Contenido creado por María Noel Dominguez
Modo saludable

No combinar con mate

La fruta del verano: ayuda a la digestión, es antioxidante y mejora el tránsito intestinal

No es un “superalimento”, pero sí una fruta con evidencia a favor cuando se la incorpora de forma regular en la dieta del verano.

25.12.2025 09:19

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2025-12-25T09:19:00-03:00
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Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la alimentación suele volverse más liviana, fresca y rica en frutas. En ese contexto, las ciruelas ocupan un lugar interesante: son de estación, aportan agua, fibra y micronutrientes clave, y tienen efectos concretos sobre la digestión y la salud general.

No son un “superalimento”, pero sí una fruta con evidencia a favor cuando se la incorpora de forma regular en la dieta de los meses de verano.

Por otra parte, las ciruelas aportan polifenoles y otros antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres. De acuerdo con WebMD, estos compuestos contribuyen a reducir el estrés oxidativo, un proceso que puede intensificarse con la exposición al sol, el calor y la inflamación de bajo grado.

Si bien no se puede decir que las ciruelas “rejuvenecen”, sí es un hecho que colaboran con los mecanismos normales de defensa celular.

La canasta inteligente, que elabora el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca junto a la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) y el Ministerio de Salud Pública, destaca a la ciruela como parte de la familia de las rosáceas, con una amplia gama de tamaños, formas, sabores y colores. “En nuestro país las más abundantes son las de cáscaras rojas a violáceas. Tiene alto contenido de agua y es rica en azúcares. Su aporte de vitaminas es relativamente bajo, siendo las provitaminas A y vitamina E las más significativas”, dice el sitio.

“Deben seleccionarse ciruelas firmes al tacto, sin magulladuras ni golpes. Se conservan bien en lugares frescos, secos y protegidos de la luz solar. Tienden a madurar muy rápidamente, por lo que, si no se consumen de inmediato, podemos guardarlas en la parte menos fría de la heladera, en bolsas de nylon, hasta no más de 5 a 7 días, preferiblemente”, agrega.

Una fruta de verano con alto contenido de agua

Las ciruelas se caracterizan por su alto contenido de agua, lo que las convierte en una opción refrescante durante los meses de calor. Esto contribuye a la hidratación diaria, un aspecto central en verano, cuando el cuerpo pierde más líquidos.

La Cleveland Clinic destaca que frutas con alto contenido hídrico ayudan a complementar la ingesta de líquidos y a sostener funciones básicas del organismo en climas cálidos.

Otro de los beneficios conocidos de las ciruelas es su impacto sobre el tránsito intestinal. Según la misma fuente médica, esta fruta contiene fibra dietaria y sorbitol, un azúcar natural que actúa atrayendo agua hacia el intestino.

La combinación de fibra soluble e insoluble favorece heces más blandas y una evacuación más regular, algo especialmente relevante en verano, cuando los cambios de rutina, los viajes y la deshidratación pueden favorecer el estreñimiento.

Potasio y equilibrio de líquidos en verano

El potasio es otro nutriente relevante que está presente en las ciruelas. El sitio WebMD señala que este mineral es clave para regular el equilibrio de líquidos, la función muscular y la transmisión de impulsos nerviosos.

En verano, cuando aumenta la sudoración, el potasio ayuda a compensar pérdidas y a prevenir calambres musculares. Además, su rol en la regulación de la presión arterial refuerza el perfil cardiovascular saludable de esta fruta.

Vitamina C y cuidado de la piel desde la alimentación

Las ciruelas contienen vitamina C, un nutriente esencial para el sistema inmunitario y para la síntesis de colágeno. La vitamina C es necesaria para mantener la estructura de la piel, los vasos sanguíneos y los tejidos conectivos.

En verano, cuando la piel está más expuesta al sol y al estrés ambiental, una dieta rica en frutas con vitamina C aporta un respaldo nutricional razonable, sin necesidad de suplementos.

Además de vitamina C y potasio, las ciruelas aportan pequeñas cantidades de hierro, vitamina K y magnesio, nutrientes que participan en la coagulación sanguínea, el transporte de oxígeno y el metabolismo energético. WebMD destaca que, por su bajo contenido de grasa y sodio, las ciruelas encajan bien en patrones de alimentación orientados al control del peso y a la prevención de enfermedades metabólicas, algo que muchas personas buscan especialmente al comenzar el verano.