En Perspectiva

“Capitalismo disruptivo”

“‘El ahorro es la base de la fortuna’, una mentira grande como una casa”, dijo filántropo

“Me defino como una persona que no entiende un sistema que te permite acumular dinero infinitamente”, valoró el argentino Enrique Piñeyro.

17.11.2022 16:28

Lectura: 3'

2022-11-17T16:28:00
Compartir en

Por En perspectiva

Pilotear un Boeing 787 propio para transportar cientos de ucranianos que escapan de la guerra; llevar en sus aeronaves donaciones de medicamentos y alimentos a países donde hay crisis humanitarias; comprar un barco para reforzar el trabajo de la ONG Open Arms, que rescata migrantes africanos cuando cruzan el mar Mediterráneo; dirigir y conducir documentales de denuncia en su país, Argentina; presentarse con un espectáculo unipersonal en Madrid durante nueve años; cocinar por unas horas en su restaurante, una de las sensaciones de Buenos Aires.

Esas son solo algunas de las actividades de Enrique Piñeyro, médico, piloto, actor, y activista argentino que se hizo conocido en la década de 1990 con la película Whisky Romeo Zulú y, desde entonces, recorre el mundo poniendo su fortuna personal al servicio de causas humanitarias y sociales.

Hasta fines de octubre condujo personalmente los vuelos de la ONG Solidaire, organización que él fundó para asistir a los refugiados de la invasión rusa en Ucrania, sacándolos desde Polonia hacia destinos como España, Italia y Canadá.

Luego volvió al teatro con la unipersonal Volar es humano, aterrizar es divino, que estaba en pausa desde el inicio de la pandemia y ahora agregó funciones en Milán y en Argentina, siempre a sala llena.

Y también se ha hecho un tiempo para despuntar su gusto por la gastronomía, trabajando en la cocina del restaurante Anchoíta, de Buenos Aires, que él creó en 2018 y donde los comensales deben reservar su mesa con un mes de anticipación.

Piñeyro, que pasa una parte del año en su casa en Laguna del Sauce, vuelve este viernes a nuestro país para la presentación del libro La vida pasa volando, escrito por su amigo, el piloto uruguayo Fernando Zas.

Después de la actividad, que tendrá lugar en el Aeropuerto de Carrasco, Piñeiro levantará vuelo con uno de sus aviones para premiar con un bautismo aéreo a un grupo de liceales de contextos vulnerables que se han destacado en sus estudios y que reciben el apoyo de la Fundación Cimientos.

Acerca de esto conversó el filántropo en En Perspectiva.

Piñeyro, que ahora disfruta más que nunca su profesión de piloto dice que, “cuando sea grande”, va a retomar la medicina porque “es un trabajo para gente grande”.

“Me defino como una persona que no entiende un sistema que te permite acumular dinero infinitamente”, apunta, y agrega: “Lo único que me puedo plantear es una crisis de capitalismo disruptivo”.

“Yo no puedo comprar nada más grande que un 787 [avión comercial] porque es lo más grande que hay. Yo aprendí a invertir por mi cuenta, es algo que nadie te enseña en la escuela, te enseñan todo lo contrario, que el ahorro es la base de la fortuna es una mentira grande como una casa, porque te lo come la inflación si vos ahorrás”, sostiene.

“Mientras pensaba qué hacer con el dinero, podía seguir acumulando porque había aprendido a invertir”, añade.