El 22 de mayo de 2024 será recordado por muchos amantes del fútbol uruguayo. Y es que ese día significó el fin de la etapa de Ricardo Caruso Lombardi en nuestro medio. Tras un exabrupto importante en el partido contra Liverpool, renunció a la dirección técnica de Miramar Misiones.

Su aventura en nuestro país duró poco más de un mes y solo seis partidos. Debutó el 16 de abril con derrota 2-1 frente a Nacional y cuatro días más tarde sumó la primera victoria del Cebrita en el Torneo Apertura: 2-1 contra Deportivo Maldonado. Después perdió 5-3 con Danubio y 3-1 con Boston River, empató sin goles ante River Plate y cayó 2-1 con Liverpool en su último partido.

El Cebrita no comenzó bien en el Torneo Apertura y en marzo comenzó a sonar su nombre, hasta que el 4 de abril se confirmó que agarraba al equipo, pero su debut iba a tener que esperar. Nada más ser presentado, dio una nota un tanto pintoresca al programa 100% deporte de radio Sport 890.

“Un equipo que asciende siempre tiene una adaptación, vos no podés traer un equipo completo de la B a la A. El domingo estuve en la cancha, tienen buen juego, manejan bien la pelota; me dijeron que se largaron más a jugar, pero no lo vi como los equipos que me gustan de meter y correr, como les gusta a los uruguayos. La garra que tienen los uruguayos, por no decirte los huevos para no quedar mal, no la tiene nadie. Me encanta esa manera de jugar”, destacó.

En esa misma ocasión, se refirió a su debut contra Nacional: “Sería bueno que se suspenda ese partido, porque que te reciban así no es lo mejor”, dijo entre risas, y añadió: “Yo pedí una cancha de hockey con arcos chiquitos y que el golero esté vestido como se visten las chicas que atajan, que se ponen una cantidad de protecciones”.

“Yo en los partidos no me divierto. En la semana hablamos, vamos a comer, tomamos un café, porque yo no tomo ni fumo, pero en el partido soy de terror porque lo vivo mucho. Me gusta ganar, no me gusta perder. Yo trabajo para ganar. Yo soy muy clarito, no me gustan los equipos light, me gusta que mis equipos sean difíciles para el rival. Me podés ganar, pero me gusta que el equipo responda. El jugador me tiene que entender rápido. Yo no voy a Uruguay a pasear”, cerró la nota.

Arrancó lo lindo

Y finalmente se dio su debut. Miramar Misiones lo recibió con humo negro y la expectativa era total, pero el resultado fue derrota 2-1. Sin embargo, a través del VAR le anularon un polémico gol a Alexander Machado, situación que hizo estallar al entrenador argentino en conferencia de prensa.

Abróchense los cinturones porque empezó el primer monólogo del gran Caruso, el cual duró unos 15 minutos en televisión y radio. “No lo quiso cobrar, no es que hubo una equivocación, no la quisieron cobrar. Recién lo vi y está, por lo menos, 30 centímetros habilitado. Se ve clarito, salvo que hagan las líneas como hacen en Argentina, con las curvas para no hacerlas derecha. Nos cocinaron a fuego lento”.

“Ni la jueza de línea supo decirme nada”, prosiguió diciendo de la acción en el complemento y que hubiera significado el 2-1 Cebrita, y agregó: “¿Cómo pueden cobrar un offside así? Más allá que sea Nacional, ¿por qué si le toca perder a un grande lastiman a un equipo chico? Hicimos un partido bárbaro, con coraje, sacrificio, jugadas de gol, hay dos de ellas que el referí las cortó. En la última, que se la roban a Polenta, inventa una falta para que no le hagamos el empate”.

Durante su prédica fue tocando diferentes puntos, con el factor común del enojo con el pito y sus colaboradores: “Nosotros venimos a laburar, no venimos a joder. No pueden lastimar así al vestuario, ahora tengo a todos los pibes muertos, que además viendo las imágenes observan que no es fuera de lugar. Yo sé que el VAR es trucho”.

“Respeten a los pibes que se mataron en un partido con Nacional. Hernán [Heras, el árbitro] cobró una falta en todo el partido para Miramar. Yo le dije en una clarita donde levantaron a Cabrera como cinco metros que al menos nos cobrara una cerca. ‘Qué, ¿tenés miedo que pateemos un tiro libre?’”, continuó.

“Si no estos partidos no lo pongan en el calendario, no juguemos. Que actúen los equipos grandes y nosotros miramos de afuera. Para que vamos a perder tiempo, hacerle gastar guita al club”, amplió. “No podemos bajar la cabeza y dejar que nos hagan lo que quieran porque jugamos con Nacional”, dijo en otro tramo, para luego ampliar: “Me importa un pomo que juguemos contra Nacional, podemos jugar contra el Manchester igual, no me interesa, respeta a mi equipo. Me anularon un gol que fue una risa, no se puede hacer eso”.

