Luego de 15 años como parlamentario, primero como diputado y en el período pasado como senador, Alejandro Pacha Sánchez renunció este sábado a su banca en la Cámara alta luego de tomarle a Yamandú Orsi la promesa de fidelidad a la Constitución con la cual quedó investido como presidente de la República.

Dos horas más tarde, en la plaza Independencia, Sánchez, que es hoy uno de los principales referentes del Movimiento de Participación Popular (MPP), asumió el cargo de secretario de Presidencia. Y este domingo acompañó a Orsi en sus primeras horas como mandatario en su despacho del piso 11 de Torre Ejecutiva.

Con una larga historia de militancia en el Frente Amplio y en su sector, ahora, con 44 años, ocupará por primera vez un cargo ejecutivo en un gobierno desde el cual deberá liderar, junto al exintendente de Canelones, el enfoque de las principales políticas públicas del próximo quinquenio.

Además, también le corresponderá mantener los equilibrios dentro de la coalición de izquierda, donde el MPP vuelve a ser mayoría, esta vez con la bancada más numerosa de la historia.

En diálogo con En Perspectiva, Sánchez habló de que uno de los “tres ejes claros” del nuevo gobierno, además de la seguridad y las personas que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza, es el crecimiento. 

“El Uruguay tiene que crecer, llevamos una década creciendo a una tasa del 1%. Todos sabemos que, si seguimos así, no es sostenible el sistema de protección que tiene el país. Por tanto, ese riesgo hay que mirarlo con luces largas”, evaluó.

A continuación, el nuevo jerarca apuntó a que el 80% de las empresas uruguayas no tienen innovación y que, de ese porcentaje, la mitad intentó innovar y no pudo, y la otra mitad considera que no es para su empresa la innovación. Todo esto según una encuesta que ha hecho la Agencia de Investigación e Innovación.

“Cuando tenemos el 40% de las empresas que dicen: ‘No es para mí innovar’, estamos condenados al fracaso”, valoró Sánchez. De acuerdo con Sánchez se debe trabajar para revertir esto y hacer crecer al sector productivo mediante la innovación.

Así, el jerarca habló de que “hay un componente esencial en términos de innovación, de transmitir conocimientos y de generar una matriz productiva más inteligente”.

En cuanto al planteo realizado por el ministro de Economía, Gabriel Oddone, de desindexar algunos salarios, algo que fue rechazado por Sánchez y otros frenteamplistas, el secretario de Presidencia comenzó aludiendo a que “el titular de la política económica del gobierno de Yamandú [Orsi] se llama Gabriel Oddone”.

“Creo que va a tener una muy buena política económica”, consideró sobre el economista.

“Naturalmente tenemos una economía indexada debido a la falta de confianza que ha tenido el conjunto de los actores económicos y sociales con las proyecciones de inflación: si nos vamos a la historia llegamos a tener 100, 200% de inflación”, ejemplificó.

“Ahora, después de cinco años de un gobierno que se está yendo con una inflación bastante baja dentro del rango meta, a un altísimo costo por los estragos importantes del atraso cambiario en el sector productivo, tenemos otro panorama”, planteó.

En este contexto, dijo que hay que considerar “varias cosas”. “Uno toma un crédito hipotecario y está en Unidades Indexadas, uno firma un contrato con el Estado y tiene paramétricas de indexación”, desarrolló.

Entonces, explicó por qué se opuso públicamente a la propuesta de Oddone: “Desde el punto de vista político, a una semana de ingresar al gobierno, quise poner arriba de la mesa que no comparto esta idea [de desindexar los salarios] porque la gente está del otro lado diciendo: ‘¿Qué va a pasar con mi ingreso?’, ‘¿voy a poder mantener mi nivel de vida?’”.

Para Sánchez “la política es percepción y realidad”, por lo que “cómo nombramos las cosas y cómo explicamos las cosas genera efectos en la sociedad”. “Cuando se dice ‘desindexar’ el efecto en la sociedad es desproteger a quienes viven de su ingreso. Es decir: ‘Te voy a desproteger’, cuando este gobierno viene a proteger a los que viven de su ingreso”, expresó.

En este punto planteó: “Generalmente se discute que, si crece un 5% el PBI, tienen que crecer un 5% los salarios. Bueno, no necesariamente. Si yo aumento un 5% un salario de $ 100.000, son $ 5.000. Pero en un salario de $ 10.000 es muchísimo menos. Entonces, quizás el salario de $ 100.000 se debe mantener en su nivel de compra, y vamos a poder concentrar los aumentos en los salarios sumergidos”.

Sánchez consideró que se debe ir por hacer crecer al sector productivo. “Uruguay tiene mucha creación de conocimiento, pero no tiene estaciones de transferencia del conocimiento al sector productivo. Ahí tenemos que trabajar muchísimo. Tenemos que trabajar muchísimo en los costos fijos de la energía, en las oportunidades que se generan, en la apertura de mercados. Es ahí, no que la variable de ajuste sean los salarios”, analizó.

“Eso implica establecer una prioridad clara”, expresó y completó: “Lo que está claro es que la política económica que vamos a desarrollar, y que compartimos con Gabriel [Oddone], es que vamos a defender el poder de compra de la gente. Para defender el poder de compra de la gente hay distintos mecanismos: aumentos salariales, mejoras de la productividad, baja de la inflación”.

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