Rige desde la tarde de ayer una alerta pública de nivel rojo y de alcance nacional que fue resuelta por el Poder Ejecutivo ante las bajas temperaturas que venían registrándose y están previstas que continúen en nuestro país.

La medida, que se basa en la ley de creación del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), permite la evacuación obligatoria de las personas en situación de calle, pero no afecta la movilidad en general, ni tampoco las actividades educativas o laborales.

El anuncio fue realizado en Torre Ejecutiva, luego de una reunión encabezada por el presidente de la República, Yamandú Orsi, con ministros del área social.

En este contexto, el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, dijo a En Perspectiva que “es un instrumento que permite tomar decisiones que, obviamente, son difíciles porque se trata en caso de personas que, ante la invitación a concurrir a un refugio, no acceden, que es algo que todos los días en las recorridas que realizamos sucede, bueno de activar un mecanismo donde se impone la evacuación”.

“Esto es algo de lo que se ha hablado en todos los gobiernos, nunca se llegó al extremo de aplicar una norma como esta, y lo tuvimos que hacer porque realmente la situación de frío extremo, como la cataloga el Inumet, genera mucho riesgo para todas las personas que están en la intemperie, ni que hablar. Pero permanecer a la intemperie en la noche con personas que tienen problemas anteriores de salud es algo realmente riesgoso”, indicó el ministro.

De acuerdo con Civila, integrantes del ministerio, incluido él mismo, estuvieron “toda la madrugada en esto”: “Hubo una especie de comando operativo que se llevó adelante entre la Policía Nacional, con Alfredo Clavijo, y el Ministerio de Desarrollo Social, con Daniel Gerhardt. Yo estuve trabajando directamente durante la madrugada también”.

En referencia a la cantidad de personas a las que se llevó a los tres centros de evacuados de la capital dispuestos por esta normativa, indicó que fueron “alrededor de 260” en Montevideo, que se suman a las aproximadas 1.400 personas en refugios nocturnos y de contingencia en la capital.

De todas maneras, el titular de la cartera admitió que “no todos los que tenían que moverse aceptaron moverse” y hubo que forzar a algunas personas a hacerlo.

En principio, sin embargo, los equipos del Mides intentaron persuadir a las personas en calle. “El concepto con el que venimos trabajando es el concepto de 'inundación de frío', digamos. Si hay una inundación de frío hay que buscar un lugar de salida, que es un lugar climatizado, ese es el concepto de evacuación. Con ese concepto se trabajó y hubo mucha gente que accedió”, explicó.

En un segundo paso, se acudió a “la intervención de personal policial”, quienes insistieron “en la necesidad de salir de los lugares”. “Algunas otras personas accedieron ante ese nuevo intento de persuasión y hubo algunos casos donde la decisión quedó en manos del Estado y se tuvieron que trasladar contra la voluntad de las personas”, completó.

“Es una situación que ya la vivimos cotidianamente con los intentos de internación involuntaria, cuando los médicos certifican que aplica la internación involuntaria. En este caso, bueno, es debido a otra causa, por lo tanto, se aplica de una manera más extendida”, amplió Civila.