El 1° de enero se superaron los mil casos nuevos diarios por primera vez desde principios de julio, y este 5 de enero fueron detectados más de cinco mil.

Esto sucede, por ahora, sin que la disparada sea acompañada por un crecimiento exponencial de internados en cuidados intensivos ni de muertes por esta enfermedad.

Este miércoles murió una única persona por este motivo, muy lejos de las decenas de personas que murieron diariamente a mediados del año pasado. Y la cantidad de enfermos en CTI eran 27, muy lejos de los 500 que hubo en el momento más crítico de la pandemia.

Pero la suba explosiva de casos propicia igual un aumento en la cantidad de testeos y de cuarentenas, mientras el gobierno analiza reducir la cantidad de días de aislamiento necesarios.

Para analizar la situación los conductores de En Perspectiva Gastón González y Romina Andrioli conversaron este jueves con el infectólogo Julio Medina, profesor director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

Medina dijo que la variante ómicron “está muy diseminada” y hay “un riesgo alto comunitario”.  

“Lo que están viendo los rastreadores y los médicos clínicos a distintos niveles es que hay una primera impresión de desestimar los síntomas. Como si fuera un dolor de garganta no más, que no debe ser nada. O un 'parece que tengo un poco de fiebre, o un poco de dolor de cabeza, un poco de dolor muscular'. Se desestiman los síntomas y es un riesgo porque en ese periodo las personas ya están infectando a su alrededor. Ómicron es realmente muy transmisible y puede generar un daño que no veamos inicialmente”, graficó Medina.

El especialista aseguró que lo que tienen que hacer “las personas es que dentro de esa responsabilidad compartida que todos tenemos frente a cualquier síntoma uno tiene que buscar aislarse y no interactuar más con las personas”.

“Lo que parece que ocurre es que cuando ómicron desembarca en un país le lleva cuatro o cinco semanas tomar el control y superar a las otras variantes”, graficó Medina, que agregó que para mediados de enero será todo ómicron.

Agregó que “ómicron es una preocupación seria y no debe ser desestimada”.

Sin embargo, aclaró que a nivel individual las personas “que están inmunizadas con tres dosis” o se dieron la segunda hace menos de 180 días “están protegidas contra enfermedad grave y muerte”.

“A nivel colectivo cuando se dan tanta cantidad de casos, por miles, los sistemas empiezan a deteriorarse. Las pandemias no son solo un problema de salud, es un problema social que termina impactando a nivel económico, cultural, educativo”, dijo.

Consultado sobre que se siga informando sobre los casos diarios, Medina indicó “que nadie tiene un modelo para eso” y “el mundo entero sigue reportando los datos”.

“Tenemos que ver la tendencia. En una semana triplicamos los casos activos y eso es un dato importante. A veces con el dato solo diario uno no logra percibir el problema. Sí cuando se comienza a ver la tendencia a lo largo de siete o 14 días”, sostuvo.