Suárez es el 16° charrúa en Barcelona

Luis Suárez será el uruguayo número 16 en jugar en el Barcelona, y la historia que lo precede tiene puntos altos y bajos. Él llegará con la presión de ser goleador europeo y figura del Liverpool en las últimas temporadas, y con la necesidad de dejar una buena marca en las páginas que comenzaron a escribir hace más de 100 años sus compatriotas.

El primer charrúa que jugó en el Culé fue Mascaró, quien llegó en 1903 y solamente disputó un partido amistoso: 23 años después se sumó al plantel el segundo oriental, el más que conocido Héctor Scarone, quien dos años después ganaría el oro con la selección uruguaya en los Juegos Olímpicos y dos más tarde el Mundial de 1930. Curiosamente, Scarone jugó varios encuentros extraoficiales pero ninguno oficial, por temor a que le prohibieran tener participación olímpica por considerarlo deportista profesional.

Después de él llegó Enrique Fernández, quien fue jugador entre 1934 y 1936 y entrenador entre 1947 y 1950. A él lo siguieron Luis Prais, Ricardo Salaberry, Ramón Alberto Villaverde -el uruguayo que más permaneció en el club, nueve años, y que ganó dos ligas y tres Copas de España y fue ídolo de la afición-, Dagoberto Moll y Julio César Benítez, quien dejó un recuerdo triste. Nacionalizado español, falleció a los 27 años antes de un clásico ante Real Madrid, producto de una infección alimentaria.

Quien siguió a Benítez fue el exitoso Luis Cubilla, quien permaneció dos años en la institución sin destacar. Alcides Silveira (no jugó ningún partido), Eduardo Endériz (jugó solo cinco veces), Alfredo Amarillo (estuvo tres temporadas con buena participación), Julio César Jiménez (jugó en la filial, y en el primer equipo solo disputó amistosos) y Néstor Omar Martín (jugó una sola vez) vinieron después, y el último que pasó por la institución fue Martín Cáceres. El Pelado jugó solo una temporada de las cuatro que le perteneció al club, y no logró destacar.