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Impulsoras de #MeLoDijeronEnLaFder y #MeLoDijeronEnLaFMed: no hacemos “una caza de brujas”

“Dentro de la FEUU hay un montón de abusadores y acosadores y se encubren entre ellos”, dijo una de las impulsoras de #MeLoDijeronEnLaFder.

27.08.2020 17:49

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2020-08-27T17:49:00
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Por En perspectiva

En los útimos días han surgido en las redes sociales varias iniciativas en la que mujeres denuncian sitauciones de acoso alboral, hostigamiento, acoso sexual e incluso violaciones en distintos ámbitos. La primera de estas campañas se lanzó el lunes 10 de agosto en Twitter bajo el hashtag #MeLoDijeronEnLaFMed y recibió centenares de hechos ocurridos en Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

Después la iniciativa se amplió a otras facultades como Derecho y Psicología, a la enseñanza secundaria con el hashtag #MeLoDijeronEnElLiceo y este fin de semana surgió una cuenta en instagram llamada Varones Carnaval, donde se relata de manera anónima experiencias con hombres de ese sector del arte y la cultura. Ayer se agregó otra similar llamada Varones del Rock.

¿Cómo surgen y por qué en este momento? ¿Qué destino tienen las acusaciones? ¿Cómo evalúan la posibilidad de que haya denuncias falsas? En la mañana de este jueves Emiliano Cotelo y Romina Andrioli, conductores de En Perspectiva en Radiomundo, entrevistaron a Florencia Soca, integrante de la agrupación universitaria Brum de la Fder y a Micaela González, del colectivo Mujeres Medicina de la Fmed.

"Cuando una arranca, arrancamos todas. Una cosa es denunciar estando sola, sabiendo que la otra persona tiene más poder que vos -más aún en el ámbito académico, donde perfectamente te puede arruinar la carrera- y otra cosa es denunciar cuando sabes que tenés el hombro de cientas de compañeras donde poder apoyarte", comenzó explicando Soca sobre el porqué surgieron tantas denuncias en tan poco tiempo.

González contó que la iniciativa en la FMed surgió a partir de "varios testimonios que se hicieron mediáticos" de mujeres que fueron violentadas, y que comenzaron abriendo un "buzón" en Instagram para que puedan "descargarse y hacer visible la situación" las estudiantes que hayan vivido situaciones del estilo en esa facultad. "A partir de eso tuvimos una respuesta positiva y nos propusimos llegar a Twitter que es más masivo", relató sobre el comienzo del hashtag.

Por su parte, Soca comentó que desde la agrupación Brum se sintieron identificadas con lo que surgía en los relatos de la Facultad de Medicina y se plantearon hacer lo mismo.

"Los relatos no sorprenden. La que no lo vivió lo había escuchado de una compañera. Cuando una se animó muchas se animaron y hay casos que se repiten. Ahora es intentar que la presión de las compañera que tuvieron que hablar sirva para que el Consejo de la facultad tome medidas al respecto y empiece a tomarse en serio y con responsabilidad la realidad de las mujeres en el ámbito académico", dijo.

"De chicas nosotros soñábamos entrar a Facultad de Derecho y el día que llegamos nos encontramos con una realidad que nos hacía poner incómodas y que no nos sentíamos seguras. El lugar donde estudiamos nos tiene que dar tranquilidad. Porque también nos pertenece en parte y es donde estamos construyendo futuro", agregó.

Consultada sobre los posibles casos de denuncias falsas, González dijo que "tiene más peligrosidad aún que las mujeres se sigan sintiendo solas".

"Es una red de contención frente a la ausencia de espacios seguros de Udelar y de cada facultad. Faltan protocolos a nivel institucional que solucionen la violencia machista. Si ellos están ausentes y no quieren escuchar a las víctimas, creo que también son parte del problema. Nos corresponde a nosotras ser voz de las que nunca se animaron a hablar", aseguró y aclaró que no funcionan como la Justicia: "no nos corresponde eso, nos corresponde acompañar a la víctima, entender su contexto y sus tiempos". 

Las entrevistadas contaron que se incentiva a las víctimas a hacer la denuncia formal y que desde las agrupaciones se acompaña y se guía.

Por su parte, la estudiante de Derecho dijo que no se hacen "escraches públicos con nombre y apellido", y que desde la organización no se hacen cargo de las acciones o actitudes que toma cada mujer en su cuenta personal de redes sociales.

