Criptoactivos en parques eólicos, forestación y proyectos inmobiliarios. ¿En qué lugar se junto la economía digital con la real y las inversiones tradicionales?

Sobre este tema conversó este jueves el conductor de En Perspectiva Emiliano Cotelo con el economista Martín Larzábal, que cuenta con una importante trayectoria en ambos rumbos, e incluso en la actualidad trabaja con un pie en cada uno.

De 2007 a 2021 fue gerente de inversiones de República Afap donde estructuró proyectos de inversión en diversos rubros, como el inmobiliario, la vivienda o la forestación. Este año, sin embargo, Larzábal cambió de rumbo y se focalizó en las nuevas finanzas. En octubre dejó su puesto en República Afap para dirigir Crypto Trust un proyecto personal orientado a los cripto activos y al blockchain.

Larzábal comenzó explicando la variedad de inversiones que realiza República Afap, que no solo se centran en instrumentos de deuda emitidos por el gobierno uruguayo y el Banco Central, sino que también se destinan fondos en el sector privado y productivo como proyectos forestales, teniendo un impacto que muchas veces pasa desapercibido en la economía real.

Sobre su apuesta persona, Larzábal dijo que aunque el mundo de los criptoactivos parece que es nuevo, el domingo pasado se cumplieron 13 años de vida de los creadores del bitcoin.

“En promedio el bitcoin ha rendido desde el año 2011 a 2021 un 230% promedio anual. Ha sido una activo con un crecimiento explosivo. Sin dudas que ese crecimiento vino acompañado de subas y bajas, pero los que invierten en activos digitales o criptomonedas saben que se enfrentan a un mundo de mucha volatilidad, pero si se tiene una visión favorable hay una apreciación de capital a largo plazo”, indicó el profesional.

En esta línea, Larzábal explicó que las criptomonedas son una parte de los criptoactivos, dado que existen otros criptoactivos como las monedas estables, “que son activos digitales que tienen una paridad uno a uno con el dólar”.  

Con respecto a Crypto Trust, que tiene tres socios y fue fundada en 2017, Larzábal indicó que la startup es la primera fiduciaria del país en “administrar activos digitales y además custodiarlos”.

“Una particularidad que tiene invertir en activos digitales es que la custodia no la puede hacer un banco -internacional-, sino que requiere de habilidades y tecnologías particulares. Cuando uno compra un bitcoin lo debería guardar uno mismo en una especie de pendrive que funciona como una billetera”, explicó.

Larzábal señaló que en 2018 fue la primera vez que inversores se adhirieron al fideicomiso de administración, que tiene una política de invertir en una cartera diversificada de criptomonedas: Bitcoin, Ethereum, Litecoin, entre otras.

“Hay que seleccionar muy bien cuáles comprar, porque no todas agregan valor. No todas tienen futuro tecnológico o una comunidad tecnológica que la respalde. Un poco esa es la habilidad que tiene la fiduciaria, de seleccionar monedas y posicionarnos en monedas que le vemos crecimiento hacia adelante”, argumentó el economista.

Larzábal explicó que cuando un inversor adhiere al fideicomiso, participa integrando capital (dólares), pero no existe un “título valor” al firmarse la adhesión a lo que se llama “el contrato de fideicomiso”.

“El inversor si lo quiere vender en la bolsa no lo puede vender porque no está registrado en la bolsa, por lo cual no tiene un mercado secundario ni liquidez. Si el que puso el dinero precisa los fondos debe presentarse ante la fiduciaria con cinco días de anticipación para notificar que va a hacer un rescate anticipado y se transfieren los fondos a su cuenta”, apuntó el empresario.