Ecuador es noticia en el mundo por una arremetida violenta de bandas de narcotraficantes sin precedentes.
Desde el domingo, numerosos grupos criminales han exhibido su fuerza en represalia por los planes del presidente Daniel Noboa para combatir la ola de crímenes que afecta al país.
Más de un centenar de policías y personal penitenciario fueron retenidos por presos, hubo agresiones a periodistas y un sinnúmero de ataques armados que han dejado 14 muertos, según el más reciente balance.
El martes 9 de enero, Noboa declaró a la nación en “conflicto armado interno”, una medida que le da más potestad a las Fuerzas Armadas y a la policía para combatir al crimen organizado.
Ayer Noboa defendió sus políticas de seguridad.
“Este gobierno está tomando las acciones necesarias que en los últimos años nadie quiso tomar. Y para eso se requieren huevos grandes de avestruz, no huevos de cartón”, dijo el presidente de 36 años en su entrevista radial.
El politólogo ecuatoriano Pablo Medina dijo que “durante el día la situación se encuentra calmada y es durante la noche cuando se dan los disturbios”. “Las cosas están tensas en todo el país, la violencia existe a nivel nacional aunque la intensidad” cambia dependiendo de la ciudad.
A nivel de la ciudadanía también hay mucha tensión, porque con la decisión del mandatario el país se pone en un contexto de “estado de guerra”, sostuvo el experto. “En la costa están patrullando las Fuerzas Armadas y con un mensaje de guerra. Para las autoridades los delincuentes son ‘objetivos militares’”, añadió Medina en entrevista con En perspectiva.
“Ya no los estamos tratando como delincuentes, sino que casi como si fuera un ejército invasor. No se trata de un actor social que está cometiendo falta, sino que lo identificamos como un enemigo del Estado”, insistió el politólogo, y agregó que la crisis de seguridad que vive el país comenzó en 2021.
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