"Cuando estoy frustrado necesito que me dejen, no puedo estar escuchando a mi madre y mi entrenador", explicó el danés de 19 años..

"Cuando estoy frustrado necesito que me dejen, no puedo estar escuchando a mi madre y mi entrenador", explicó el danés de 19 años.

Este miércoles, el danés Holger Rune, de 19 años, cayó por 6-1, 4-6, 7-6 y 6-3 ante el noruego Casper Ruud, quien avanzó a las semifinales de Roland Garros, donde jugará este viernes ante el croata Marin Cilic.

Sin embargo, lo más destacado del partido sucedió después de 1 hora y 58 minutos de juego, cuando el danés iba perdiendo por 4-3 y, de repente, comenzó a gritas desde el banco, ante la atónita mirada de los presentes.

Inmediatamente, las cámaras comenzaron a enfocar a una mujer que se levantó rápidamente de su asiento y se dirigía a la salida. Después se supo que era la madre del joven tenista.

En la rueda de prensa posterior, explicó que "cuando estoy frustrado necesito que me dejen, no puedo estar escuchando a mi madre y mi entrenador". Además, aclaró que "quiero mucho a mi madre", pero "yo no la eché de la pista".

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