En Perspectiva

Apretar las clavijas

Intensivistas advierten que cantidad de camas de CTI libres "puede variar en pocos días"

"Por el momento hay capacidad para absorber la demanda creciente", pero la situación "preocupa", señaló el doctor Luis Núñez, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva.

08.12.2020 15:24

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2020-12-08T15:24:00
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Por En perspectiva

Las estadísticas de la pandemia en el mundo dicen que alrededor del 1,8% de las personas enfermas con Covid 19 requieren internación en CTI. Parece poco, pero en la medida que crece la cantidad total de contagios, el número absoluto de esos pacientes críticos empieza a hacerse notar y presiona sobre la capacidad disponible de camas, ventiladores y personal de los CTI.

Hasta hace un mes y medio nada de esto preocupaba en Uruguay porque la curva de la epidemia venía baja y controlada.

Pero ahora, cuando la evolución se aceleró y se volvió exponencial, ¿cómo se encuentra parado el sistema de salud? Se ha informado que existen en Uruguay 750 camas en CTI y que están ocupadas el 60%. ¿Existe el riesgo de saturación de esos servicios? ¿Qué ampliaciones se pueden disponer? ¿Qué precauciones hay que tomar?

En la mañana de este martes, el periodista Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, conversó con el doctor Luis Núñez, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), que nuclea a casi 400 profesionales del área.

Núñez comenzó explicando que la capacidad en CTI previo a la pandemia era "de casi 200 camas menos": "Se ha ampliado un 35% la capacidad de CTI, estamos mejor que al principio".

"Nunca estuvimos por encima del 65% de pacientes ingresados en CTI. Se ha mantenido en el entorno de 59% o 60%. La población de pacientes críticos en el Uruguay no tiene variaciones durante el año salvo el aumento por pacientes respiratorios en el invierno", aclaró.

En la mayoría de los países del mundo alrededor del 1,8 % de los pacientes con coronavirus requieren internación en cuidados intensivos. En Uruguay también se aplica este porcentaje, pese a que en estos momentos es menor.

Hasta este lunes había 2.182 casos activos, por lo que de aplicarse el porcentaje debería haber 39 personas en CTI, cuando en realidad hay 27. Núñez explicó que esto se debe a que en los últimos días ha habido un crecimiento exponencial de los casos activos que aún no se ha visto reflejado en las internaciones. "El que ingresa al CTI lo hace en promedio a partir del día 8 de la aparición de los síntomas. Hay un desfase entre el diagnóstico y la agravación del cuadro clínico", indicó.

Consultado por Cotelo sobre la cantidad de días que habitualmente pasa un paciente con COVID en cuidados intensivos, Núñez contó que en promedio es "casi el triple" del tiempo que pasa un paciente que padece otra dolencia. "En promedio es entre 14 y 16 días si tomamos el global de pacientes. Los que logran sobrevivir están hasta 30 días o más", relató.

"Cuando hay un crecimiento exponencial de contagios, tenemos en muy poco tiempo, concentrados muchos ingresos. Entonces rápidamente se ocupan muchas camas, esas camas van a estar ocupadas varios días y no vamos a poder ingresar más pacientes, eso satura el sistema. Es lo que se ha visto en muchos países con crecimiento exponencial de casos", expresó.

De todas formas, aclaró que "por el momento hay capacidad para absorber la demanda creciente", pero que en la medida que aumentan los casos nuevos la situación "preocupa".

"Que tengamos al día de hoy un 60% de ocupación, alguno dirá que tenemos un 40% de camas libres pero ese es un dato que puede variar en pocos días, así ha ocurrido en la mayoría de los países", dijo, aunque prefirió no aventurarse a decir en cuántos días se podría dar una saturación del sistema.

"Al ritmo que vamos en 40 días podríamos estar en problemas con la capacidad de CTI. Con algunas variables se podría abreviar o extender ese número", dijo, y mencionó por ejemplo que ha aumentado los contagios en la población joven, que son los que tienen menor riesgo y podrían no llegar a requerir internación.

"Si ocupamos las camas de CTI (con pacientes COVID), necesariamente va a haber otras patologías que se van a ver resentidas en su atención. El sistema todo se ve resentido y hay mucho más estrés en el sistema de salud", alertó.

Por otro lado, aseguró que con el crecimiento de casos de COVID hay más ingresos a sanatorio: "Eso desplaza a otras patologías o hace que la gente consulte más tardíamente por patologías comunes. Se ha visto en enfermedades cardiovasculares, como el infarto, y es muy grave".

Además, señaló que cuando aumentan exponencialmente los casos diagnosticados también se genera un subdiagnóstico. "Al momento actual los pacientes que ingresan a CTI la enorme mayoría han sido diagnosticados. Sabíamos que eran positivos y tenían un seguimiento. Si se empieza a perder el hilo epidemiológico comenzaremos a recibir pacientes que no tengan el diagnóstico y tengan casos más avanzados de la enfermedad", señaló.

"Al igual que con muchas otras enfermedades, en la medida que se hace un diagnóstico precoz y se puede hacer un seguimiento con el paciente, va a tener más chance de tener una evolución favorable que un paciente que no sea captado en forma precoz", alertó.

Una realidad "traumática"

Consultado sobre la realidad dentro de las unidades de cuidados intensivos, Núñez contó que es una situación "traumática para el paciente, para su familia y para el personal de salud".

"El paciente se enfrenta a una incertidumbre en su evolución. Los que ingresan gravemente tienen menos posibilidades de tener una evolución favorable y si la tienen puede quedar con secuelas. Nos ha pasado de ver pacientes que llegan a ser negativos de COVID (dejan de tener el virus) pero igual tienen una mala evolución por las secuelas y terminan falleciendo por una infección secundaria o por que quedaron con tantas secuelas respiratorias que es imposible que puedan respirar por sí solos", se lamentó.

Además, contó que están aislados, no pueden ver a su familia y el paceiente se encuentra "en un lugar hostil". "No se puede descansar bien porque hay aparatos que hacen ruido y tienen luces. Apenas pueden vernos los ojos y escuchar nuestra voz. Es una relación con el paciente que es bien diferente a la que uno querría y a la que uno estaba apostando con otras patologías", dijo.

Recursos humanos

"Preocupan los recursos humanos, hoy estamos teniendo problemas. Varias unidades han tenido problemas para poder mantener la dotación de las guardias con médicos porque el mismo problema que ha tenido la sociedad con aislamientos preventivos, lo sufre el personal de la salud, hemos tenido bajas por aislamientos preventivos", contó Núñez e indicó que este problema "se ha acrecentado en los últimos días".

Al respecto, el presidente de SUMI dijo que se ha propuesto "flexibilizar la carga laboral para optimizar lo mejor posible la asistencia en CTI". La propuesta es dejar parte del personal en reserva para los momentos en que profesionales se tienen que aislar. Núñez contó que es "difícil" de implementar, especialmente en el sector público que "es más rígido".


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