“Te voy a decir algo más, dio seis minutos de descuento, cuando solo en esa acción estuvo parado cinco. Y de esos seis le faltó jugar uno. ¿Tenía miedo de que lo empatemos? Esas cosas no se hacen. Si los hinchas se dan cuentan que no es fuera de lugar, el del VAR, que está sentado, fumándose un faso con un whisky, ¿no se da cuenta?”, mencionó.

“Estoy podrido de los jueces, de los dirigentes y de estos robos. ¿Cómo hago yo ahora para levantar a los pibes? No hay derecho, me duele ver a mis jugadores así. Ya está, estoy recaliente, pero no me voy a callar porque digo la verdad”, aseveró. “El del VAR no sé cómo se llama [Christian Ferreyra], pero ya me dijeron algunas cosas. Nos cocinaron a fuego lento. Una pena, porque con el partido que hizo este equipo merecía mucho más”, cerró.

Fue solo el comienzo

A raíz de todas esas declaraciones, días más tarde fue notificado de que fue citado al Tribunal de Ética de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), a lo que fue clarito cuando conversó con el programa Minuto uno de radio Carve Deportiva: “No tengo ni idea qué es el Tribunal de Ética. La ética pasa cuando faltás el respeto, cuando decís una mala palabra; yo de los árbitros no le dije nada. Si tienen ganas de verme, voy y paseo. Todo pasa por si vos decís algo grave”.

“¿Qué significa?, ¿que están enojados? Que vengan ellos al banco, porque yo en tres partidos me voy para mi casa”, prosiguió. “Dentro de la calentura que me agarro, soy muy lógico para hablar. Yo no me escondo, sé lo que dije. No dije nada para ofender. Soy periodista deportivo recibido y sé lo que puedo decir”, agregó.

Las líneas del VAR “las ponen como quieren porque lo vivo en Argentina. ¿Eso es lo malo? No dije que fuiste a robar un banco”. “De VAR no te digo que soy un genio, pero sé bastante, hablo con muchos árbitros. Tampoco se hagan que hagan todo bien. Lo único que dije fue que el juez tiene que pedir disculpas por lo que cobró, las rayas que trazaron son insólitas. Para ellos es muy fácil anularte el gol así. La decisión que tomó, escuchando el VAR, me duele que sea de esa manera. ¿Vos creés que ese gol se lo anulaban a Nacional?”, cerró.

Tras ese hecho, llegó su primera victoria: el 20 de abril contra Deportivo Maldonado. Pero en la siguiente fecha perdieron 5-3 con Danubio, un resultado que, a priori, marca que equipo fue superior, pero no para Caruso. “No me pasó nunca. No hubo una jugada de gol de Danubio, nada. Las cinco que llegaron fueron gol. Son cosas raras, pero hay que prestarle atención a eso”, dijo a VTV luego del partido.

“Gane o pierda, soy muy objetivo. Lo único que practicamos fue el saque del medio. Hoy fue una fatalidad. No fue la mañana adecuada, nunca jugué a las 10 de la mañana, capaz que es eso. nos hizo mal el desayuno”, dijo entre risas. “Papelito Fernández es un hijo de puta. En Banfield no hizo ningún gol, hoy me saludó y me embocó tres. Se encontró tres pelotas y las metió”, ahondó.

Pero sus monólogos no acabaron ahí, porque el 11 de mayo, después de unos días en silencio, volvió en todo su esplendor. Miramar Misiones empató sin goles con River Plate, pero sobre el final del partido le anularon un gol al brasileño Douglas Bittencourt, muy similar al que no sumó contra Nacional.

“No se puede jugar más así. ¿Un pie adelantado? Las cosas que te hacen para que no ganes un partido, increíble, No hay un gol nuestro que no lo manden al VAR”, dijo en ese momento, 10 minutos de pura gloria se escucharon luego en VTV, al punto de que hubo aplausos de los hinchas cebritas en mitad de sus declaraciones.

“Más allá de los errores que pueden llegar a pasar en un partido, tuvimos muchas situaciones de gol, pero no puede ser que siempre que metamos un gol vayan al VAR”, indicó. Y a partir de ahí comenzó su monólogo: “¿Sabés que pasa? En el VAR está Ostojich, y él no es uno que se calló del catre, es un árbitro internacional que tiene muchas batallas encima, y mirá Ostojich, si vos me cobrás un offside por la punta de un pie, por una uña y estás buscándole el pelo al huevo, es porque querés perjudicar a Miramar. Es así de simple, es un club que no les importa”.

