Los economistas y socios directores de la consultora Exante, Pablo Rosselli y Tamara Schandy, hicieron un balance económico de la actual administración de Luis Lacalle Pou, en el que distinguieron “luces y sombras”, y destacaron que el futuro gobierno de Yamandú Orsi tendrá el desafío de “mantener un clima de expectativas” en 2025.

Basado en encuestas de expectativas empresariales y “conversaciones con clientes”, Schandy calificó a Uruguay como un país “estable, con lo bueno y lo malo que tiene eso”. “Lo bueno está en el entorno de previsibilidad para los negocios, lo malo está en que es un país donde las cosas pasan lentamente y hacer reformas es difícil”, explicó la economista.

En comparación con el período electoral anterior, Rosselli sostuvo que “el Uruguay de 2025 no es tan diferente al de 2019”. “Hay cambios importantes como la reforma de la seguridad social que fue ratificada en octubre, la cual mitigó de manera importante la tendencia de aumento a largo plazo que tiende a tener el gasto público en pasividades por tendencias demográficas”, señaló el economista y calificó los cambios como una “decisión correcta”.

En el frente macroeconómico, el socio director de Exante apuntó a la baja de la inflación como “otro logro importante” y destacó que el indicador lleva 18 meses dentro del rango meta. También mencionó la evolución del empleo. “Hoy tenemos niveles récord de empleo, aunque los empleos que se crearon fueron primordialmente de baja remuneración”, comentó. 

De cara al 2025, el nuevo gobierno tiene como desafío “mantener un clima de expectativas”, sostuvo Schandy en referencia a que “durante esta administración, se recogió una percepción de buen clima de negocios” y la expectativa mencionada es de “razonable continuidad”.

La economista apuntó a que hay una “preocupación” por si va a prevalecer una “línea moderada” en la conducción económica del Frente Amplio sin Danilo Astori. Según Schandy, la nominación de Oddone fue percibida como una “buena señal para la estabilidad macroeconómica”. “[Oddone] hace un balance razonable entre continuidad y cambio, pero habrá que ver cómo se posiciona Orsi ante eventuales disensos que puedan aparecer en el Frente Amplio y en qué medida apoya a su ministro de Economía”, estimó. 

A nivel fiscal, Schandy destacó que “con luces y sombras”, un “logro importante” es que en el gobierno de Lacalle Pou “se consolidó el grado inversor, que en 2019 despertaba algún nivel de duda”. “Mejoró la calificación crediticia por parte de varias agencias y la prima del riesgo país está debajo de 100 puntos básicos, que es un nivel sumamente reducido para lo que han sido los parámetros históricos de Uruguay”, agregó.

De todas formas, la socia directora mencionó que el déficit fiscal “sigue estando en niveles relativamente altos para lo que eran los planes que se trazaron al inicio de la administración”. “Los últimos datos disponibles lo ponen en el eje de cuatro puntos del PIB cuando en general existe consenso en la profesión de que se necesitan niveles de déficit fiscal en el 2% si uno quiere estabilizar la deuda pública”, concluyó Schandy y describió el nivel de déficit como “incómodamente alto”.

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