Uruguay 1- Rumania 1
Goles: 2' Cavani, 50’ Stancu

Rumania: Ciprian Tatarusanu; Paul Papp, Vlad Chirichesi, Dorin Goian e Iasmin Latovlevici; Gabriel Torje, Ionut Neagu (46' Ciprian Marica) y Mihai Pintilli (46' Alexandru Bourceanu); Adrián Mutu (75’ Cristian Tanase); Daniel Niculae (46' Costin Lazar) y Marius Niculae (46' Bogdan Stancu). Entrenador: Victor Piturca.

Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira (46’ Jorge Fucile), Diego Lugano, Diego Godín y Martín Cáceres; Edinson Cavani (60’ Sebastián Abreu), Walter Gargano (68’ Álvaro González), Egidio Arévalo Ríos (77’ Sebastián Eguren) y Gastón Ramírez; Luis Suárez y Diego Forlán.

La selección uruguaya salió decidida a estirar su racha invicta a 14 partidos, y así igualar la mejor marca histórica obtenida entre 1967 y 1968 con Juan Carlos Corazzo como entrenador. Compenetrado con el objetivo, demoró apenas 100 segundos el equipo de Tabárez en abrir la cuenta, en una jugada digna de un fútbol práctico y moderno. Se combinaron los dos volantes exteriores y la pelota terminó en la red. Ramírez desbordó por izquierda y puso un centro atrás que desde el borde del área capturó Cavani con zurda para ponerle temperatura a la gélida noche de Bucarest.

El encuentro arrancaba de forma inmejorable para la celeste, que en teoría presentaba un 4-3-3 que nunca fue tal, dado que en la práctica se traducía en un claro 4-4-2 con Cavani jugando bien abierto, como un volante más por derecha y pocos metros delante de Maximiliano Pereira. Así, el último campeón de América controlaba el trámite y sólo permitía al local arrimarse con remates a distancia. En el medio, mandaban Arévalo Ríos y Gargano. El Mota apareció como sustituto de Diego Pérez, quien sufrió un problema muscular en uno de los aductores durante el calentamiento previo.

Cavani fue el mejor exponente charrúa en los 60 minutos que disputó, replegándose a la línea de volantes, jugando en 70 metros y llegando con aire al área rival, como cuando a los 15’ estrelló un remate en el palo desde muy cerca y con escaso ángulo, luego de una corrida de Suárez por la izquierda. Era más Uruguay y otra vez el goleador del Napoli aparecía rematando a los 35, cuando Ramírez peleó un balón y lo dejó en carrera al arco.

Claro que el local también tenía las suyas. Con los minutos la zona central de la zaga comenzó a bajar en su rendimiento y no estuvo a la altura del resto de las líneas, que cumplían un buen trabajo tanto a la hora de retener y mover la pelota como cuando tuvieron que recuperarla. En una jugada que mezcló virtudes de ambas, salió rápido el elenco de Tabárez, zafó de una presión y terminó llegando al área con una pared entre Suárez y Cavani que terminó en clara falta del arquero Tatarasanu sobre el ex Danubio.

El penal omitido fue tan claro como la situación que poco después desaprovechó Forlán en el área elevando su remate tras gran pase de Cáceres. Se fue 1-0 al descanso la celeste y hasta pudo hacerlo por algún gol más, más allá de una mediavuelta de Marius Niculae que reventó el horizontal del arco de Fernando Muslera. Había sido la única clara de los locatarios hasta los 50’, cuando encontraron la igualdad en una desatención del fondo charrúa. Torje, que se había perdido un mano a mano recién comenzado el segundo tiempo, mandó un centro de primera perfecto desde la derecha para el cabezazo goleador del recién ingresado Stancu, quien aprovechó que Lugano no llegó al cierre.

De allí en más, ya no repitió Uruguay el buen juego asociado que había exhibido en la primera parte. Con la nieve que empezó a caer sobre Bucarest, sumada a los cambios que introdujo el técnico local y que le dieron más dinámica a su equipo, emparejaron el trámite los rumanos y hasta generaron situaciones para conquistar el segundo, capitalizando alguna falla a espalda de Fucile y un flojo rendimiento de Lugano, quien estuvo lejos de su rendimiento habitual.

A partir de los 60’, con la salida del autor de su único gol, perdió la celeste gravitación en ataque y no volvió a sorprender, más allá de alguna aproximación aislada pero sin demasiado peligro. Bajó su nivel respecto del primer tiempo Ramírez, le llegó poco la pelota a Forlán y mucho menos a Abreu, por lo que el combinado charrúa se limitó a marcar en el mediocampo contra un conjunto anfitrión entusiasmado que sin demasiada claridad buscó con algo más de insistencia hasta el final, aunque no pudo. Terminó 1-1y fue justo, por lo que mostraron los dos en uno y otro tiempo.