Ecuador anunció este martes el éxito en las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.
“Buenas noticias para iniciar el 2023”, escribió en Twitter el presidente Guillermo Lasso, y agregó: “Nuestras exportaciones tendrán acceso preferencial al mayor mercado del mundo, nuestras industrias podrán adquirir maquinaria e insumos a menores costos”.
El Gobierno confía que el tratado incremente en 1.000 millones de dólares suplementarios las exportaciones, que ya habían crecido con fuerza el año anterior.
El proceso de negociación entre ambos países duró menos de un año: comenzó en febrero de 2022, durante un viaje de Lasso al gigante asiático.
Ese dato llamó la atención desde Uruguay, donde el proceso de acercamiento con China comenzó en setiembre de 2021. El inicio de negociaciones formales se anunció en julio del año pasado tras un estudio de prefactibilidad que resultó beneficioso.
Pero, desde entonces, el proceso viene demorado.
¿Por qué un país puede avanzar rápido y otro no? Este martes, el analista Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales, apuntaba en su cuenta de Twitter lo llamativo de la situación.
El analista dijo que con Ecuador se llevó “un procedimiento bastante similar al de Uruguay”.
“Inicialmente se cerró un estudio prefactibilidad y rápidamente se iniciaron las rondas de negociación, que terminaron en 10 meses. Quiere decir que cuando hay voluntad política entre las partes el acuerdo puede cerrarse antes de un año”, afirmó el especialista.
En esta línea, Bartesaghi apuntó que en Uruguay “todavía hay una discusión de si se quiere o no avanzar con China, independientemente de la problemática que tiene la negociación en sí”.
“Estamos en una discusión si podemos flexibilizar o no el Mercosur para poder tener bilateralidad con China en un TLC. O eventualmente con otros bloques. Eso claramente todavía no está solucionado, y mucho menos con el cambio de gobierno en Brasil. Independientemente de eso, algunos en Uruguay dicen que no podemos avanzar con China porque el país asiático no quiere cerrar TLC con países de América Latina o porque va a demorar dos o tres años la negociación”, afirmó.
Sin embargo, Bartesaghi dijo que la concreción del TLC con Ecuador demuestra que sí hay interés de China de negociar con países de América Latina.
“Está negociando con Panamá, ya tiene acuerdo con Perú, con Chile, con Costa Rica. Y estaba bastante interesado en Uruguay a partir el estudio de prefactibilidad. Uruguay, por lo menos, debe llegar a un consenso mínimo de la importancia de avanzar con China”, señaló Bartesaghi, que añadió que esa falta de consenso es “aprovechada por los países del Mercosur que no quieren flexibilizar el bloque”.
El doctor en relaciones internacionales dijo además que “la señal de los tres presidentes [Lacalle Pou, Mujica y Sanguinetti] yendo a la asunción de Lula ojalá se repita si el presidente de Brasil visita el país”.
“Los tres tienen que plantear que esto es una política de Estado, y hay que transmitirle a Lula la importancia que tiene concretar un TLC con China. Ese acercamiento, además, lo puede liderar Brasil. Que Brasil negocie lo que tiene que negociar con China que no es comercio y le deje la posibilidad para avanzar con China en comercio. En este momento, la pelota está del lado de China, pero China está observando lo que vos hacés. Lo que hace el Mercosur”, apuntó Bartesaghi.
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