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En un mercado inmobiliario que ha mostrado resiliencia, pero también enfrenta nuevos desafíos, Javier Agustín Vigo, presidente de Pilay, sostiene que la clave es diversificar la propuesta y adaptarse a los tiempos. “Hoy vemos un comprador más informado, que compara y busca productos que le ofrezcan seguridad, pero también flexibilidad”, afirma en conversación con Montevideo Portal.

El ejecutivo describe una coyuntura marcada por la estabilidad relativa del sector frente a otras inversiones, aunque con un ritmo distinto al de años anteriores. Las zonas más demandadas en Montevideo —como Cordón, Malvín, Pocitos y Parque Rodó— siguen mostrando dinamismo, pero también crece el interés en áreas emergentes y en proyectos que combinen ubicación, calidad constructiva y opciones de pago adaptadas.

“Hace unos seis o siete años la ciudad empezó a correrse hacia el este, y ha aumentado el interés por Ciudad de la Costa; creo que esto va a continuar así. También, en cuanto a tendencias, crece la cantidad de apartamentos de un dormitorio y los monoambientes, y su demanda responde a las nuevas composiciones familiares y a las proyecciones de bajo crecimiento de la tasa de natalidad. Se ha reformulado el tamaño de las viviendas y también coincide con el presupuesto general de los compradores, que es más limitado”, expresa Vigo.

La empresa, que en 2025 cumplirá 16 años de operaciones en Uruguay, ha construido su estrategia sobre tres líneas de inversión inmobiliaria que responden a la actividad del sector y a distintos perfiles, necesidades y momentos del cliente. Además, otorgan seguridad y respaldo, ya que tienen auditorías trimestrales, son productos supervisados por el Banco Central y tienen una calificación de riesgo de grado inversor.

El sistema tradicional: Campiglia Pilay

El producto más conocido de la compañía es el plan de inversión pensado para quienes buscan adquirir una propiedad a mediano o largo plazo. “Es un sistema que acompaña la vida de las personas”, dice Vigo. Con una cuota mensual en pesos reajustable el inversor avanza hacia la adjudicación de una unidad que podrá habitar o vender. El gerente general destaca que este mecanismo permite capitalizarse de forma sostenida sin endeudarse en dólares, lo que lo hace atractivo para familias y profesionales jóvenes.

Foto: Javier Noceti

“El 25% lo piensa como complemento jubilatorio porque la gente está siendo más consciente de que es muy probable que no tenga la jubilación que quiere tener. Otro 25% piensa en dejarle un capital a sus hijos, y luego como vivienda, que no es una solución inmediata, pero sí segura”, detalla el presidente de Pilay.

Al inversor se le indican los precios que tendrían las unidades y las posibles ubicaciones: monoambiente 110.000 dólares, un dormitorio 140.000 y dos dormitorios 180.000 aproximadamente. “Lo que nosotros buscamos en el general es que en la zona que elegimos veamos un crecimiento en el corto o mediano plazo. Por ejemplo, acabamos de entregar un edificio en Parque Rodó”, explica Vigo.

Actualmente la empresa está construyendo en bulevar Artigas y Ana Monterroso, un punto con gran movimiento por la cercanía a facultades, hospitales y demás. También se están edificando 438 unidades con Campiglia Pilay en Ciudad de la Costa.

Liquidez y capitalización: Ladrillos Pilay

Ladrillos Pilay se presenta como una metodología innovadora de ahorro programado que ha logrado captar la atención y confianza de miles de personas. Javier Vigo destaca que este modelo es especialmente útil para quienes piensan en el largo plazo, como la jubilación o la necesidad de asegurar un lugar donde vivir en el futuro.

Foto: Javier Noceti

“Lo que hemos detectado es que, con la tasa de natalidad en descenso y una sociedad donde muchas personas optan por no tener hijos, se abre un desafío distinto: ¿quién cuidará de uno en la vejez? La sociedad no está preparada para esta realidad que se va a intensificar, y nuestro producto quiere acompañar esa necesidad”, expresa Vigo.