“Después de cinco minutos que estamos festejando el gol, te lo anulan. Eso es buscarle el pelo al huevo. Y querido Ostojich, vos hiciste eso, le buscaste el pelo al huevo. Si un tipo tiene que ver cinco minutos si fue gol o no, fue gol”, comentó, y añadió: No me vengan más con la punta del pie, dejen de arruinar el fútbol. ¿Sabés lo que me da más bronca? Que un tipo como Ostojich, que tiene 100 mil batallas, después venga y diga ‘yo impartí justicia’. No, vos no impartiste justicia, vos lo liquidaste a Miramar hoy. Debe estar contento, hay que aplaudirlo”.

“¿Tengo que ir al Tribunal de Ética? Voy si querés. Si no te dejan laburar tranquilo, es imposible”. Indicó. “Con Nacional hicieron lo mismo, bárbaro, me la banqué. Después me tocó ganar y después perdí, pero me la banqué y me fui. Ahora, si Ostojich le está buscando el pelo al huevo para que nos liquiden un partido como este, no hay derecho”, ahondó.

Y agregó: “Nosotros no vinimos a joder, vinimos a laburar. Si no les gusta que laburamos, nos vamos y listo. Yo me tengo que alejar de mi casa, de mi familia, de mi madre que tiene 90 años. Tengan respeto. No respetan al laburante. No me voy a callar nunca, no me gustan que me boludeen a esta edad. Acá nadie se atreve a hablar porque tienen miedo, es como en Argentina: el que abre la boca muere”.

“Si me tienen que cobrar 14 penales, que me los cobren, pero yo no me voy a callar la boca, yo muero de pie. Voy para adelante como un cabello, y si me quieren voltear, que me volteen, no me interesa, no me voy a dejar basurear”, apuntó el entrenador argentino.

Consultado se anteriormente se había sentido perjudicado, señaló que “con Nacional, después no”. “Perdimos lo más bien con Danubio y el otro día con Boston River también. Nos superaron, saludamos, nos fuimos y listo, pero lo que no me gusta es que me utilicen para un VAR en el que el juez no fue capaz ni de venir a mirarla”, finalizó.

La gota de derramó el vaso

Y, finalmente, el pasado lunes 20 fue expulsado contra Liverpool por protestarle al árbitro Javier Feres, a quien insultó gravemente: “Ni foul fue. Ah, te van a aplaudir. Te van a aplaudir. Te van a aplaudir. Negro de mierda. Jetón. No me voy a ir”. A raíz de eso, iba a ser suspendido entre uno y cinco partidos, por lo que decidió renunciar al no poder estar con su equipo en cancha.

“¿A mí me echaste?”, consultó el DT. “Hablaste. Ya estabas amonestado. Ahora, se tiene que retirar”, le explicó el asistente Gustavo Márquez Lisboa, a quien el entrenador le respondió: “Vos sí sos gente. A nosotros no nos tratan igual”, siguió la secuencia de ese día, en el cual terminó viendo el partido desde la boca del túnel.

Y habló en las últimas horas con Esquina peligrosa de Radio Universal: “Yo me equivoqué en lo que dije, pero está todo el mundo hablando de racismo y yo no ataqué a la gente de piel morena. Como digo ‘forro de mierda’ o ‘boludo de mierda’, le dije ‘negro de mierda’, pero soy así en todo. No ataqué a un árbitro negro de Haití o de Colombia. Lo dije porque es costumbre mía hablar de esa manera”, sostuvo. “En mi puta vida tuve problemas con ese tema del racismo. Mezclan todo para ensuciarme”.

“Con ese criterio tienen que multar a todos los que me gritan ‘gordo vendehumo’. ¿Por qué dejan que me griten ‘gordo vendehumo’? Tengo micrófonos alrededor mío, ¿y alrededor de los demás no hay nada? A mí me puede denigrar todo el mundo y yo me tengo que callar la boca”, agregó Caruso Lombardi, quien cree que lo están “persiguiendo” y considera “lógico” que “en algún momento explote”. “Yo soy así y no voy a cambiar con la edad que tengo”, indicó.

“Están inventando lo del racismo para ver si me pueden sancionar más, y viene como anillo al dedo. Si meten esa excusa, tienen para sacarme del medio, y por ahí yo molesto porque soy un tipo que dice muchas verdades. Y no conviene tener a un tipo que diga muchas verdades. Por ahí me están buscando por ese lado. No saben cómo hacer para sacarme de encima porque soy un tipo que no tiene filtro, y a mucha gente no le conviene”, concluyó Ricardo Caruso Lombardi.

Ah, y todo terminó con un asado de despedida este miércoles. “Se va como un grande”, escribió en un estado de WhatsApp Edgardo Chino Lasalvia, asesor deportivo de la SAD de Miramar Misiones.

Foto: Estados WhatsApp Edgardo Lasalvia