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Inmunólogo Chabalgoity: “Todas las vacunas paran totalmente los casos graves de COVID”

"Los porcentajes de eficacia tienen que ver con cuánto paran la posibilidad de infectarse en forma sintomática", explicó el experto.

04.02.2021 15:16

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2021-02-04T15:16:00
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Por En perspectiva

El martes la revista científica The Lancet publicó los resultados de una investigación independiente que concluye que la vacuna rusa Sputnik V tiene una eficacia de 91,6% en los casos sintomáticos de covid-19.

La noticia es todo un espaldarazo para el fármaco desarrollado por el instituto Gamaleya de Moscú, que en agosto, cuando se presentó, provocó desconfianza y hasta rechazo en varios países del mundo. Se advirtió que la vacuna solo había sido probada en algunas decenas de militares y, por otro lado, se denunció el uso político que el gobierno de Vladimir Putin hacía del lanzamiento.

Ahora las autoridades rusas celebraron la publicación de The Lancet como una revancha. Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano ruso que financió la investigación, sostuvo que el artículo era un «jaque mate» a todas las críticas y declaró que «Rusia tenía razón desde el principio».

Moscú busca cerrar acuerdos de cooperación para que otros países produzcan su vacuna que, por ahora, se fabrica en países como Brasil, India, Corea del Sur y Kazajistán. Incluso se estudia su aplicación en Europa.

¿Qué implica este anuncio? ¿Cómo altera el tablero de vacunas a utilizar en el mundo? De este y otros temas el periodista Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, dialogó con el inmunólogo Alejandro Chabalgoity, miembro del Comité Asesor de Vacunación del MSP y director del Departamento de Desarrollo Biotecnológico del Instituto de Higiene de la Universidad de la República.

"El problema central (de la Sputnik V) fue que había quedado presa del entusiasmo del gobernante de Rusia, de Vladimir Putin. Desde el punto de las credenciales científicas, Rusia tiene sobradas credenciales científicas y el instituto Gamaleya tiene sobradas credenciales para desarrollar una vacuna en tiempo y forma. El problema es que se declaró un éxito cuando tenían las credenciales de que podía ser un éxito pero que aún había que demostrarlo", comenzó Chabalgoity sobre la vacuna rusa.

"Ese fue el problemas central, puso por delante la propaganda, el juego geopolítico. Finalmente se demuestra que lo que sospechaban que iba a funcionar, funcionó", dijo.

La tecnología de la vacuna rusa Sputnik V "usa otro virus, uno que provoca resfríos comunes y lo modifican para que exprese una proteína del coronavirus. No tiene ninguna capacidad infecciosa", explicó el inmunólogo y agregó que lo que produce es que el sistema inmune "reconozca a esa proteína y monte sus defensas contra esas proteínas".

"Alertar a nuestro sistema inmune contra esa proteína permite que cuando el coronavirus de verdad ingrese, reconozcamos esa proteína y la bloqueemos".

Explicó que el patógeno "no solo tiene que entrar en el cuerpo, sino que tiene que reproducirse en cantidades suficientes como para alcanzar un umbral que provoque enfermedad". En ese sentido, la vacuna evita que te enfermes porque "impide alcanzar los umbrales altos. Además de proteger, se reduce la posibilidad de que la persona vacunada contagie. Aunque todavía no hay resultados de estudios epidemiológicos".

Con respecto a la eficacia del 91,6%, el entrevistado aclaró que, al igual que las demás vacunas contra COVID, se refiere a los casos sintomáticos.

"Se definen los voluntarios, a algunos se les da la vacunas y a otros placebo y la gente se empieza a infectar naturalmente de COVID. Cuando se infecta a un número determinado de personas, se abre el ensayo y se mira en que grupo estaba la gente infectada. En función de la diferencia de los infectados en uno y otro grupo sabemos la eficacia. ¿Cómo sabemos que la persona se infectó? porque son sintomáticos y se le hizo un testeo. No sabemos si en ese grupo de voluntarios hay gente que se infecto pero es asintomática", relató sobre el proceso de la fase 3 del desarrollo de la vacuna.

Chabalgoity contó que "casi todas las vacunas dan 100% (de eficacia) en casos graves".

"Todas las vacunas que están en la vuelta paran los casos graves totalmente, las muertes por COVID. Los porcentajes de eficacia tienen que ver con cuánto paran la posibilidad de infectarse en forma sintomática. No tenemos datos de ninguna vacuna si paran la infección asintomática. El principio general de las vacunas mayoritariamente es evitar la enfermedad. Muy pocas vacunas logran evitar la infección", explicó.

Con respecto a las nuevas variantes del virus, el entrevistado contó que los laboratorios "están pensando en nuevas variantes para vacunas 2.0", y anticipó que si las vacunas actuales funcionan, "preparar esas variantes es muchísimo más rápido, casi instantáneo".

Una vacuna "redondita"

Chabalgoity destacó que la Sputnik V es muy eficaz en todas las franjas etáreas, terminando con las especulaciones de que podía no ser eficaz para los mayores de 60 años.

"Los datos que muestra The Lancet es que la efectividad es mayor a 90% en todos los rangos de edad. En particular en mayores de 60 años es altísima, es de las más altas con 91,8%. Además, es equivalente por género", contó.

El inmunólogo aseguró que es una vacuna "redondita", que no requiere grandes complicaciones logísticas al no precisar de una cadena de frio especial, como por ejemplo, la de Pfizer.

Además, no presentó "ningun efecto adverso" fuera de lo normal: "Hay 4 muertes en fase 3, que son 20.000 personas, pero ninguna asociada a la vacuna. No se dan efectos adversos graves, los que se dan son dentro de lo esperable y todo controlable".

¿Duración de la inmunidad?

Chabalgoity expresó que "todavía no se sabe cuánto dura la inmunidad de estas vacunas".

"Si la duración de la inmunidad es de por vida, no nos volvemos a vacunar más. Si la duración es 6 meses, capaz al año nos tenemos que volver a vacunar, como pasa con otras vacunas. Y si las cepas del virus se modifican muy rápidamente, quizá nos tengamos que vacunar todos los año como la gripe. Lo que sí sabemos es que con las herramientas que ya tenemos, eso se puede enfrentar mucho más rápidamente", declaró.

La competencia mundial

"El tema central no es la competencia entre las empresas por los mercados, sino que las empresas puedan cumplir las demandas. Actualmente hay laboratorios que no están dando abasto", alertó el inmunólogo, y agregó que "hasta mediados de este año el tema central será la escasez de vacunas".

"Uruguay tiene que negociar con todos. Buscar las mejores condiciones posible para cada una de ellas. No solo el precio, sino cuando nos las pueden entregar", sentenció.