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Alquilar apartamentos o casas para vacaciones desde Uruguay es hoy más fácil que nunca gracias a plataformas como Airbnb, Booking.com, Vrbo y portales locales como Casas Uruguay. Pero la comodidad de elegir y pagar a distancia también trae ciertos riesgos: fotos que no reflejan la realidad, políticas de cancelación confusas o estafas. Para minimizar sorpresas, es clave seguir algunos consejos prácticos.  

Conocé bien y familiarizate con la plataforma

Cada aplicación funciona de manera diferente: Airbnb y Vrbo están más orientadas a alquileres vacacionales, Booking.com mezcla hoteles y departamentos, y portales locales como Casas Uruguay suelen ofrecer un enfoque más amplio del mercado. Revisá cómo funciona cada una antes de reservar.

Leé todo al detalle y varias veces (sí, todo, hasta la letra chica)

La descripción del alojamiento no es solo relleno. Detalles como si hay escaleras, si el wifi funciona bien o si el baño es compartido están allí. Y también las reglas: hay anfitriones que no aceptan fumadores, fiestas o check-in después de cierta hora.

No te olvides de leer las reseñas, porque te pueden dar información valiosa

Las opiniones de otros huéspedes son la mejor forma de anticiparte a lo que te vas a encontrar. Leé las más recientes y buscá patrones. Por ejemplo, si más de una reseña menciona aspectos como “ruidoso por la noche”, “fotos engañosas” o “anfitrión muy atento”. Si un lugar no tiene ninguna reseña, pensalo dos veces. Fijate si es porque es nuevo, recién publicado, o si lleva tiempo y nadie ha comentado.

Mirá bien las fotos, más allá del filtro que elijas

No te quedes con la imagen destacada: abrí todas las fotos y fijate en detalles como si hay ventanas, cuántas camas reales hay o si hay espacios compartidos. Si algo te genera dudas, escribile al anfitrión antes de reservar, y preguntá todo lo que necesites para no llevarte sorpresas al llegar.

También, si hay servicios como piscina cerrada, asegurate de que en el momento esté habilitada y no en mantenimiento.

Chequeá la ubicación con Google Maps

Si bien en general la dirección exacta se revela recién después de reservar, podés ver el área aproximada. Usá Google Maps para saber si hay transporte cerca, si es una zona segura, o si está realmente a 10 minutos de la playa como promete.

A veces aparece el nombre del edificio, y podés fijarte directamente en la web o a través de Booking para ver más fotos y comentarios de otros viajeros.

Imagen diseñada por Freepik

Prestá atención a las políticas de cancelación

Hay alojamientos con cancelación gratuita hasta cierto punto, y otros con políticas más rígidas. Si tenés un viaje que podría cambiar, esto es clave para no perder dinero. La flexibilidad para cambiar de fechas o cancelaciones es un aspecto importante a tener en cuenta.

Manejate siempre dentro de la aplicación

Las apps no son solo útiles durante la reserva. Sirve para mantener contacto con el anfitrión, ver indicaciones, recibir alertas, y —si algo sale mal— pedir ayuda directamente a la plataforma.

No es conveniente hablar por fuera porque no quedan registros, y en caso de inconvenientes es más fácil que quede todo directamente en la aplicación. Guardá siempre los chats e indicaciones para tener un respaldo.

Sospechá si te ofrecen pagar por fuera

Si alguien te pide hacer el pago por fuera de la app (por ejemplo, por PayPal o transferencia), es una señal de alerta. Airbnb solo cubre inconvenientes si el pago fue dentro de su sistema.

Mirá quién es el anfitrión o propietario

¿Es una persona con otras propiedades o una empresa que gestiona varias? ¿Tiene buena puntuación? ¿Responde rápido? Eso puede hacer la diferencia entre un viaje tranquilo y uno con mil idas y vueltas.

Un buen consejo es reservar solo propiedades con “cancelación flexible” y más de cinco reseñas positivas recientes. Si estás indeciso, guardá tus favoritos en listas y consultá con alguien de confianza.  

Viajar implica imprevistos, pero alquilar por Airbnb no debería ser uno. Estos consejos te pueden ayudar a reducir riesgos y disfrutar más de tu estadía —sea en Lisboa, Buenos Aires o Piriápolis— sin estrés de por medio.

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