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¿Cómo queremos habitar el futuro? ¿Cómo imaginamos y creamos los espacios en los que vivimos y que permanecerán las próximas generaciones? Estas preguntas inspiraron a la segunda edición de Design Week, un evento que reúne a arquitectos, diseñadores, empresarios y referentes de la innovación, y tuvo lugar el viernes 10 y sábado 11 de octubre en +Colonia.

Esta destacada smart city en construcción se transformó en un escenario de experiencias sensoriales y arquitectónicas ya que se propuso una experiencia inmersiva en la naturaleza, con un recorrido donde la arquitectura, el diseño y la comunidad se entrelazaron en cada instalación.

Susana Sosa y Laura Pittaluga en la apertura de la segunda edición de Design Week. Foto: Montevideo Portal

La apertura estuvo a cargo de las responsables de Design Week, Laura Pittaluga y Susana Sosa, junto a Francisco Tezanos, gerente de Marketing de +Colonia. Pittaluga invitó a los estudios participantes y al público a desafiarse, reflexionar y fundirse con el entorno. “Nos gusta tomar riesgos. Queremos un proyecto diferente, donde los estudios desarrollen sus ideas y las marcas colaboren con materiales y sesiones técnicas”, dijo Pittaluga.

Fabricio Tezanos sumó otra capa a la inauguración: “A mí me gusta pensar este evento como una obra inmersiva donde confluyen 12 estudios de relevancia internacional. Es un privilegio recibirlos y ver cómo sus propuestas transforman el espacio, conectando tecnología ancestral y contemporánea con la emoción de todos los presentes”, expresó.

Óscar González Moix y Carlos Salaberry. Foto: Montevideo Portal

Entre los invitados internacionales, los arquitectos argentinos Carlos Sallaberry y Óscar González Moix sorprendieron con una gran instalación de madera ensamblada sin clavos, coronada por una piedra que fueron a buscar a las sierras de Minas, Lavalleja. Una bitácora abierta invitaba a los visitantes a registrar sus sensaciones.

Sentado sobre la madera, Sallaberry reflexionaba en conversación con Montevideo Portal: “Por un lado, la piedra es un elemento ancestral: a partir de ella casi se creó la humanidad. Mezclarla con madera contemporánea permite un diálogo entre paisaje, pasado y presente”. A su lado, González Moix completaba: “Es un estado de pausa, una experiencia de todos los sentidos: la luz, el viento, los árboles, filtrados por la madera, el sonido de los pájaros. Todo te conecta con el lugar”, expresó entusiasmado.

Foto: Montevideo Portal

La bitácora se convirtió en un registro colectivo de emociones, mientras los visitantes tocaban la madera, sentían la piedra y percibían la luz y el sonido del paisaje. Sallaberry destacó la experiencia compartida con su equipo y colaboradores de Buenos Aires, Lima y Punta del Este: “Llegamos con la idea de compartir arquitectura y cultura, y nos sorprendió lo diverso y hermoso que es todo”, subrayando la conexión entre Argentina y Uruguay.

En paralelo, Martín Gómez y su hija Miranda, propusieron otra experiencia sensorial: una mesa para 20 personas, que busca generar comunidad y conversación. Miranda abrió la presentación recordando que, en un momento de hiperconexión tecnológica, pero también de aislamiento, la comunidad cobra un valor esencial.

Martín y Miranda Gómez. Foto: Montevideo Portal

La mesa se inspiró en un viaje que ella realizó con amigos por distintos lagos y cómo uno de ellos los atrapó durante 12 horas por el simple hecho de que había una mesa de madera, y eso permitió un diálogo duradero, demostrando cómo la arquitectura puede fomentar vínculos y experiencias compartidas.

“Esta instalación nos invita a sentarnos, charlar y conocernos, imaginando formas de vida más conectadas y diversas”, explicó Martín Gómez. La mesa se convirtió en un acto de resistencia frente al aislamiento contemporáneo, mostrando que el diseño puede transformar hábitos y generar encuentros significativos.

Foto: Montevideo Portal

A estas experiencias se sumaron las propuestas inmersivas de otros diez estudios de arquitectura y urbanismo, así como workshops con referentes y talleres. Tampoco faltaron los espacios de reunión alrededor de un fogón, como el presentado por el estudio Adamo Faiden con la ponencia del arquitecto Agustín Fiorito.

Charlas, recorridos, intercambio de miradas y saberes, reflexión y emociones estuvieron presentes en las dos jornadas de Design Week, recordando que el diseño no solo se ve, sino que también se siente, se comparte y se vive.

Foto: Montevideo Portal

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