"Somos una familia muy unida, somos tres hermanos. Les dije que no dudaba ni un segundo, que iba a ser yo e imagínate la alegría de ella y la felicidad y el alivio porque había una oportunidad de vida para Milo".

Así explicó Alejandro "Lulo" Benítez la decisión de donarle parte de su hígado a su sobrino que se debatía entre la vida y la muerte.

El ex futbolista militaba en Central Larroque de Entre Ríos, donde era un delantero con trayectoria. Tras la operación no podrá a volver a jugar profesionalmente.

Milo sufría una obstrucción biliar. La intervención no fue fácil, duró 7 horas para Lulo y 12 para el bebé, pero finalmente todo fue un éxito. "Ese encuentro fue lo más emocionante que me pasó en mi vida", dijo Benítez tras ver a su sobrino después del transplante.