesiones articulares. En todos los casos, se restauró el grosor del cartílago hialino y mejoró la movilidad. Lo notable fue que la regeneración no provino de células madre, sino de los condrocitos diferenciados, que revirtieron su expresión génica hacia un estado más juvenil.
En muestras humanas de rodillas extraídas por artrosis, el fármaco también mostró signos de regeneración en solo una semana de exposición.
¿Qué es la proteína 15-PGDH y por qué es clave?
Esta enzima, también llamada “gerozima”, se acumula con la edad y degrada prostaglandinas como la D2 y E2, moléculas esenciales para la reparación de tejidos. Su concentración se duplica en tejidos envejecidos, según demostraron los investigadores. Su inhibición no solo detiene la destrucción articular, sino que activa mecanismos naturales de regeneración.
Aplicación clínica y próximos pasos
Aunque el tratamiento aún se encuentra en fase experimental, los ensayos clínicos iniciales indican que el inhibidor de 15-PGDH es seguro en humanos por vía oral. Por ahora, se prueba para tratar la debilidad muscular asociada al envejecimiento. Los investigadores ya preparan ensayos específicos para artrosis en humanos.
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