Montevideo Portal

Corrían 85 minutos en Al Janoub, Catar, estadio donde Uruguay vencía por 2 a 0 a Ghana y un murmullo fue ganando las tribunas, pasaba de oreja a oreja, cambiando caras de felicidad por preocupación, hasta llegar al banco de los suplentes.

Las incontrolables lágrimas de Luis Suárez, que ya había sido sustituido, fueron señal ineludible de lo que estaba pasando: Hwang Hee-Chan había anotado el segundo gol de Corea del Sur sobre el Portugal de Cristiano Ronaldo, triunfo 2 a 1 que nos eliminaba. Y nos eliminó.

El partido ante Ghana fue incuestionablemente la mejor presentación del equipo del Tornado Alonso en el Mundial, un logro que fue tardío – obviamente con el diario del lunes -, ya que se pagó caro llegar al partido definitorio para clasificar a octavos de final sin poder depender de fuerzas propias.

Casi como cuando te rifás un tema en un examen del liceo a la espera de que el destino te ayude para que no te toque, Uruguay siempre necesitó que los lusos le dieran una mano, esto por errores propios del pasado que terminaron siendo muy pesados.

El camino

Planteamiento y elección de un 11 equivocado ante Corea del Sur y los europeos en las dos primeras presentaciones hicieron que sumáramos un solo punto de cara al cierre, pero además llegamos con la peor diferencia de goles de las cuatro selecciones.

Un debut de apuesta defensiva  -al menos eso se vio en el trámite-, con Martín Cáceres de lateral derecho, Diego Godín por el centro, volantes recostados sobre la última línea, dispuestos a ayudar como tarea prioritaria y sin salir a buscar un resultado que era necesario. Ah, y Giorgian De Arrascaeta en el banco de suplentes y sin ver acción, aclarando el Cocho en medios brasileños que estaba para jugar y que su suplencia fue “decisión técnica”.

Empate sin goles y a buscar algo más con los portugueses, con ilusión renovada y la expectativa de ver otro libreto. Pero ya de arranque nuevamente se apostó a cuidar el cero: línea de cinco, con laterales atados y salvo Rodrigo Bentancur con alguna genialidad, poco para soñar con un gol.

Recién cuando los lusos lograron anotar y el reloj comenzaba a ganar velocidad, se cambió en algo, poniendo a De Arrascaeta y Facundo Pellistri, minutos de calidad que igualmente no alcanzaron y se selló la derrota 2 a 0.

Obligados por la tabla y la necesidad de ganar, estos dos últimos salieron de arranque ante Ghana junto a Luis Suárez y Darwin Núñez en ofensiva y se notó. El del Flamengo marcó los dos goles del triunfo, esos que se conquistaron en el primer tiempo y que tuvieron sabor a poco.

El complemento estuvo bajo control hasta que un murmullo fue ganando las tribunas, pasaba de oreja a oreja, cambiando caras de felicidad por preocupación y era el imprevisto triunfo asiático.

A febrero

Muchos podrán pensar que la eliminación viene por el penal que le cobraron a José María Giménez ante los portugueses y terminó con el gol de Bruno Fernandes para el 2 a 0. Esa pena máxima que, según dirigentes uruguayos, la FIFA reconoció estuvo mal sancionada.

Otros recorrerán el camino de decir que ante los africanos no le pitaron un penal a Darwin Núñez o Edinson Cavani, que el árbitro alemán influyó, que “nos robaron”.

Pero, para ser precisos: los pecados del pasado fueron los que nos terminaron condenando, nos acordarnos tarde del potencial que teníamos, que no éramos menos que nadie y que podíamos llegar en otra posición al cierre si salíamos a ser protagonistas. Porque ese tema que no estudiamos para el examen salió y nos terminó dejando afuera del Mundial para la celebración de los coreanos que, con poco, aprobaron la materia.