Esta visión también toma en cuenta la extensión de la esperanza de vida, que actualmente puede alcanzar los 100 años, y plantea la importancia de pensar en viviendas adaptadas para este nuevo perfil demográfico.

Flexibilidad total: Metros Cuadrados Pilay

En respuesta a quienes priorizan la liquidez, la empresa desarrolló. Metros Cuadrados Pilay consiste en la compra gradual con la posibilidad de vender en cualquier momento. “Es como ir armando una alcancía de ladrillos, que siempre tiene un valor real”, ejemplifica Vigo. La modalidad apunta tanto a pequeños ahorristas como a inversores que buscan diversificar, evitando que el capital quede inmovilizado o se diluya por la inflación.  

Este producto ha marcado un antes y un después por su propuesta innovadora y por cómo ha democratizado la posibilidad de invertir en inmuebles. Metros Cuadrados Pilay permite adquirir metros cuadrados en cualquiera de los proyectos de la compañía, sin un cronograma rígido. Según Vigo, es ideal para quienes quieren entrar y salir cuando lo consideren conveniente, o destinar la inversión a proyectos puntuales. “No todos los inversores tienen el mismo horizonte ni las mismas necesidades. Con esta propuesta, pueden definir cuándo y cómo participar”, señala. Y suma: “Nos dimos cuenta de que había mucha gente que tenía capital, pero no podía comprometerse con un ahorro mensual. También que teníamos que ofrecer un producto que otorgue libertad, para que no esté atado con un compromiso a largo plazo”. 

“Con un aporte único de 52.000 pesos ya comprás el primer medio metro y así vas sumando a tu ritmo. Nosotros tenemos actualmente 108 personas que están recibiendo un alquiler por sus metros. Pueden ir acumulando y lo bueno es que no generan deudas”, agrega el ejecutivo.

Ingresando en la web se puede adquirir online desde medio metro cuadrado, y realizar todo el seguimiento, ver la billetera virtual, los movimientos y decidir si se cobra el dinero en la cuenta en caso de alquiler o se suman más metros.

Terraza de las oficinas de Campiglia Pilay ubicadas en José Leguizamón 3552. Foto: Javier Noceti

Además, Metros Cuadrados Pilay permitió la diversificación de la inversión, con clientes que apuestan algunos metros a viviendas, otros a oficinas o locales comerciales.

“Sin dudas uno de los grandes diferenciales es la seguridad porque el producto entero está regulado y supervisado, tiene una calificación de riesgo, auditorías y eso le agrega un diferencial enorme al pequeño inversor que confía sus ahorros”, destaca el presidente de Pilay.

Desafíos y muchas posibilidades a futuro

“En Campiglia Pilay el desafío consiste en acompañar a los 2.000 clientes que tenemos hoy, que están ahorrando, y en terminar de entregar un buen producto. Actualmente tenemos 800 apartamentos en obra y tenemos que seguir este ritmo, encontrando terrenos buenos, con buenas ubicaciones y que realmente ese cliente se encuentre con un producto final como el que había soñado”, expresa Vigo.

En lo que refiere a Metros Cuadrados, el ejecutivo encuentra mucho potencial para ampliar la oferta. “Nosotros pensamos en que los desarrolladores puedan vender sus productos en la plataforma de metros así como los propietarios sus inmuebles. Además, queremos sumar lotes, terrenos y necesidades inmobiliarias, como cambiar metros por un determinado producto para el hogar. ¿Por qué lo aceptaría un proveedor de obra? Porque en sí Metros Cuadrados Pilay se mueve igual que el índice de costo de la construcción. En definitiva, lo que queremos es que realmente sea una democratización general de la inversión”, concluye el presidente de Pilay.

Para Vigo, el valor diferencial de Campiglia Pilay está en ofrecer alternativas claras, respaldadas por un equipo que acompaña el proceso y por una cartera de desarrollos en ubicaciones estratégicas. En un contexto en el que el ladrillo sigue siendo sinónimo de estabilidad y refugio para los uruguayos, la apuesta de la empresa es seguir construyendo —literal y metafóricamente— relaciones de largo plazo con sus clientes.

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