El colectivo planteó las problemáticas que viven estas personas, como el hacinamiento, escasas actividades educativas y laborales, y la nula atención de salud mental, entre otras. También señalan problemas en las condiciones de visitas que viven ellos como familiares.

¿Cuáles son sus objetivos? ¿A qué apuntan a futuro? Sobre esto habló Gabriela Rodríguez, presidenta de la asociación, en En perspectiva.

En Perspectiva · Entrevista - Familias Presentes: nueva organización conformada por familiares de reclusos

La organización Familias Presentes tiene tan solo unos meses, surge en agosto de 2022. “Fuimos convocados por Graciela Barrera, quien en su momento fue la fundadora de la Asociación de Familiares y Víctimas de la Delincuencia, y Jaime Saavedra, exdirector de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado”, cuenta Gabriela.

Y agrega: “Ellos tuvieron la sensibilidad de convocar a familiares que, de alguna manera, estábamos atravesando esta situación e invitarnos a si teníamos interés en organizarnos”.

“Algunos de nosotros teníamos esa aspiración desde tiempo atrás y varias familias comenzamos a reunirnos hasta llegar al mes de diciembre, en el cual hicimos la asamblea de fundación de nuestra asociación civil Familias Presentes”, explica.

La presidenta de la asociación señala que algunos miembros se conocían “de cara”, y en la reunión se encontraron “caras conocidas” de verse haciendo la cola para visitar a sus familiares en centros penitenciarios. “Queríamos reclamar un lugar de voz y de participación, y en ese camino estamos construyendo”, expresa.

Gabriela dice que lo que se plantea en los informes del Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario sobre las condiciones en las que viven personas privadas de libertad, es algo que las familias “viven en carne propia”.

Y enumeró: “El hacinamiento de nuestros familiares en la mayor parte de los recintos penitenciarios; la falta de actividades; la muy escasa atención de salud, y aún mucho más deficitario de la atención de salud mental; el encierro muy pronunciado, donde en muchas unidades las personas están encerradas 24 horas, los siete días a la semana, donde hay solamente una hora de patio en la semana y que nosotros muchas veces después constatamos que esa hora se convierte en 15 minutos”.

“Nada se está abonando, o muy poco, a la rehabilitación, al desistimiento del delito, al tratamiento del consumo problemático de drogas, porque también es importante señalar, y esto es muy grave, que el 80% de los privados de libertad en nuestro país tienen problemas de consumo problemático de drogas”, señaló.

“Entonces, uno se pregunta, ¿esas personas tendrían que estar privados de su libertad en una unidad penitenciaria o que tendrían que estar cumpliendo su pena en un centro de rehabilitación terapéutico?”, planteó.