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Iturralde sobre el wilsonismo en el FA: “No tienen nivel” como para poder encarnarlo

El presidente del Directorio del PN se refirió a los liderazgos del wilsonismo dentro del partido tras la muerte de Jorge Larrañaga.

01.06.2021 14:15

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2021-06-01T14:15:00
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Por En perspectiva

Tras el fallecimiento del exministro del Interior y líder del sector nacionalista Alianza Nacional Jorge Larrañaga presentó la incógnita de quién será la nueva figura que lidere el sector más wilsonista del Partido Nacional.

¿Qué es el wilsonismo? ¿cuáles son los movimientos que predominan dentro del partido blanco? ¿qué significa Alianza Nacional para el partido? ¿se siguen votando movimientos políticos? A estas y otras preguntas respondió el exdiputado y presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, entrevistado por el periodista Emiliano Cotelo para el programa En Perspectiva de Radiomundo.

Iturralde explicó en primer lugar que Wilson Ferreira Aldunate fue una persona que intentó crear un "modelo superador" de la vieja división entre el nacionalismo independiente y el herrerismo. En ese sentido, dijo que, después del gobierno de Terra, el "partido se dividió en dos grandes corrientes", división que duró cuarto de siglo y que, según Iturralde, "poco a poco se fue reunificando hasta el año 1958".

"En el año 1958 el partido reunificado plenamente vuelve a ganar la elección, cosa que se repite en el año 1962, pero ahí ya hay bastantes cruzamientos entre distintos sectores donde gente que provenía de un sector vota con el otro y, eso comenzó en el año 62', se ahondó en el año 1966 y en 1971. Wilson quiso crear un modelo superador. Quienes conocemos los relatos de los más veteranos, Wilson quiso como compañero de fórmula a Mario Heber, padre de Luis Alberto Heber, fórmula que no cuajó. Luego intentó con el Walter Santoro Bazaval y finalmente formó una fórmula que provenían del nacionalismo independiente, pero siempre habló de crear una síntesis entre los dos grandes movimientos", dijo. 

Cotelo planteó que, tras la muerte de Wilson en 1988, el partido quedó dividido en dos corrientes: el wilsonismo y el herrerismo, este último liderado por Luis Alberto Lacalle Herrera. En este sentido, le preguntó cómo definiría al wilsonismo tras la muerte de su líder.

Iturralde dijo que el movimiento que encabezó Wilson es un "análisis pragmático" de la realidad nacional con un "profundo contenido blanco", pero intentando que intentaba de tomar las mejores tradiciones del pueblo para generar respuestas desde lo técnico, opinó.

"Wilson viene muy marcado por la Comisión Interministerial de Desarrollo Económico que funcionó como coordinador, pero el principal coordinador técnico era Enrique Iglesias, un joven economista brillante entonces que llegó referenciado por Herrera", afirmó.

"Eso marcó a Wilson en la creación de un modelo de país y yo creo que lo más importante de Wilson en su muerte en el año 88' es la enseñanza que deja a la salida de la dictadura. Cuando Wilson sale en la noche el 30 de noviembre del año 1984 empieza a hablar de gobernabilidad y la importancia de converger a un modelo que permita crear un país que juntos gobernemos sin grietas y al morir queda todo un espacio. Hay tres candidaturas, inmediatamente de la muerte el Movimiento por la Patria tiene una fuertísima presencia, pero luego toma un papel protagónico Carlos Julio Pereira, pero gana notoriamente la elección Lacalle Herrera", explicó. 

"Ahí surgen dos grandes corrientes, encabezadas una por Alberto Volonté que venía de ese grupo 8 de Abril, movimiento herrerista, y otra por Juan Andrés Ramírez, que venía de la lista 400, que también había acompañado a Wilson en el año 1971, lista por la que Wilson había sido diputado inicialmente. Esas dos grandes corrientes son las que convergen. Es importante marcar alguna cosa que para mí es la esencial. En el año 1994 es esa la comparecencia de Carlos Julio Pereira, Álvaro Ramos, una serie de candidaturas con el sistema de doble voto simultáneo, con la Ley de Lemas. Ese modelo funcionó de determinada manera, pero en el año 1997 la reforma constitucional que se realiza y que obliga a los partidos a llevar candidatos únicos crea otra forma de encarar la política, que algunos la entendieron rápidamente y que a nosotros (el Partido Nacional) nos costó bastante", agregó. 

En ese año, Iturralde dijo que el Partido Nacional no se presentó unido debido a que hubo muchas disputas internas y eso "la gente lo percibió". Cuando los candidatos no se ponen de acuerdo la gente no vota a los que se andan peleando. Ese modelo que en el año 1999 nos llevó a tener la peor votación de nuestra historia, fue rápidamente aprendido y cambió el ADN del partido, al punto tal que después de eso a partir del 2004 hemos tenido una paz nacionalista en la interna que cada vez avanza más", aseguró. 