"Como colectivo no vamos a hacer énfasis, ni publicarlo, ni alimentar el hecho de difundir el nombre de una persona acusada. Siempre vamos a creer en la víctima hasta que se demuestre lo contrario. Preferimos creerle a una persona que puede haber sufrido algún tipo de agravio tan grande como es un abuso a nivel de violencia de género a creerle a un posible violador", dijo.

"Esto no funciona como una caza de brujas. Nuestra militancia es visibilizar lo que pasa en el ámbito académico (...) necesitamos que las facultades se empiecen a hacer cargo", insistió.

"Escrachar a la víctima no lleva a nada productivo más que a la estigmatización social de la persona. Pero no somos quienes para hacer eso", agregó González.

Soca enfatizó en que se busca "exponer" pero "sin caer en el linchamiento en la institución", con el fin de que se generen "protocolos reales y que funcionen con responsabilidad". "Hace mucho que los estábamos pidiendo y no nos estaban escuchando. Las respuestas que recibimos del orden representativo de la facultad era que no hacía falta un protocolo. Con esta movida demostramos que sí hacía falta", dijo.

"Capaz que parece violenta la forma en que visualizamos lo que sucede, pero lo que pasa es que realmente no tenemos otra forma de visibilizar. Exigir que las denuncias se hagan de forma legal es ignorar los tiempos y los contextos de la persona que fue abusada o acosada. No podemos pedir o exigir pruebas constantemente. No tenemos pruebas de que un docente nos dijo que teníamos un lindo cuerpo, es su palabra contra la nuestra. Por eso precisamos procesos legales", dijo.

La estudiante de Derecho también criticó que, según ella, las personas que votarán el protocolo que está en discusión "son muchas de las que fueron escrachadas y denunciadas públicamente por egresadas y estudiantes de la facultad": "No me da tranquilidad ni para mi ni para mis compañeras".

"Esto siempre se supo y nunca se abordó. Justo ahora que se visibiliza se empezó a tomar riendas en el asunto", complementó González y contó que recien hace menos de un mes en Facultad de Medicina se creó una comisión de género.

Soca también cargó contra las instituciones de la universidad y contra la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU): "Muy lindo que hagamos publicaciones para el 8M, muy lindo las publicaciones apoyando la perspectiva de género. Pero que pasa cuando entramos al salón y la realidad es completamente distinta. Que pasa cuando se tiene que aprobar un protocolo que tiene que cuidar a las alumnas y las persona que lo votan son compañeros que apartaron de la militancia universitaria a mujeres solo por no creer en su palabra o menospreciar sus capacidades. Compañeros que han acosado, abusado, es bastante hipócrita e irónico, que ellos nos representen en el orden estudiantil y en el orden docente".

"Vemos publicaciones de la FEUU cuando dicen que están apoyando la lucha y los movimientos de todas las universidades. Como si nosotros no supiéramos que dentro de la FEUU hay un montón de abusadores y acosadores que se apoyan entre ellos también por ser funcionales a las mismas filas del mismo partido político. Creo que acá hay intereses que son más importantes, que son los partidos políticos y responden a eso. Si se tienen que encubrir se encubren para cubrir sus filas y su partido", expresó.

Consultada sobre si no había otras formas de denunciar dentro de las instituciones que no implique la difusión de las acusaciones, Soca señaló que "hace rato" se gastaron todas las vías institucionales.

"Las vías que hay están inconclusas y no se las escucha. Las compañeras gritaban literalmente y los órganos de la facultad no prestaba atención y barrían para adentro las denuncias. Muchos docentes tenían denuncias y siguen dando clases. Entonces como voy a animar a denunciar a una persona que tiene poder en la facultad si sé que hay otro que fue denunciado y sigue dando clase. Que tranquilidad me va a dar eso. Las mujeres encontraron en esto de llevarlo al plano público una contención que no encontraron en la institucionalidad de la facultad. Necesitamos una orgánica que funcione para que las denuncias no vayan por afuera", expresó.

"El enfoque central es que nadie más pase por esas situaciones. Sí, se puede llevar a la justicia un caso individual, pero también hay que ver que no se repita. Hay que prevenir y cambiar patrones culturales y sociales. Capaz que la próxima vez que un varón quiera abusar de una mujer se va a acordar del movimiento, y de como las mujeres ya no nos callamos más. La próxima vez que un hombre quiera hacer un comentario machista en un salón de clases se acordará que estamos todas nosotras atrás, y que ya no lo toleramos ni naturalizamos", finalizó Soca.


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