Sebastián Morquio reveló el motivo que lo llevó a la cárcel y ahora busca trabajo

Sebastián Morquio fue, además de un futbolista uruguayo surgido en Nacional que hizo la mayor parte de su carrera en Argentina, un contratista de jugadores hasta hace muy poco tiempo. De hecho, es apuntado como uno de los principales responsables de la llegada de Gonzalo Bergessio a filas tricolores.

La pasada semana, con motivo de su cumpleaños 45, sorprendió con una publicación en Twitter contando que buscaba trabajo.

Busco Trabajo . El que sepa de algo que me contacte por acá . Gracias . Si es de Fútbol un Gol .

— Sebastian Morquio (@SMorquio02) January 23, 2021

Este domingo, en diálogo con Radio Continental de Buenos Aires, contó que estuvo “preso 30 días”. “Salí el 21 de diciembre. Se dio vuelta la taba, como se dice hablando mal y pronto. Se empezaron a cerrar las puertas después de lo que venía bien encaminado trabajando como intermediario y llevando jugadores a Argentina y Chile. Lamentablemente tuvimos este suceso y cuando uno sale (de prisión) está más complicado”, narró.

“Ya venía complicado el tema y la gota que derramó el vaso fue el arañón de un perro. Mi madre estaba en la cama comiendo y mi perro, que es un semi pitbull, se le subió y le arañó la cara. Una vecina hizo una denuncia basada en mentiras después de 12 horas y como soy el dueño del perro, me hicieron responsable”, narró.

“Como el perro no la mordió a mi madre, no lo sacrificaron. La vida pondrá las cosas en su lugar”, dijo, además de lamentar las “injurias” de la vecina que lo denunció y de aclarar que se trató de un accidente. “Todos saben que si un pitbull te ataca, te destroza la cara y te puede matar”, justificó.

“Mantengo a mi madre y no me dejan verla”

“Me separaron de mi madre de 79 años, a quien yo mantengo. En este momento no la puedo ver. Espero que después de la feria judicial haya una solución para que mi madre y yo volvamos a estar juntos”, dijo Morquio, a quien le quedan 11 meses en los que debe guardar “prisión domiciliaria de 23 a 7 horas”.

“Después soy una persona libre y no tengo tobilleras ni nada raro. Como se dice en la jera, abracé esta causa para estar libre”, explicó el ex Nacional, Huracán, Urulan Elista, Alianza Lima, El Porvenir, Universidad Católica de Ecuador, Aldosivi, Progreso, San Martín de Mendoza, Curicó Unido, Deportivo Español y Maipú, y agregó que se le permite salir del país.

“Mi abogado, Víctor Della Valle, me prestó un lugar para vivir. Lo conozco desde los 13 años y tengo una amistad con él. Después de que falleció mi papá ha sido un sostén para mí. Él y Karen Pintos, la otra abogada con la que estoy trabajando, se han portado conmigo 10 puntos”, valoró Morquio.

Los días en la cárcel y una deuda de 40.000 dólares

Estando preso, dijo que su madre “confió en parte de su familia” y “les dio plata y productos a estas personas” para que le enviaran una caja con alimentos a la cárcel, “pero jamás me llegó la caja”. “Gracias a Dios, como uno es conocido y se maneja bien en la vida, las personas que estaban en la celda conmigo fueron las que me bancaron con pequeños detalles de alimentación”. destacó.

“Estuve en Florida, que era como una chacra y no es una cárcel peligrosa ni nada por el estilo. Se portaron bien y se comía bien. Dentro de todo estuvimos muy bien y no puedo quejarme. Sigue siendo una cárcel; comés mejor que en otras cárceles pero seguís durmiendo en cemento con un almohadón-feta”, añadió el popular ‘Patota’.

Tras su pedido a través de Twitter, hubo llamados. “Me llamó gente de fútbol universitario acá en Uruguay para que los dirija. Me llamaron de una empresa inmobiliaria que tiene sedes en Paraguay, Argentina y Uruguay. Gente que quiere hacer emprendimientos. Un ex compañero muy prestigioso me habló de hacer una escuela de fútbol en un club, con fútbol femenino, yoga y un montón de cosas más. Pero hasta ahora, firme no hay nada”, comentó.

“Muchos hinchas de Nacional, de Huracán y de muchos otros clubes como Boca o Talleres se han comunicado conmigo para darme para adelante. Les agradezco a todas esas personas y a las que me llamaron para proponerme trabajo”, comentó.

Por último, dijo que hay un futbolista que fue transferido a un equipo argentino que le debe dinero. “Hay un jugador del que no voy a dar el nombre que me debe 40.000 dólares todavía. Yo hice negocios con él. No puedo decir que me estafó porque lo que arreglamos, lo arreglamos de palabra, y los hombres de palabra lo arreglan. Pero él sabe bien que me lo debe, disparó.

“Si está escuchando algún directivo de ese club argentino sabe que el pase estaba hecho y que esa persona me debe 40.000 dólares que hasta hoy no me ha pagado. Ha mandado amigos míos a charlar conmigo, pero mis amigos son amigos míos antes de ser amigos de él”, concluyó.