Sobre Alianza Nacional, Iturralde aceptó que es la "corriente más nítida del wilsonismo", pero indicó que en el partido "todos hemos estado con todos". "Tengo la sensación de que no solo hemos estado todos con todos, sino que es muy difícil identificar en cada uno de los dirigentes qué es lo prevalente. Pablo Abdala, que es un destacado dirigente de Alianza Nacional ¿es un wilsonista puro o es también alguien que está notoriamente vinculado a los sectores herreristas?", se preguntó.

"A mí me da la impresión que, dentro del partido, las corrientes no responden linealmente a las tradiciones que tengan que ver con las divisiones partidarias que en algún momento existieron. El wilsonismo fue una síntesis de las dos grandes corrientes históricas y creo que el sector que llevó a la candidatura de Lacalle Pou es también una síntesis de ambas posturas. Me parece que en este momento hacen muy bien todos los compañeros que quieren reafirmar sus movimientos, pero las modificaciones de la Constitución del 1997' han llevado a que el partido se piense distinto. Antes era más importante la lista, el sector, se podía votar a cualquiera porque todo sumaba. Hoy es mucho más importante el partido que los distintos sectores", reflexionó.

Para Iturralde, el Partido Nacional debe tener un "discurso contenido" y que tiene que pensarse como "un potrero grande" que luego hay que unificar y tener una conducta clara. "Me parece que esto tiene que ver con el tiempo que estamos viviendo. No hay sector bueno si el partido no gobierna bien. El énfasis tiene que estar volcado de lleno al tiempo de gobernar", afirmó.

Con respecto a las diferencias actuales, el presidente del directorio blanco aseguró que diferentes líderes reivindiquen el wilsonismo que planteaba Larrañaga ya que es un espacio que tiene mucho para darle al partido, sin embargo, admitió que gran parte de los dirigentes que integran ese sector también vienen de una raíz Herrerista.

"No podemos estar reviviendo separaciones que vienen de 34 o 42 años. Son cosas que pasaron y que hoy contribuyen a que quede lo mejor de cada uno de esos movimientos, pero creo que apuntamos todos en el mismo sentido de tener un partido muy unificado donde todos vamos trabajando para obtener lo mejor del partido", dijo.

Consultado sobre los movimientos de los partidos tradicionales de nuestro país como el Batllismo, el herrerismo y el wilsonismo, el exlegislador dijo que son "referencias a determinados tiempos" y que no es algo que se discuten en estos tiempos.

"El gran desarrollo de China pasa a que tienen una economía de mercados, si siguieran con el viejo modelo colectivista obviamente no se hubieran desarrollado. Wilson fue un gran pragmático con un profundo contenido de liturgia hacia el pasado del partido, pero con una forma de incluir", reflexionó. 

Un oyente envió un mensaje que decía que un sector del wilsonismo había derivado hacia el Frente Amplio. Sin embargo, el presidente del Directorio del PN no coincidió con tal afirmación y aseguró que alcanza con mirar algún discurso de Wilson.

"No tienen nivel (los del FA) como para poder encarnar el wilsonismo. No es que desde el punto de vista político pueden encarar cosas serias y respetables, pero nosotros somos nosotros. No tiene nada que ver con el modelo. Quizás lo que puedan tener del wilsonismo es lo que nosotros creemos que está superado del modelo desarrollista que manejaba Wilson en su momento, pero son folletines viejos", planteó.

Finalmente, el exdiputado nacionalista dijo que hoy en día el partido no tiene diferentes ideologías porque -dijo- "no hay lugar para las ideologías en las concepciones políticas del gobierno de hoy", pero reconoció que sí hay tendencias o corrientes que son "bienvenidas" y que "enriquecen el partido".

"Un partido unipolar no es lo más atractivo que nosotros podemos mostrarle a la ciudadanía. Creo que lo bueno que nosotros podemos mostrar es distintas tendencias que van sumando sus militantes y que van luego realizando alianzas y que se presentan como un todo ante la ciudadanía", aseguró.

"El modelo exitoso del Dr. Lacalle Pou fue unificar tres o cuatro grandes corrientes que se unificaron en toda su candidatura. Por otro lado, en el caso de Larrañaga en el 2004, que fue su mejor momento por lo menos en lo electoral, en aquel momento también unificó distintas corrientes que venían de muchos lados. También Wilson decía y repetía la frase "Las nubes pasan y el azul queda", refiriéndose a que el azul era el partido y las nubes los movimientos. Yo siento que hoy todos somos muchos más miembros del partido que votan al partido, pero no votan a tal movimiento. Eso que asistimos en otros tiempos, no existe más", indicó.

"Yo he visto a muchos de los principales dirigentes ministros que tiene Lacalle Pou y que responden a la tendencia que lo llevó a la presidencia a tener un discurso muy wilsonista. He visto también a otro miembros del sector Alianza Nacional tener una tendencia wilsonista. Lo que nosotros somos es nacionalistas, profundamente blancos, que apuntamos a un partido de concordia donde el énfasis lo pongamos en aquello que coincidimos que en lo que podremos tener alguna diferencia. Ese tiene que ser el centro", concluyó.