Xisco: “Con Saralegui hubo algo raro. Ni bien llegó me di cuenta que mi rol iba a cambiar”

Xisco Jiménez se despidió de los hinchas de Peñarol a través de las redes sociales este jueves, un día después de finiquitar la rescisión de su contrato. En la mañana siguiente dialogó con el programa ‘100% Deporte’ de Sport 890, donde aclaró que la cifra de más de 200.000 dólares que, según trascendió, habría cobrado por la ruptura de su vínculo con los aurinegros, no es del todo real.

“A Peñarol no le ha costado nada mi rescisión porque yo no he exigido nada. Ni un peso. He llegado a un acuerdo de pago que tenían conmigo por meses atrasados y ese dinero es mío. En ningún momento les he dicho que quería cobrar enero, febrero o marzo”, señaló el ariete español, quien valoró estar nuevamente en España tras “más de un año alejado de la familia”.

“Más a gusto” con el Memo, aunque Forlán “mejoró la metodología de entrenamiento”

“Mi padre está en una situación muy delicada y mi madre está afrontando todo esto sola. Es momento de intentar estar cerca de la familia porque son días complicados. En Peñarol era difícil que continuarse e intentamos llegar a un acuerdo de la mejor manera posible”, expresó el atacante de 34 años, quien ahora busca equipo para “jugar lo más cerca de casa” y tiene propuestas de clubes de su país.

Sobre su pasaje por el equipo carbonero, reconoció que con Diego López se encontraba “más a gusto a la hora de jugar”, y los números lo avalan. Bajo las órdenes del Memo, metió cinco goles en 13 partidos. En 2020 marcó apenas uno en los 10 cotejos con Diego Forlán, y ninguno en los cuatro que jugó con Mario Saralegui, quien sólo le confió la titularidad dos veces.

“Teníamos un fútbol diferente, pero va más en rachas positivas y negativas del equipo. En 2020 no terminamos de tener esa continuidad, pese a que con Forlán se trabajaba espectacular y el día a día era buenísimo. Mejoró la metodología de entrenamiento y es una lástima que no hubiese tiempo para seguir en esa línea de trabajo, que creo que era la adecuada”, señaló, más allá de saber que “en el fútbol mandan los resultados”.

“Estuve 12 partidos sin tener una ocasión de gol”

“Yo tampoco estuve en mi mejor momento. No son excusas. Son circunstancias que se juntan por una u otra cosa; por no encontrar un buen juego en el equipo o porque el jugador en el campo no encuentra su lugar. Las situaciones personales también influyen y al final se junta todo y esa serie de circunstancias hacen que no rindas en tu máximo nivel”, explicó.

“Soy autocrítico y el primero que se exige a sí mismo, en los partidos y entrenamientos. En 12 de los partidos de 2020 no tuve ocasiones de gol. Es difícil hacer goles así, y no culpo a mis compañeros por eso. Hago autocrítica porque entiendo que hay rachas positivas y negativas. El equipo creó las ocasiones y las tuvieron otros compañeros, pero a mí como delantero se me exige el gol y yo me lo autoexijo. Es mi trabajo”, dijo.

“Con Deportivo Maldonado fallé una debajo del arco, que son de esas situaciones que se pueden fallar porque fue una jugada rápida y con el balón encima. Si la anotaba, otro gallo hubiese cantado. Luego, por la ansiedad y ese mal momento, porque está ese runrún y uno está con la confianza por el suelo, fallé otra clara en un partido en casa”, recordó. “Al final son todas realidades que no han ayudado a que pudiera hacer más goles”, lamentó.

En el medio le tocó vivir, a muy poco de su llegada, la situación del colombiano Misael Riascos, quien a poco de arribar al club fue desvinculado por flojo rendimiento. “Con Riascos coincidí muy poco, pero fue algo chocante. En broma pensaba: ‘Madre mía, ¿dónde me he metido?’”, sostuvo.

“Saralegui dijo que había hablado conmigo y era mentira”

Su flojo presente se acentuó con la llegada de Mario Saralegui: “Ahí los partidos que pudiese jugar, ni contaban”. “Con Saralegui hubo algo raro. No sé lo que es. Desde que llegó me di cuenta que mi rol iba a cambiar. Eso se nota en el día a día, en los entrenamientos y a la hora de hablar y dar alguna indicación. Ya veía que iba a ser diferente”, recordó.

“Me enteré por la prensa que mi continuidad en el club iba a ser complicada. Él dijo que había hablado conmigo y era mentira. A mí me parece muy bien que sean las cosas más bonitas o menos bonitas, pero tienen que ser verdad. Encima eso me pasó en una situación en que tuve que viajar de urgencia a España porque mi padre casi se muere”, narró Xisco.

“Y después de un momento así, tener tan poco tacto para decir algo que me compromete y me perjudica… pues sin que antes me hubiera dicho la verdad en la cara, me molestó mucho. Eso fue un paso en el quiebre en la relación entre Mario y yo, porque para mí eso era inaceptable. Cuando llegué hablé con él y me pidió disculpas por el malentendido”, señaló.

Saralegui por Forlán: “La opción no fue del todo acertada. El cambio fue abismal”

“Una vez me dijo que si me quería ir y encontraba equipo, no se me iba a poner impedimentos. Pero eso me lo dijo un entrenador que no tenía idea de temas contractuales ni de mercados, que ya estaban todos cerrados. No podía ir a ningún lado y el club tenía una deuda conmigo. Él quería que me fuese a estar tres meses de vacaciones”, lamentó.

“Yo le dije que entendía que no contase conmigo, pero le expliqué que soy un profesional y que iba a cumplir mi contrato, salvo que alguien del club me dijera que me tenía que ir. Pero del club nunca nadie me dijo nada, por lo que me limité a hacer lo que hago siempre, que es entrenar. Me debo al equipo, a mí y a mis compañeros. Le dije que mi profesionalidad iba mucho más allá de lo que él pudiese decir o de cualquier circunstancia. Yo no iba a darle ningún tipo de problema e iba a seguir sumando, desde adentro o desde afuera. Y así fue”, narró.

Xisco dijo que el cambio de perfil del entrenador lo sorprendió, y no sólo a él. “Lo que ha conseguido Saralegui como jugador con el club es admirable y envidiable, porque muy pocos son afortunados de tener ese palmarés, pero una cosa es ser jugador, hace más de 30 años, y otra cosa es ser entrenador hoy en día. Fue un cambio muy radical en todos los sentidos. Creo que esa opción no fue del todo acertada, por lo que es el fútbol de hoy en día. El cambio de lo que era Forlán a lo que fue Mario, fue abismal”, concluyó.