Sergi Oriol, mediocampista central español que cumplió 21 años en abril pasado, lleva un mes en el equipo de Tercera División de Peñarol, al que llegó junto al extremo estadounidense Juan Quevedo de la mano del representante Eduardo Juárez. Los dos se sumaron a prueba y quedaron, ahora a la espera de una posibilidad en el plantel mayor.
Viven juntos y comparten el proceso de adaptación. “Fuimos rivales y, como nos lleva el mismo representante, compartimos apartamento”, contó el catalán Oriol al programa Minuto 1 de Carve Deportiva, y rápidamente identificó las diferencias a nivel de juego en comparación con los partidos en su país.
“Todos los equipos, del último al primero, te juegan de tú a tú, te presionan y no te dejan respirar. Tienes muchos menos espacios para jugar. En otras ligas no te aprietan todo el rato. Es un fútbol muy friccionado. En la MLS o en España, por ejemplo, tienes más tiempo para pensar”, contó el jugador que se inició en la cantera del Barcelona.
Oriol pasó por el CF Damm, UA Horta, el Huntsville City de Estados Unidos y La Nucía, equipo de la quinta categoría del fútbol español. Juega como volante central y le gusta “ayudar al equipo a sacar el balón”, sobre todo en Uruguay “porque los rivales aprietan mucho arriba”.
“Me gusta encontrar a la gente entre líneas con balones a la espalda y cambios de frente; hacer llegar bien el balón a los de arriba. Defensivamente, siempre estar bien colocado, ser fuerte con la marca, que no transiten y correr. No soy muy rápido, pero en distancia corro bastante”, dijo sobre su juego.
Su entrenador, Julio Mozzo, le hace entender la importancia de lo que es jugar en Peñarol. “Repite bastante que seamos conscientes de dónde estamos y que miremos el escudo. Que cuando saltemos al campo no dudemos del lugar en el que estamos y que lo valoremos. No podemos dudar que somos Peñarol y que tenemos que ser los mejores. Tenemos que aspirar a ganar siempre”, señaló.
“Me insiste en que haga el balance. Que además de sacar el balón desde atrás, que sea intenso y muy fuerte en la marca”, agregó sobre Mozzo, quien ya lo utilizó en dos partidos: 2-2 contra Wanderers el 25 de agosto y 1-1 frente a Albion una semana después.
Ya fue a ver partidos de Peñarol y le “sorprendió, porque la gente lo vive con mucha más pasión, lo siente más” que en Europa. “La barra Ámsterdam, que está detrás de la portería, está apoyando al equipo los 90 minutos. Nunca había visto algo parecido. En España, en un partido de Champions, sí que se apoya, pero no a ese nivel”, destacó.